Comparten tultepequenses testimonio del movimiento estudiantil de 1968
Estado de México* lunes 15, Oct 2018- A 50 años de la masacre
Tultepec, Estado de México.- En conmemoración de los 50 años de la masacre de estudiantes en Tlatelolco en 1968, y como parte del Ciclo de proyección de películas que se llevan a cabo cada mes en el patio central de la Presidencia Municipal de Tultepec, se presentó la cinta Tlatelolco Verano del 68, como un recordatorio de lo ocurrido a las nuevas generaciones.
Previo a la proyección de la cinta, autoridades municipales y el público asistente, escucharon los testimonios de Erasmo Hernández Márquez y Felipe Urbán Vázquez, ciudadanos de Tultepec, participantes activos del movimiento estudiantil y testigos presenciales de los hechos.
Erasmo Hernández Márquez, se dijo orgulloso y afortunado de haber formado parte de ese movimiento, pero sobre todo por haber sobrevivido a esa barbarie, aunque consideró que muchas de las demandas de aquellos tiempos siguen sin cumplirse.
El doctor Felipe Urbán Vázquez de manera muy emotiva compartió con la audiencia una serie de anécdotas vividas cuando él cursaba el último grado de preparatoria en el Plantel No. 9 de la máxima casa de estudios del país.
Ambos coincidieron que el movimiento estudiantil y la lucha por la igualdad de derechos que se dio en aquellos tiempos, debe servir como un ejemplo de lucha por las causas justas para las nuevas generaciones.
Al agradecer su presencia y sus testimonios, el alcalde Armando Cervantes Punzo destacó la importancia de conocer de viva voz parte de la historia de México, “sobre todo para generar conciencia de la lucha que se dio en aquellos años y de los cambios sociales que se fraguaron”.
Lamentó que a pesar de lo acontecido aún haya quienes todavía gozan de lo que fueron las prebendas del poder de ese año como es el caso del ex Secretario de Gobernación y ex presidente de México Luis Echeverría Álvarez.
“No con ánimo de venganza, sino de que México siga cambiando para bien, es bueno no olvidar lo ocurrido en 1968, y es importante que ésta sea una fecha muy presente en los jóvenes de hoy y de generaciones futuras, como un símbolo de lucha para lograr una transformación favorable de derechos, igualdad, fraternidad y solidaridad para todos”.