No hay mal que dure cien años…
¬ Augusto Corro viernes 2, Nov 2018Punto por punto
Augusto Corro
Ya no habrá más dinero para los expresidentes que gozaban de una pensión vitalicia considerada como de las más caras en el mundo.
Entre los ex mandatarios se encuentran Luis Echeverría Alvarez, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón Hinojosa.
Esos parásitos tendrán que vivir de sus negocios y sus transas que consiguieron durante sus gobiernos.
¿Alguien piensa que viven en la pobreza? De acuerdo con el Presupuesto de Egresos, en el 2018 a los exfuncionarios citados les tocó recibir 40 millones de pesos. Según se informó Zedillo y Salinas de Gortari decidieron no recibir el dinero, pero si al personal comisionado.
También las viudas alcanzaban los beneficios de pensionadas. Tales son los casos de Sasha Montenegro, viuda de José López Portillo y Paloma Cordero, viuda de Miguel de la Madrid.
Los privilegios de los expresidentes: Pensión vitalicia de 205 mil 122 pesos mensuales.
Seguro de vida y seguro de gastos médicos mayores.
Cada ex presidente tiene a su disposición un equipo de seguridad adscrito al Ejército.
Veinticinco empleados de la Federación.
Al fallecer sus cónyuges tienen derecho a pensión vitalicia equivalente a 80% del sueldo que percibía su esposo durante el primer año. Se reducirá 10% cada año hasta llegar a 50% del total del sueldo.
Hijos de los expresidentes cuentan con seguro de gastos médicos mayores durante todo el tiempo que transcurra hasta que cumplan la mayoría de edad.
Cabe señalar que el ex presidente Calderón Hinojosa modificó el reglamento del Estado Mayor Presidencial para que mayor número de soldados se encargara de la seguridad de su familia, “incluyendo a padres, suegros, hermanos, cuñados, tíos, sobrinos, etc. De 78 elementos asignados al servicio personal del ex mandatario el número de guardias subió a 425.
Pues ese despilfarro de dinero y recursos llegó a su fin.
El presidente del Senado, Martí Batres, ordenó la publicación de la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, lo cual elimina las pensiones a exmandatarios.
El clima de inseguridad
En este espacio tratamos, cada vez que se puede, el tema de la inseguridad que se vive en el territorio mexicano. Esta problemática social, a pesar de su importancia, es relegada por las autoridades.
Se suponía que la demanda de seguridad iba a ser tratada con prontitud. No fue así. Los funcionarios del nuevo gobierno no le encuentran la cuadratura al círculo. A quienes ya se van no les interesó su solución.
Las acciones criminales cada vez son mayores y más constantes.
En Guerrero se llegó a una situación incontrolable. Así se puso de manifiesto en estos días con el cierre de la agencia transnacional Ford, en Chilpancingo.
¿Las consecuencias inmediatas? Un número indeterminado de trabajadores despedidos y el incumplimiento de ventas del sector automotriz en la entidad. A lo anterior debe sumarse la cancelación de actividades de dos plantas de la Coca Cola.
Claro se debe incluir también la desastrosa situación en que se encuentra el puerto de Acapulco, donde cerraron sus puertas al menos tres mil pequeños negocios. La criminalidad no se registra únicamente en Guerrero.
Otros estados también registraron índices delictivos muy altos que obligaron a empresas a abandonar los lugares donde se establecieron hace muchos años. ¿Quién quiere instalar su negocio en Tamaulipas, Michoacán, Guanajuato, etc? Nadie.
Termina el sexenio de Enrique Peña Nieto y la inseguridad creció. La falta de voluntad para frenarla no se vio por ningún lado. El mandatario saliente no quiso o no pudo cambiar la estrategia fallida de su antecesor Felipe Calderón, en la lucha contra el crimen organizado.
El sector empresarial resultó uno de los más afectados por la criminalidad. Algo que no quisieron entender las autoridades. Los inversionistas no fueron estimulados para abrir nuevos negocios en zonas peligrosas, donde los delincuentes son los dueños de vidas y haciendas.
En la Ciudad de México la espiral de violencia crece incontenible. ¿Dónde quedó la seguridad y la paz? La criminalidad es el tema de todos los días. Las zonas peligrosas se multiplicaron por toda la capital. Los horarios de la vida nocturna sufrieron ajustes ante el sinnúmero de acciones criminales. Colonias tranquilas fueron alcanzadas por la violencia.
¿Cómo recobrar la seguridad? ¿Alguien tiene alguna idea? Parece que el conflicto no tiene para cuándo acabar. Ojalá y esté equivocado.
Feliz fin de semana.