Guerreros guerrerenses
Francisco Rodríguez lunes 17, Ene 2011Índice político
Francisco Rodríguez
Marginación, pobreza, insalubridad… corrupción y desgobierno, así como una “ocupación” militar que se da prácticamente desde la época de las luchas sociales de Lucio Cabañas y Genaro Vázquez -ahora, so pretexto del combate a la siembra y trasiego de enervantes- han exacerbado el carácter recio, muchas veces indomeñable, del pueblo guerrerense. Son guerreros.
Si a ello se suma hoy la violencia impuesta por los cárteles de la droga y de las fuerzas federales que los combaten -para que sólo quede vivo y actuante el de Joaquín El Chapo Guzmán-, más la que imponen los distintos grupos políticos en su voraz búsqueda del poder, lo que hoy tenemos en Guerrero es altamente preocupante.
La disputa hoy en la entidad sureña no es sólo por la gubernatura estatal. En Guerrero, hoy, como en Baja California Sur, Nayarit, Estado de México, Michoacán, Coahuila más adelante, lo que ya está en juego es la sucesión presidencial del 2012. Es por tal que en el estado que mal gobierna Zeferino Torreblanca hoy se enfrentan tres de los aspirantes a relevar a quien hoy ocupa Los Pinos: Enrique Peña Nieto, Manlio Fabio Beltrones y Marcelo Ebrard. De ese trío, el más desesperado por “posicionarse” es el jefe de gobierno del Distrito Federal.
Fue él quien cooptó para lo poco que queda del PRD al ex priísta Ángel Heladio Aguirre. Por sobre Peña y Beltrones, es Ebrard quien más ha visitado la entidad guerrerense para “fortalecer” la campaña de “su” candidato. De quien está jugando por él los prolegómenos de la sucesión 2012.
Son muchos los recursos del gobierno capitalino los que ahora mismo están utilizándose en la campaña perredista guerrerense. No sólo económicos -ahí están las “comisiones” de la llamada Supervía y los nuevos segundos pisos-, incluso humanos y entre ellos destacan las brigadas que ya han hecho de las suyas en comicios recientes, como los de Durango y Oaxaca, entre otros.
No que los priístas no hagan uso de estos recursos en estas elecciones. Pero las más beligerantes, hasta ahora, han sido las que han llegado a Guerrero provenientes de la capital nacional.
En Durango, poco antes del 6 de julio inmediato anterior, 21 enviados de Ebrard fueron detenidos por las fuerzas de seguridad locales, previo a que estos detonaran actos violentos que pretendían achacar a las huestes del entonces gobernador Ismael Hernández Deras. Jesús Ortega fue quien entonces salió a dar la cara y justificó la presencia ahí de esas personas, señalando que se trataba de “abogados” destacamentados en el estado norteño para documentar el fraude que preparaban los tricolores.
Para el caso de Oaxaca, diputados a la Asamblea Legislativa del DF opositores a Ebrard denunciaron que éste pretendía “reventar las elecciones con grupos de choque del Frente Popular Francisco Villa (FPFV)”, mismos que, antes de la fecha comicial, actuaban en los municipios de Pinotepa de Don Luis, San José del Progreso, Huatulco, Zaachila, Guelatao y Cuajimoloyas.
Con tales antecedentes confirmados, vale la pena preguntar si en Guerrero, ahora mismo, ¿están ya actuando los grupos de choque ebrardistas?
También si ¿fueron estos grupos los que, a la mitad de la semana anterior, “armaron” la agresión a Guillermo Sánchez Nava, para inculpar de la misma a los priístas que apoyan la candidatura de Manuel Añorve?
Hay indicios de que pudiera haber sido así. Para empezar, que en el sitio de la supuesta agresión hayan quedado “sembradas” gorras con propaganda del candidato del PRI, cuando de ser éstos los agresores se hubiesen cuidado de no dejar ninguna pista que condujera a su supuesta autoría.
Luego, que al parecer se ha superlativizado el estado de salud de Sánchez Nava, quien en cuestión de horas pasó de una sala de terapia intensiva “a piso”.
Y para cerrar el círculo, la tonante declaración del propio Marcelo Ebrard -en otra de sus visitas a Guerrero-, señalando que la violencia sólo se da en las entidades que son gobernadas por el PRI. Aunque, hasta donde se sabe, a Guerrero lo mal gobierna un personaje que supuestamente es perredista.
Mucha violencia en Guerrero. La que le es consustancial, dadas las condiciones de marginalidad y corrupción gubernamental. Más la que añaden los cárteles de la droga y sus primos los cárteles políticos.
Índice Flamígero: Así lo publicaba el diario Milenio, el 10 de marzo de 2009: “A decir de Elba Garfias, diputada de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y precandidata a diputada federal el grupo de choque que utiliza “la gente del jefe de gobierno” es conocido como Los Camarones, que es el mismo mote con que los perredistas y funcionarios del gobierno capitalino ubican a Alfredo Hernández Raigosa, director general de Regularización Territorial del gobierno del Distrito Federal y cuyo jefe directo es el mismo Marcelo Ebrard”.