Saqueo de Pemex
Freddy Sánchez jueves 25, Oct 2018Precios y desprecios
Freddy Sánchez
—Es legal, no hay fraude—…
Le decía una señora a otra en alusión a una de tantas simulaciones jurídicas tramposas, (artificio hecho para engañar), con lo que unos cuantos ganan mucho y otros no ganan nada, sino que más bien pierden dinero, salud y tranquilidad.
Se trata de aquel socorrido garlito de las “pirámides”, pensadas para engañar con dolo y descarada “mala leche”.
Artificio de trúhanes voraces e inescrupulosos.
Inquina “preconcebida” similar a la que aparentemente sufren de tiempo atrás los trabajadores sindicalizados.
Lo que viene a cuento, justamente, a propósito de una denuncia contra la dirigencia nacional del sindicato petrolero, encabezada por Carlos Romero Deschamps.
El denunciante es otro líder de larga trayectoria en las gestas sindicales, Raúl Romero Maldonado, que no una sino varias veces se ha presentado a referir ante distintas instancias de justicia en el país, (según él mismo lo ha dicho en entrevistas con distintos medios de comunicación), diversas y constantes conductas posiblemente constitutivas de delito, por parte del dirigente nacional de los trabajadores petroleros y su séquito de colaboradores.
Supuestas “quiebras” financieras por sumas millonarias en fideicomisos manejados irregularmente, actos sistemáticos de corrupción entre autoridades administrativas de Pemex y el sindicato que preside Romero Deschamps, lo que se ha traducido en grandes mermas en el patrimonio de los impuestos que todos pagamos, además de la conculcación de diversos derechos adquiridos por los trabajadores petroleros y arreglos de dudosa legalidad para inducir jubilaciones adelantadas de líderes incomodos, entre otras serias acusaciones.
Que en suma equivalen a una “gigantesca montaña” de imputaciones, todas ellas, formuladas por Romero Maldonado, en su calidad de fundador y presidente del Frente Nacionalista Petróleo, Energía y Agua. Las receptoras de las denuncias han sido la Procuraduría General de la República y la Procuraduría del Distrito Federal.
Y el debido seguimiento de dichas indagatorias, quedó a cargo de la subprocuraduría especializada en investigación de delitos federales.
El acusado directamente, en las actas levantadas sobre lo denunciado, es Romero Dechamps, pero se incluye a los demás integrantes de la dirigencia sindical petrolera.
De modo que en cuanto a denuncias e indagatorias sobre presuntas irregularidades en torno a las actividades del sindicato petrolero, hay para dar y prestar.
Podría decirse incluso respecto a tales denuncias como se dice en la letra de una canción: “nunca se acaban”.
El caso es que tampoco se sabe a ciencia cierta si las denuncias demostraron hechos constitutivos de delito, que dieran lugar a la consignación penal de los presuntos responsables de haber incurrido en delitos contra Petroleos Mexicanos y, naturalmente, el patrimonio de la nación.
O por el contrario, que ante tales denuncias los acusados hayan sido debidamente exonerados, impidiendo con ello que la sociedad siga elucubrando que se trata simple y llanamente de una de varias pantomimas de la justicia para encubrir las corruptelas de los amigos, socios o contlapaches de otros corruptos con fueros y privilegios institucionales.
Por eso es importante, que ante los hechos denunciados se procesa con imparcialidad a realizar las indagatorias correspondientes y de encontrarse elementos que infieran culpa de los acusados, que se actué como debe ser porque basta ya de solapar bribonerías contra los trabajadores y la nación.
Justo es decir entonces que para el próximo sexenio, si hemos de creer en un gobierno de “honestidad valiente” con Andrés Manuel al frente, llegó la hora de poner punto final a cualquier forma de saqueo de Pemex.