Miguel Ángel Pech, de catedrático mediocre, a Fiscal General fracasado en Q. Roo
José Luis Montañez Aguilar lunes 1, Oct 2018La Ley de Herodes
José Luis Montañez
La mayoría de los amigos del ex Fiscal General de Quintana Roo, Miguel Ángel Pech, lo defendían, diciendo que era un excelente catedrático y que además una garantía para combatir la criminalidad en la entidad.
En la práctica nunca lo demostró y el puesto de impartidor de justicia le quedó muy grande a este funcionario, que más bien pareció siempre actuar por consigna y no apegado a Derecho, como era de esperarse.
Autoritario, prepotente, enemigo de la prensa y de todo aquel que lo criticara, Miguel Ángel Pech tuvo siempre excusas sacadas de la manga para justificar sus pifias en la Fiscalía General, donde todo el personal se convirtió en una burocracia espesa y sin capacidad para resolver los problemas que genera una delincuencia al alza, producto de tanta impunidad a lo largo de estos dos años que el renunciante funcionario permaneció al frente de una institución tan delicada y que preocupa a todos.
Carpetas de investigación armadas al vapor, con delitos inventados, “chivos expiatorios” para taparle el ojo al macho y callarle la boca a la prensa y a sus críticos fueron la constante en estos 24 meses en los que el “catedrático” Pech Cen fungió como Fiscal General de un estado caracterizado por ser el principal polo turístico del país y uno de los más famosos e importantes del mundo.
De dos años a la fecha, Quintana Roo se ha convertido en una entidad donde el crimen organizado y la delincuencia común y corriente hacen lo que quieren y han sentado sus reales.
Hemos tenido días hasta con diez ejecuciones, mientras que la delincuencia de todo tipo hace víctima de sus delitos a una sociedad indefensa y temerosa.
De unas 200 ejecuciones que se registraban hace 24 meses en la zona norte del estado, donde se ubica Cancún, hemos pasado con asombro a 400 en lo que va de este 2018 y todo parece indicar que cerraremos el año con más de 500 homicidios, en los cuales están involucradas bandas criminales dedicadas al secuestro, extorsión, cobro de piso, narcomenudeo, sicarios, clonadores de tarjetas, trata de personas, estafadores profesionales de todo tipo, agiotistas y delincuentes internacionales, que han convertido a Cancún en su principal centro de operaciones.
Aprovechan la bonanza turística que vive el hermoso destino del Caribe mexicano para “pegarle” con todo a un ciudadano indefenso y convertido en su principal víctima.
Muchas veces, los afectados, son también visitantes, turistas nacionales o extranjeros que no conocen las zonas de peligro, y por ende, son fácil víctima de delitos.
Miguel Ángel Pech pasará a la historia como un procurador de Justicia mediocre e incapaz y poco efectivo.
Nada pudo hacer para contener la ola criminal que ha desestabilizado a Quintana Roo, sobre todo en estos dos últimos años.
El Fiscal General que se va, parece que siempre actuó bajo consigna.
Los detenidos y consignados con las carpetas de investigación que elaboraron Pech Cen y su “eficiente” equipo de trabajo, quedaron en libertad o están a punto de salir de la cárcel, debido a que los expedientes se armaron mal, tenían muchos errores, pero sobre todo, porque se inventaron muchos delitos y en otros casos se encubrió a verdaderos delincuentes. Ese fue su lamentable trabajo.
La impunidad en todos los delitos que se cometen a diario en Quintana Roo, ha propiciado que la delincuencia común y corriente y el crimen organizado actúen a sus anchas en cualquier zona de este paradisíaco lugar, sin tener ningún temor de ser llevados ante la justicia.
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Se ha nombrado a un fiscal interino y ayer domingo llegaron por aire y tierra cientos de elementos del Ejército Mexicano con grupos especiales para reducir la ola criminal que afecta a los 11 municipios del estado. Sobre todo en las ciudades de Cancún, Playa del Carmen y Chetumal, donde la comisión de ilícitos se ha elevado arriba del 200%.
Asociaciones de hoteleros, fraccionamientos residenciales, plazas comerciales y prestadores de servicios al turismo en general, se encuentran alarmados al ver cómo a plena luz del día y sin que autoridad alguna intervenga, se cometen asesinatos, secuestros, robos, asaltos de todo tipo, delitos patrimoniales, qué han hecho que la ciudadanía viva realmente aterrorizada y con los pelos de punta.
Se espera que con los cambios realizados en los últimos días en Seguridad Pública Estatal y la Fiscalía General, así como con la llegada de 3,500 efectivos del Ejército Mexicano, se aplique un Plan Emergente de Seguridad en toda la entidad, que devuelva a los quintanarroenses la paz y la tranquilidad en la que desean y tienen derecho de vivir.