Legalización de la cannabis
¬ Mauro Benites G. jueves 27, Sep 2018Municiones
Mauro Benites G.
Con la propuesta del poder legislativo para legalizar la cannabis con fines recreativos, les pregunto:
¿Qué pensaron los puritanos que impusieron la “ley seca” en los Estados Unidos? que prohibiendo el alcohol se acabaría con este comercio repugnante, que los hombres y mujeres, con la prohibición, dejarían de ingerir venenos y que la vida sería mejor.
Estados Unidos, así como hoy es el más grande y rico mercado para la droga, es el país en el que más alcohol y drogas se consumen, tal vez porque su pueblo es rico y porque hay muchas personas con problemas emocionales y más después del síndrome de Vietnam, que no saben cómo canalizarlos.
El gran país, después de la crisis económica de los años 30’s del siglo XX sanó poco a poco y volvió a su prosperidad perdida. Se acabó la “ley seca”. Ahora cundirán los bebedores por las calles, el alcohol acabaría con todo rastro de conducta moral. Para enorme sorpresa de la gente, a partir de que el alcohol fue legalizado, se abrieron miles y miles de bares, pero lejos de aumentar el consumo de bebidas alcohólicas se redujo muy notable, ¿qué había pasado? Es sencillo de explicar: De cada mil habitantes tal vez 10 son asociables, es decir, están enfermos de la mente y del alma y necesitan fugarse de la sociedad. Son enfermos que necesitan del alcohol y la droga.
El alcohol, a pesar de todas las hipocresías comerciales, es una droga tan dañina para la mente y el carácter como cualquier otra. En México hay casi una cantina, “antro” o “restaurantes” en cada esquina y no por eso se encuentra a cada paso con un ebrio.
Por la sencilla razón que los seres humanos tienen el instinto fundamental de conservar y mejorar su vida, a pesar de la publicidad televisiva de inducir al consumo del alcohol.
¿Pasaría con la cannabis lo mismo que pasó con el alcohol?
Claro que habrá quienes se asusten, pero la experiencia nos dice que si mucha gente bebía alcohol durante la prohibición era por eso, porque estaba prohibido y lo que tiene de rebelde el hombre en su interior gusta de enfrentarse a lo que marca la ley, que lo toma como autoritario. Cuando la cocaína, el tabaco, el alcohol o los alcaloides y toda esa serie de venenos se apoderan de una persona, son acosados por los narco-vendedores, orillando a acciones en los que pierden el respeto por si mismos, generando violencia.
Mientras existan los comerciantes clandestinos de la droga, que con sus sobornos corrompen a policías, jueces, magistrados, y a todo el mundo oficial y no oficial, serán pocos los hombres que no acepten la complicidad.
El maldito dinero es tan seductor, que facilita todas las cosas, envenena el alma y enloquece los sentidos, es el dinero la peor de las drogas.
La única manera de evitar todo este horror, que en México ha llegado ya al colmo en lo que se refiere a corrupción, es solamente legalizarla en un marco jurídico en el que la Suprema Corte presente el proyecto ante el legislativo que incluya la norma del cultivo, es decir, la producción, distribución y venta, agregando el control de calidad y el lugar del consumo de la cannabis, con sus respectivas leyes para cada renglón de lo anterior.
En el entendido que serán los poderes legislativo, ejecutivo y judicial los garantes de que se acaten, y lo más importante, se cumplan. El pueblo de México espera.