Amanda Miguel impuso su calidad interpretativa en el Auditorio Nacional
Espectáculos viernes 14, Sep 2018- La cantante sorprende con un show multifacético y emocional, además tuvo a Yuri y Diego Verdaguer como invitados especiales
- “Solita y sin ataduras”
Arturo Arellano
Una de las argentinas más mexicanas es Amanda Miguel, quien se presentó “Solita y sin ataduras” en el Auditorio Nacional, demostrando no sólo que puede sostener sola un escenario tan grande, sino que es una artista completa. El show se celebró con un Auditorio casi a tope y con su marido, el señor Diego Verdaguer, esta vez observando desde el público y aplaudiendo cada paso de su pareja en el escenario.
El show arrancó a pocos minutos de las 21:00 horas cuando las luces del recinto se apagaron y a su vez se encendieron las del escenario donde ya estaba una Amanda Miguel sentada al piano, donde interpretó una introducción que dejó ver su talento en el instrumento y continuar sin premura con el éxito “Castillos” que hizo estallar de emoción a los presentes y seguirle cada verso como un monumental coro de miles de personas. “Vamos a pasar una noche divina”, dijo, para continuar con “Para mañana”, “Ámame una vez más” y “Las pequeñas cosas”, además de una espectacular “Cosquillas en el pecho”.
En una actitud empoderada sobre el escenario, la bella señora impuso su presencia no sólo con su voz y talento, sino con su mirada y calidad interpretativa que como los grandes de los ochentas está cargada de teatralidad. “No saben cómo les agradezco que estén aquí mis amores, esta será una noche inolvidable para mí y espero lo sea para ti también”. Cantó “Mi buen corazón” y lanzó la primera sorpresa de la noche con la presencia de la “Güera” de México: Yuri, en el escenario de quien se acompañó para interpretar “No respondo”, “Detrás de mi ventana” y “Maldita primavera”. Cabe destacar que Amanda acompañó a la cantante también en el piano.
En momentos, Amanda Miguel se hizo acompañar de su banda completa y en otros más íntimos sólo arropó sus melodías con una orquesta de 12 músicos entre cuerdas, vientos y coros. Su repertorio continuó con “Hagamos un trato”, en la que sorpresivamente apareció en el escenario su marido Diego Verdaguer, quien le entregó una caja de regalo “Hemos ido tejiendo nuestra vida con canciones y siempre es un placer venir a cantar contigo” dijo el cantante, a lo que ella respondió “Gracias por el regalo, pero el regalo de tu presencia. ¿Sabes cuánto te amo?” y cantaron juntos “Simplemente amor”.
Las siguientes fueron “A mi amiga”, “Dudas” y “Como un títere”, con las que se llegó a la parte casi final de este espectacular concierto con el público entregado a su cantante favorita. Así siguió con “Lo vi”, “Calla” y “Lo sabía”, además de “El rostro del amor”, “Espuma de mar”, “Quien será”, “Donde brilla el sol”, “El gato y yo”, y “El me mintió”, con el que abandonó el escenario para volver luego de una tormenta de aplausos para cerrar la noche con “Así no te amará jamás”.