Éxodo de dolor
¬ Salvador Estrada martes 23, Oct 2018Folclor urbano
Salvador Estrada
La caravana de hondureños es larga muy larga, según se ve en fotografía tomada desde las alturas sobre el puente que cruza el río Suchiate en la frontera de Guatemala-México.
Sin embargo, muchos hondureños no esperaron más y cruzaron el río, en balsas o a nado y llegaron a Ciudad Hidalgo, Chiapas, y cayeron en el parque central, después de un enfrentamiento con la policía, que los quiere frenar.
Algunos detenidos y otros golpeados.
El espectáculo en esa población chiapaneca muerde el corazón y lastima el alma: mujeres embarazadas, niños y niñas, sucios y harapientos, los hombres angustiados y los pequeños llorando.
No tienen qué comer ni sanitarios. Duermen en el suelo y amontonados.
El presidente norteamericano, Donald Trump, advirtió que si no detenían esa caravana, cuyo destino final es entrar a Estados Unidos, retiraría su ayuda a Honduras, Guatemala y El Salvador.
México ofrece solicitudes de refugio, pero por falta de personal, solamente puede otorgar 640 y se tardan 45 días en entregarlas. Muchos serán repatriados y otros más se quedaran.
El presidente Peña Nieto se comprometió con los presidentes de Honduras y Guatemala, a promover una migración segura, regular y ordenada,
La Ciudad de México, según dijo su gobernante José Ramón Amieva, se prepara para recibirlos y darles albergue en la Casa del Peregrino, en la Villa de Guadalupe, en donde hay lugar para mil hondureños. Se calcula que para mañana empiecen a llegar los primeros a la capital porque más de mil ya arribaron a Tapachula.
Y aunque usted no lo crea el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió al presidente Trump, “que abra las puertas a los miles de migrantes de Honduras que buscan llegar a Estados Unidos” Maduro, que es enemigo del mandatario estadunidense, ahora le pide a Trump quizá porque le pegó muy fuerte en el corazón, que sus paisanos venezolanos también son migrantes que están huyendo hacia Colombia, Brasil y Ecuador por la violencia y el hambre y el desempleo y por la dictadura que él ejerce.
El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, ante la información de “la caravana del dolor” anunció que hablará con los presidentes de Guatemala y Honduras para que se abran fuentes de trabajo en esos países y él lo hará en la frontera sur de México.
Este éxodo de dolor debe ser entendido con sentido humanitario y no ver a los hondureños como los ve Trump que asegura “no son angelitos, sino criminales bien curtidos”. Y esa declaración es una de las muchas tonterías que ha expresado y como las que están manejando en rede sociales en donde ponen de manifiesto su xenofobia.
Los mexicanos tenemos que ser solidarios con los hondureños y con todos los migrantes porque en Estados Unidos casi un millón de mexicanos están en lista de espera para que los echen del país. Y será otro éxodo de dolor.
Y Cristo tiene razón: “Ya saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las oprimen”.