Burros y legisladores
Alberto Vieyra G. miércoles 12, Sep 2018De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El burro es un noble animal que sirvió como bestia de carga, para labrar la tierra y como medio de trasporte, hoy, está en vías de extinción, en el mundo quedan solamente 44 millones de asnos, de los cuales en México solamente nos quedan unos 350 mil.
China, Pakistán, India, Etiopía y Egipto son las naciones en las que todavía el burro no ha sido desplazado por completo por la modernidad.
En su segundo viaje al continente americano en 1493, Cristóforo Colombo Fontanarrosa -Cristóbal Colón-, trajo en una de sus embarcaciones cuatro ejemplares de burros, dos burros y dos burras, que se convertirían en el gran desarrollo de América Latina, especialmente en México, donde los jumentos están aceleradamente en vías de extinción.
¿Conocerán ese dato los mil 629 diputados federales y locales que hay en México, así como los 128 senadores? Me temo que no y lo peor, es que diputados y senadores rebuznan como en sus mejores tiempos los burros.
Desde las 53 Legislatura federal, en la cual el asesinado candidato presidencial del PRI Luis Donaldo Colosio se estrenó en las lides políticas, hasta la 60 legislatura, este átomo de la comunicación y otros maloras colegas reporteros, solíamos darles un cale a los diputados y senadores que se estrenaban cada que comenzaba una nueva legislatura. ¿En qué consistía el cale? Muy fácil, realizábamos una encuesta entre los nuevos levantadedos que arrojaba una infame realidad: Los flamantes diputados y senadores, salvo en honrosas excepciones, no sabían de prácticas parlamentarias y neófitos como los burros eran en el conocimiento de la Constitución General de la República Mexicana. No sabían y muchos siguen sin saberlo que la Carta Magna consta 136 artículos y 19 transitorios.
Cuando algunos diputados se enteraban que serían balconeados, buscaban otros accesos al Senado y a la Cámara de Diputados y los que caían ante cámaras y micrófonos sólo tartamudeaban y patinaban de lo lindo, buscándoles glándulas mamarias a las culebras pintas y a las tepocatas de todos colores. Lamentablemente, por cuestiones de compromisos económicos entre “medios de comunicación de la gran prensa nacional” y el Poder Legislativo, ese cale o práctica de la encuesta dejó de hacerse.
¿Por qué hago historia? Porque diputados y senadores acaban de emular a nuestros nobles burros en extinción, al violar los artículos 116 y 125 constitucionales, que prohíben que una persona pueda tener al mismo tiempo dos cargos de elección popular. Ello ocurrió con el gandaya gobernante de Chiapas, Manuel Velasco Coello, quien chamaqueó a los senadores, pues primero solicitó licencia como gobernador para convertirse en senador, pero como el mundo se le venía encima a López Obrador por las marranadas legislativas, Velasco Coello pidió licencia al Senado y se autosuplió como gobernador en Chiapas. Le hicieron un traje a la medida. ¡Insólito! Ese desaseo político sólo puede ocurrir entre una clase política con orejas de burro.
Así pues, la flamante cuarta transformación de México, prometida por AMLO, ya comenzó con el inicio de la 64 Legislatura federal, en la que por lo visto diputados y senadores rebuznaran a más no poder.
¡Qué pena para México!, han de estar diciendo los burros.