Sube 68% costo para potabilizar el agua
Cd. de México jueves 1, Nov 2018- Urbanización
La potabilización del agua remitida a las ciudades de México y Toluca por medio del Sistema Cutzamala es cada vez más costosa. Los investigadores Lucía Madrid y Manuel Perló expusieron que este proceso se encarece debido a la urbanización y el aprovechamiento ilegal de caudales alrededor de las siete presas abastecedoras.
De 25 mil toneladas anuales de sulfato de aluminio adquiridas en 2012, el Cutzamala ha tenido que incrementar la cantidad del compuesto principal utilizado en la planta de Berros para la potabilización del agua a 35 mil toneladas en 2017, expuso Madrid, investigadora del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible.
El gasto anual pasó de 41 a 69 millones de pesos en cinco años, 68 por ciento más debido a la creciente urbanización con asentamientos irregulares en la montaña, cuyas descargas de drenaje van directo a las presas o a los canales a través de los cuales es enviada el agua a la potabilizadora.
“Sedimentos de prácticas agrícolas y excretas de ganadería, y asentamientos son arrastrados a los canales por donde el agua es enviada a Berros para la potabilización, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) invierte cada vez más en la infraestructura de Cutzamala.
“Pero no destina fondos al manejo de la cuenca, cuando es una inversión sustentable y necesaria”, apuntó la experta.
Antes de las presas, existen por lo menos mil 400 tomas clandestinas, con mangueras y bombas colocadas para regar cultivos agrícolas de productores sin un sistema ordenado y tecnificado de riego, agregó Perló. “El Cutzamala recibe un subsidio de 6 mil millones de pesos, que beneficia a los habitantes de Ciudad de México, pero sin arreglar los problemas, en este caso sociales, estructurales en la cuenca”, planteó el experto del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
La planta de Berros está rodeada por una red de presas de 50 kilómetros en Edomex, Michoacán y Guerrero, donde la expansión urbana es desordenada por ausencia de una planeación regional, que el Gobierno federal tampoco ha asumido, agregó.
En las presas mayores, Valle de Bravo, Villa Victoria y El Bosque, hay descargas directas del drenaje municipal o particulares, que enturbian el agua, que después es potabilizada.
“Una parte del pago del agua en bloque cubierta por Ciudad de México a la Federación debería destinarse a atender la cuenca”, demandó Lucía Madrid.
Todos los usuarios del Cutzamala podrían aprovechar los caudales, pero con base en un programa integral de desarrollo en la región, inexistente hasta ahora, concluyeron.