Cambio de lenguaje
¬ Salvador Estrada jueves 18, Oct 2018Folclor urbano
Salvador Estrada
El lenguaje en la Cámara de Diputados ya no es el de los grandes oradores, como lo fue en el siglo pasado, porque ahora los señores legisladores ya “se faltan el respeto” en la comparecencia de una secretaria de Estado.
El embajador y periodista Federico Barrera Fuentes, de una gran memoria, comentó que en su tiempo la Cámara de Diputados olía a pólvora, porque era de machos y hoy huele a perfume y a la lavanda, porque es de muchos, hombres y mujeres.
Precisamente, la secretaria Rosario Robles, en su comparecencia, por agredirla y otros por defenderla, llegaron incluso a ofender al presidente Juárez, bueno al que fue presidente del PRI, René Juárez, quien también aportó su granito, al salir en apoyo de la secretaria de Sedatu, quien aguantó las embestida de los diputados, a quienes les dijo que ella no necesita “que le den amnistía”.
¡Claro que no la necesita! porque ella tiene amnesia y de lo que puedan acusarla ya no se acuerda, ya es pasado, y el pasado ya voló.
Y el diputado Gerardo Fernández Noroña, del Partido del Trabajo, que es el bronco del redil, cuando “se calentaron las curules” le mentó la madre a Luis Enrique Miranda, ex secretario de la Sedesol, compadre del presidente Enrique Peña.
¡Oh por Dios! las diputadas fifí, exclamaron, porque aún no saben qué es una comparecencia caliente, y aunque muchas se persignaron ante esas palabrotas, se quedaron pasmadas cuando Miranda, ex secretario de Sedesol, le devolvió la mentada a Fernández Noroña, pues vas y chingas a la tuya…
La Robles, aguantando todo el peso de las acusaciones morenas, porque el PRI y verde-ecologista, la defendieron, pero fue tan débil la defensa, que ella solita le echó de su ronco pecho:
“Yo no voy a renunciar. Tengo mucho trabajo todavía. Yo no voy a tener fuero. Voy a ser una ciudadana común y corriente que le hará frente a cualquier autoridad, porque tengo las manos limpias y tengo la conciencia tranquila”.
La secretaria de la Sedatu llegó vestida de blanco al recinto parlamentario como para poner de manifiesto su honestidad y su honradez por “las cochinas dudas” de que le vieran en su vestimenta alguna marca de la “estafa perfecta”.
A esta estafa se le calificó así porque cuando también fue secretaria de Sedesol se desviaron fondos a las universidades de provincia y lo mismo sucedió en su actual administración en Sedatu, por lo cual 700 millones de pesos se “esfumaron”. Y nadie sabe, nadie supo.
En la tribuna, mientras la secretaria comparecía, diputados morenos lucieron mantas en donde acusaban a la Robles de robo a la nación, por lo cual debería pedir perdón a los mexicanos y que no se diera “borrón y cuenta nueva”.