¿Qué les espera a Peña Nieto y a sus cómplices?
Francisco Rodríguez miércoles 19, Sep 2018Índice político
Francisco Rodríguez
Allá por mediados de los setentas, en una comida en el restaurante “La Marinera” —por los rumbos de Chapultepec— con el genial caricaturista Abel Quezada, relataba el regiomontano que era difícil tener un tema diario para hacer su cartón de Excélsior. Causaba escozor abordar cualquiera. La represión estaba a todo lo que daba y era importante conservar el periódico de Julio Scherer, tan amenazado cotidianamente por los gorilatos.
Presionado por la ingente necesidad de ocupar el espacio reservado a los grandes, y más a él, heredero de la tradición monera de combate del gran Chango Cabral , su impulsor de siempre, Quezada se dio el lujo de publicar el 3 de octubre de 1968 un cartón totalmente pintado de negro, en señal de luto y de repudio.
Lo mismo que por esos días, de aburrido priato, había subido uno totalmente en blanco, con la única leyenda al calce que decía: con el perdón de los lectores, hoy no se me ocurrió nada. Y mire usted que al gran Abel Quezada siempre se le ocurrían genialidades como las del Charro Matías, Don Gastón Billetes y tantos clásicos de la caricatura política, de gran tradición mexicana.
A veces, a falta de tema de interés, los columnistas tenemos que referirnos a lo que está a la mano, como ese ridículo panfleto que Peña Nieto presentó como VI Informe de Gobierno, repleto de latiguillos infumables, esperpento de la mendacidad y la esquizofrenia, que no fue relatado ante una mayoría silenciosa, cuyos rostros desconoce absolutamente.
Esa mayoría legítima que llegó de las sierras, montes y llanadas a enmendar la plana de un sexenio breve, demasiado breve y fallido en toda la extensión de la palabra y más allá. Esa mayoría, en la que muchos fueron su carne de cañón, su tubo de ensayo de la tortura y la miseria, esa mayoría reprimida…… que le augura una muy atormentada vida, no la que sueña en la Casa Blanca de Las Lomas, no en los verdes campos de golf de Punta Mita, Ixtapan de la Sal, resguardado por fieros mastines del Estado Mayor, transportado en el confort de helicópteros artillados obsoletos, comprados a precio de oro, previo moche.
Peña Nieto es el peor ejemplo de corrupción, sevicia e ignorancia de que se tenga memoria en la difícil antropología del poder unipersonal. Le espera el primer día de un sujeto atrapado en la soledad y en la mediocridad absoluta. El instante en el que abandone el poder —o que el poder lo abandone— sentirá un poco menos de lo que se siente en las carnes de cien millones de mexicanos.
Después de ser un ampuloso Presidente, al momento de ser despojado de la Banda ilegítima, se convertirá en el ser más vulnerable e indefenso, objeto de todas las insidias, ofensas y traiciones morales y materiales de quiera apenas ayer le rendían tributos máximos de todo tipo, cuando era el hombre más empoderado de México durante los pocos meses que duró su llamado sexenio infame.
Va a resultar que finalmente siempre fue el ratoncito más miedoso de aquél parto de los montes en que se convirtió la larga noche pripanista. Se revelará el verdadero carácter del que en mala hora, en una tragedia aciaga, llegó a la cumbre sin un proceso de preparación y adaptación psicológica para cualquier cargo, no sólo el mayor de la jerarquía.
Se sabrán los intríngulis de los aconteceres en el círculo íntimo, las relaciones de la familia, los asesinatos proditorios y la masacre presupuestal y geográfica que se urdieron desde Los Pinos para pasar a la historia como el régimen más corrupto e ignorante de que se tenga memoria.
Robaron a manos llenas, sin recato alguno, sin prudencia ni cordura. Todos los cercanos al de Atlacomulco amasaron fortunas faraónicas, cuyo monto subsistirá a sus flacas memorias. Creen que se irán impunes, inmunes a toda ley y a toda consecuencia jurídica. Todavía no saben lo que les espera.
Y ya ni el autoexilio cabe. Su mundo se ha reducido y no alcanza para tapar tantos excesos. Como les robaron a nacionales y extranjeros no se cree que tengan un puerto de cobijo en alguna latitud. Se cuentan con pocos dedos los lugares alejados donde puedan reposar sus miserables existencias, y estar a salvo de las furias, de los odios, de los reclamos, de las justicias.
Conociendo de pleno a la clase empresarial a la que hizo exitosa, se duda que alguien de ella vaya a guardarle fidelidad, ni gratos recuerdos. Su presidencia fue prestada… hasta que llegara otro más corrupto. Y no llegó. Esta compleja realidad, la terca de siempre, no está para resguardarse pensando en que vendrán tiempos mejores.
Todos van a estar pensando en cómo engancharse al nuevo cabús. Velarán sus armas de la información confidencial para hacer leña del árbol caído y reforzar los elementos de su negociación con el nuevo régimen, a cambio de la cabeza de turco. Ni ellos alcanzan a entender que esos datos ya no son necesarios.
Si alguien tiene consigo todos los datos, los elementos de la consignación, las huellas de los latrocinios y trastupijes cometidos, además de los ilícitos de lesa humanidad que se cometieron, es precisamente su víctima propiciatoria, es decir, el más lastimado, el próximo habitante del Palacio Nacional.
A Peña Nieto le espera una montaña de pendientes delincuenciales, favores no reciprocados, ausencia de obra, acusaciones de toda procedencia y jaez, y un desierto, un páramo donde no habrá amigos, puro dedo acusador, puro enemigo declarado de su corrupción y de su soberbia. Pasará a peor vida.
Y eso que todavía no contamos los asuntos más serios y los problemas internacionales que causaron los actos de corrupción del Tren Bala a Querétaro, Odebrecht, OHL, adjudicaciones petroleras a los enemigos de sus financieros para sacar ventaja, trasiego de amapola quedándose con las maletas, sin reportar la copa a los capos del gabacho, y un largo etcétera que ya da hasta güeva enumerar.
Por el lado del priísmo reaccionario, empoderado hasta el alcance de sus fuerzas, se ven emerger los miembros de la pandilla de relevo. Por él lado del PAN ni se diga, ahí ya no hay lugar para los saldos del Joven Maravilla. Los nuevos vienen a lo suyo. No voltearan ni a verlo, ni a olerlo. Contamina en grado sumo. Sus aliados de ayer son sus peores enemigos del futuro inmediato.
Aquéllos con los que hizo negocios estarán desaparecidos y buscados. No tendrán ni dónde meterse. Pensarán en contestarle el teléfono, si antes o desde ahora no lo han bloqueado. La pomposa Gaviota, en su domicilio playero sexenal, en Miami, esperando alguna oportunidad para vengarse de su estulticia. El de Atlacomulco ya no tiene ni pa’ dónde hacerse.
Los familiares de sus víctimas de Atenco, los dolientes de Ayotzinapa, los ejecutados de Tlatlaya, Tanhuato y Apatzingán, los líderes escarnecidos de todos los movimientos sociales ,obreros y magisteriales, unirán fuerzas para reclamar a todos los tribunales locales y extranjeros justicia. Es imposible que alguien no los oiga. Alguna vez esto tiene que ser el mundo.
No se puede engañar a todos, todo el tiempo. El precio es demasiado caro. Cuesta lo que la represión provocada: sangre, sudor y muerte. De ésta nadie puede irse tan campante. Ha sido mucho e intermitente. ¡Pobre del presidentito que sufrimos los últimos seis años!
¿No cree usted?
Índice Flamígero: El diario Reforma publicó ayer en su portal que “Santiago Nieto, propuesto como próximo titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), aseguró que Rosario Robles no es la única que debe ser investigada por los presuntos desvíos de recursos detectados en Sedatu y Sedesol.” Claro que no. Como en el viejo chiste, “un poquito más arriba”. + + + Académicos, politólogos, estudiantes de temas electorales coinciden en señalar que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación tiene en sus manos una verdadera “papa caliente” con el caso de las impugnadas elecciones para la gubernatura de Puebla. Lo menos que recomiendan es que se repitan los comicios, dados los muchos reveses a la legalidad en su preparación, ejecución y calificación por parte de los órganos electorales poblanos, a todas luces cooptados por el hubbie —maridito, pues— de la presunta ganadora Martha Ericka Alonso. + + + Y después de haber recibido miles de millones de pesos de los contribuyentes por transmitir información dudosa, por ocultar la realidad y por seguir haciendo “televisión para jodidos”, Emilio Azcárraga Jean sale a desmentir que México esté en bancarrota. Más obvio que…
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