Cuentas claras
Freddy Sánchez jueves 1, Nov 2018Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Ya ni qué decir; quizá solamente alguien debe estar equivocado.
Porque es imposible que dos aseveraciones contradictorias tengan la misma veracidad.
Tal es el caso de los beneficios y perjuicios derivados de la cancelación del aeropuerto en Texcoco.
Más allá pues de las polémicas existentes y por haber en este asunto, una cuestión debe quedar absolutamente esclarecida ante la sociedad mexicana.
O sea lo que realmente se ganará o por el contario se perderá debido a la decisión tomada por el gobierno que asumirá la primera magistratura del país, el próximo primero de diciembre.
En ese tenor es preciso dejar de hacer las “cuentas del gran capital” sobre los supuestos beneficios y al mismo tiempo dejarse de fatalismos sobre grandes pérdidas por la cancelación del aeropuerto en Texcoco.
Acabar con las especulaciones es fundamental para tranquilizar a la sociedad y de paso serenar a los mercados, las calificadoras y los inversionistas nacionales y extranjeros.
Justo es, por lo tanto, aclarar si el cambio de planes en materia de aviación comercial, se traducirá en una ganancia de cien mil millones de pesos y no una pérdida de doscientos noventa mil millones de pesos.
Y es que una de dos: o se equivoca Andrés Manuel o se equivocan los que lamentan la cancelación del aeropuerto en Texcoco.
El primero festejando que con la decisión tomada nuestro país se verá ampliamente beneficiado y los segundos, ( encabezados por la Coparmex), despotricando por la primera gran decisión del futuro gobierno, (antes de comenzar a gobernar), constituye un error de consecuencias funestas.
Dos posturas, francamente, irreconciliables. Y lógicamente propicias para el desconcierto y la incertidumbre.
De tal suerte que es menester que las partes en desacuerdo prueben sus dichos fuera de toda duda.
Que se ponga sobre la mesa, sin manipulaciones ni intentos oscurantistas, lo que realmente significará para México la cancelación del aeropuerto en Texcoco.
Tal como se afirma desde la posición del gobierno entrante, en el sentido de que no habrá quebranto al patrimonio nacional, sino más bien un saldo a favor en ahorro de los dineros públicos, por la cantidad de cien mil millones de pesos.
O más bien lo que los inversionistas en Texcoco y la amplia corte de seguidores de éstos, se han dado a la tarea de desmentir, asegurando que en realidad el hecho de no continuar con la obra, se traducirá en un costo a pagar por el erario superior a los doscientos noventa mil millones de pesos.
Ante tal contradicción inevitablemente tiene uno que peguntar: quién miente y quién dice la verdad.
Eso necesariamente habrá que ponerlo en claro dando a conocer los pesos y centavos que se dejarán de gastar con el cambio de planes al haberse decidido la opción de Santa Lucía y, obviamente, también lo que en total costará la cancelación de aeropuerto en Texcoco.
Una información que debe incluir un avalúo exacto de lo que costarán las nuevas obras de aviación, la infraestructura urbana de apoyo y lo que se tendrá que gastar por cualquier otro concepto para echar a andar con un adecuado margen de funcionalidad tanto Santa Lucía como Toluca y la ampliación en el Benito Juárez.
Además, naturalmente, sobre lo referente a indemnizaciones para los inversionistas y constructores de Texcoco y el costo por el desperdicio de toneladas de fierro y de concreto a resultas de la suspensión de los trabajos realizados hasta ahora.
De modo que para que no haya dudas es indispensable hacer cuentas claras.