Violencia e inseguridad
¬ Augusto Corro viernes 12, Oct 2018Punto por punto
Augusto Corro
Inseguridad y violencia son dos de los principales retos que enfrentará el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Será una tarea titánica resolverlos. Llevará varios años realizarlo y obtener resultados positivos. ¿Cómo empezar a armar el rompecabezas?
Porque debemos entender que la corrupción y la impunidad juegan papeles importantes en la espiral de violencia. Por ejemplo, en las policías municipales y estatales, como eslabones débiles, la delincuencia no tuvo obstáculos para infiltrarse.
Esas alianzas criminales actúan en todo el país. Tuvieron una participación determinante en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
En otras regiones, los representantes de la ley también se aliaron con los criminales para participar en acciones delictivas.
La corrupción y la impunidad propiciaron que proliferaran las bandas de delincuentes que no sólo se dedicaron al negocio de las drogas, sino también a otras actividades, como la extorsión y los secuestros.
A nivel nacional las autoridades federales no tuvieron la capacidad para derrotar a los cárteles de la droga.
Desde el sexenio anterior, falló la guerra del gobierno contra el crimen organizado. En la presente administración de Enrique Peña Nieto se repitió. Terminará como la más violenta de la historia.
Ante el fracaso en la lucha contra la delincuencia se multiplicaron los grupos de maleantes y decidieron actuar sin temor a las autoridades.
México es uno de los países donde el índice de impunidad es muy alto. Más del noventa por ciento de los crímenes no son investigados, menos castigados. El fracaso de las autoridades se volvió un estímulo para la delincuencia que asalta, secuestra y asesina sin el temor de terminar en la cárcel.
En el presente, sólo escuchamos discursos sobre la erradicación de la violencia y la inseguridad. ¿El nuevo gobierno terminará la guerra contra la droga en tres años cómo pretende? ¿Será efectivo el combate? Es importante que las autoridades en el próximo sexenio no repitan la estrategia fallida de Calderón y Peña Nieto.
Si algo le sirve de consuelo, el presidente electo Andrés Manuel López Obrador adelantó que para el 1 de diciembre lanzará una convocatoria para que cerca de 50 mil jóvenes se sumen al Ejército, a la Marina y a la Policía Federal, con el objetivo de “serenar al país”.
EL DOLOR DE CABEZA
Sigue abierto el expediente del diputado de Morena, Cipriano Charrez Pedraza, quien, según testigos, manejaba ebrio una camioneta que chocó contra otro vehículo en el que pereció una persona.
La Fiscalía de Hidalgo confirmó que trabaja en la integración de la carpeta de investigación en torno al mencionado accidente, en tanto, en la dirigencia de Morena guardan silencio, en este asunto que se refiere a la total irresponsabilidad del legislador.
Resulta, que el tal Charrez Pedraza, tras el accidente huyó del lugar apoyado por uno de sus ayudantes. Claro, el diputado lo niega, pero las mismas autoridades y los testigos afirman que, efectivamente, el morenista venía al volante, ebrio, y que se fue del sitio del accidente, sin prestar ayuda a la víctima.
Por otra parte, el diputado Antonio Ortega (PRD), vicepresidente del Comité de Decanos de San Lázaro, dijo que el asunto de Charrez Pedraza podría ser analizado en ese órgano, pues el comportamiento del diputado puso en entredicho al resto de los legisladores.
En fin, algo tendrá que hacer el partido Morena, pues los electores votaron para poner fin al influyentismo del que hace gala el diputado Charrez Pedraza, un sujeto protagonista en varios escándalos.
LA GASOLINA CARA
En algunos expendios en el interior del país la gasolina, la Magna, la más barata, ya cuesta 21 pesos 28 centavos el litro. En la Ciudad de México ya rebasa los 20 pesos.
¿De qué se trata? Parece que a nadie le interesa el incremento en los precios de combustible.
Resulta que los productos de consumo básico siguen al alza. Es lógico. Si la gasolina sube automáticamente todo se va a las nubes.
El problema es que el nuevo gobierno asume el poder hasta el 1 de diciembre próximo. Es decir que faltan dos meses y medio que podrían ser aprovechados por el gobierno actual para permitir, de acuerdo a sus intereses, la elevación en los precios del combustible, al fin que ya se va. Ni hablar.
Feliz fin de semana.