Espíritu de la Ley Kumamoto llega a la CDMX
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 29, Oct 2018Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Menos dinero a partidos políticos: Carlos Hernández Mirón
- Uso de tecnología satelital para asegurar destino de apoyos al campo, propone Víctor Villalobos
“Es impostergable e ineludible la reducción del gasto público en áreas no prioritarias, para destinar recursos a la atención de las necesidades de los habitantes de esta Ciudad, tales como agua, salud, educación, transporte y demás”, señaló el diputado local Carlos Hernández Mirón, al presentar ante el pleno del Congreso de la Ciudad de México una iniciativa que pretende disminuir un 50 por ciento las prerrogativas públicas que reciben los partidos políticos.
La propuesta legislativa, sin duda, tomando en cuenta la abrumadora mayoría con que está representada la bancada parlamentaria del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados políticos del PT y PES, será aprobada en sus términos y podría entrar en vigor a partir del año de 2020, ya que, por tratarse de una reforma a la Constitución local, la iniciativa no podrá ser votada sino hasta el segundo periodo ordinario de sesiones del recinto de Donceles, es decir en febrero del año próximo.
La idea de reducir el financiamiento público a los partidos no es mala, incluso podríamos decir que tampoco es nueva si consideramos que en Jalisco el año pasado, en junio, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dio visto bueno a una ley que aprobó el Congreso estatal a iniciativa del diputado independiente Pedro Kumamoto, por lo que con ese trámite dicha entidad se convertirá en la primera del país en reducir los recursos que se les entregan a los partidos políticos y ahora esa ley, también conocida como “Sin voto no hay dinero”, entrará en vigor en 2019.
En la LXIII Legislatura del Congreso de la Unión, el también diputado independiente Manuel Clouthier presentó una iniciativa que propone alcanzar la actuación de los partidos políticos a nivel nacional y muy acorde con la propuesta presentada en la ley Kumamoto.
Entonces no está mal que el espíritu de esa iniciativa se retome para la capital de la República, por el contario la propuesta se deba implementar en todo el poder legislativo tomando en cuenta que la percepción que la ciudadanía tiene sobre partidos políticos es que son muchos, muy pocos resuelven y la mayoría solo se hace notar en tiempos electorales.
El hartazgo es evidente, los ciudadanos no se sienten representados y por si eso fuera poco a los partidos se les tolera todo, ahí están por ejemplo la falta de transparencia en el manejo de recursos, la simulación en la rendición de cuentas, los gastos indiscriminados y fuera de la ley en tiempos electorales, por mencionar parte de sus fallas.
Lo que hoy se propone para la vida política de la CDMX a simple vista cuenta con el visto bueno de una amplia mayoría de ciudadanos, pero la reducción de los referidos recursos no debe quedar ahí, sino que en paralelo el poder legislativo debe garantizar que éstos se aprovechen y tengan impacto entre la población más necesitada, así como fortalecer los programas de combate a la corrupción y restablecer la paz ante los altos índices de inseguridad que vive el país.
Papel y tinta nos haría falta para enumerar la problemática citadina, de ahí que los ahorros deben ser utilizados en asuntos prioritarios, en lo que la gente más necesita. Ese es el espíritu de la iniciativa conocida como Ley Kumamoto, ojalá que esa propuesta prospere entre los capitalinos y en todo el país, porque eso obligaría a los partidos políticos a no olvidarse de la ciudadanía, es decir a ganarse el voto.
PASO SIN VER.- En 2018 la bolsa total de los partidos a nivel nacional ascendió a más de 6 mil 500 millones de pesos, en tanto que para los de la Ciudad de México significó un total de 408 millones, lo que para un país con muchas necesidades es, a nuestro modo de ver, mucho dinero echado a la basura.
VA MI RESTO.- Ya que hablamos de reparticiones del presupuesto público, funcionarios de primer nivel del gobierno entrante del ramo agrícola están diseñando una estrategia para la entrega de recursos y apoyos al campo, sin que pasen por las manos de sus líderes, porque hay indicios de que éstos se quedan con la mayor parte de esos recursos.
La estrategia consiste en la entrega de una tarjeta bancaria Bienestar, a través de la cual les van a depositar a cada uno de los productores de granos básicos y oleaginosas.
Se entregarán antes de que inicien las siembras y para ello se van a apoyar con los sistemas satelitales para georeferenciar los predios que declaren los productores que van a sembrar.
Esto fue comentado por Víctor Suárez Carrera, propuesto por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, a ocupar la titularidad de la Subsecretaria de Agricultura, a varias personas que se encontraban en un conocido restaurant del sur de la Ciudad de México.
La idea no es mala, sobre todo cuando en el texto de 6° Informe del Presidente Enrique Peña Nieto se señala que de enero de 2014 a junio de 2018, Proagro Productivo otorgó 51 mil millones de pesos en beneficio de un promedio de 1.9 millones de productores cada año, dato que por supuesto suena bien pero habrá que ver si los apoyos se dieron a la palabra directamente a productores, líderes o funcionarios. Y como esos datos hay otros en Progan y Propesca.
Así que Suárez Carrera no la tiene fácil y los productores del campo están deseosos que sus propuestas no se vayan a quedar en una mera charla de café, eso dicen, y hasta aquí porque como veo doy.