Barbarie
¬ Augusto Corro lunes 8, Oct 2018Punto por punto
Augusto Corro
¿Qué se puede esperar de una sociedad donde en un año se registraron 31 mil homicidios?
Formulamos la pregunta porque el comportamiento de la gente es cada vez más violento con hechos atroces.
Las autoridades y sus instrumentos de brindar seguridad fueron rebasados. Desde el sexenio del presidente Felipe Calderón desapareció el respeto a la vida.
La ola de crímenes creció hasta convertirse en un problema social de pronóstico incierto, por una razón: se desvirtuó la aplicación de la ley.
Surgieron la corrupción y la impunidad y los criminales intocables pudieron cometer toda clase de crímenes. Ahí en esa lista se encuentran los miles desaparecidos, las masacres entre las bandas de delincuentes, las extorsiones, la trata de personas, los linchamientos, los feminicidios, etc.
Sin duda, la sociedad mexicana se encuentra expuesta a hechos violentos, cuyos resultados en el orden de la criminalidad podrían ser superiores a los registrados el año pasado.
Algo tendrá que hacerse para que regrese la seguridad a México. Las autoridades tendrán que aplicarse en la erradicación de la violencia con carácter de urgente.
Es mucho el daño que hicieron las bandas delincuenciales durante los dos últimos sexenios en los que miles de hogares fueron enlutados.
Hechos espeluznantes
En Ecatepec, Estado de México, fue detenido un matrimonio formado por Juan Carlos “N” y Patricia “N” que podrían pasar a la historia de la criminalidad.
Según la policía, dicha pareja fue detenida la semana pasada y es investigada por su presunta responsabilidad en los asesinatos de diez a veinte mujeres. Tras una serie de denuncias sobre el comportamiento extraño de los mencionados esposos, las autoridades empezaron a vigilarlos.
No tuvo que pasar mucho tiempo para que la policía tuviera pruebas suficientes para inculpar a la pareja, pues en una carriola transportaba restos humanos.
De acuerdo con las investigaciones, se pudo establecer que por lo menos tres mujeres con reporte de desaparición tuvieron alguna vez tuvieron contacto Juan Carlos y Patricia.
El citado matrimonio confesó que escondió más restos humanos en un lote baldío y en dos inmuebles, tras depositarlos en cubetas de plástico que cubría con cemento o en el refrigerador. Los asesinos también le dijeron a las autoridades que mataron a una mujer y al bebé que llevaba en los brazos lo vendieron a una pareja, que ya fue detenida por la policía.
Sin duda estamos ante hechos atroces que reclaman un mayor compromiso de las autoridades para evitar que se repitan. ¿Se podrá?
La “lana” es primero
Los legisladores no cejan en su amor por el dinero. Nos referimos a los diputados que ya tienen asegurado su aguinaldo.
Al grito de la “lana” es primero diferentes coordinadores de los 500 legisladores dijeron que es una acción legal la entrega de 209 mil pesos de dieta, aguinaldo y tres distintos apoyos el próximo diciembre.
Seguramente esa generosidad económica se encuentra dentro de la ley, nadie la duda. Sin embargo, este no es el tema a discutir. La cuestión es sobre la austeridad en la conducta de los políticos.
¿Cómo es posible tanta insensibilidad política en los legisladores? ¿No saben que viven en un país donde alrededor de 56 millones de mexicanos son pobres? ¿Qué una gran parte de esta gente vive en extrema pobreza?
Desde siempre se criticó la actitud de los levanta dedos en San Lázaro y en la Cámara de Senadores, con sus respectivas excepciones, por sus innumerables beneficios desde los salarios hasta prestaciones.
Los diputados que forman la oposición están en su derecho de sumarse o no a la política de la austeridad. No están obligados a hacerlo.
Quienes sí tienen la obligación moral o política de sumarse a la austeridad tan cacareada, son los diputados del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
El motivo es simple, los electores los llevaron al poder y en San Lázaro son mayoría suficiente para votar por leyes y conductas de austeridad; por el cambio, pues.
Sin embargo, parece que no se encuentran en condiciones de hacer caso a quienes votaron por ellos, por aquellos que quieren menos legisladores insensibles y abusivos. ¿Los diputados morenistas elegirán el gatopardismo? Sí, la política de que todo cambie para que todo siga igual. ¿Usted, amable lector, qué opina?