Zona rosada
¬ Salvador Estrada martes 11, Sep 2018Folclor urbano
Salvador Estrada
Después de muchos años de que la Zona Rosa se ensució y así “perdió su estilo” hoy vuelve “por sus fueros”, luego de que la delegación y los comerciantes lograron su rehabilitación.
La Zona Rosa, llamada así por José Luis Cuevas, fue un lugar céntrico donde artistas e intelectuales se daban cita en los cafés y restaurantes para degustar sabrosos platillos y conversar, intercambiar ideas y discutir sobre la actuación de los gobernantes de entonces.
Se volvió un lugar privilegiado, donde la ropa de moda estaba ahí y donde los mejores restaurantes te esperaban y los centros de diversión, bares y night clubs, presentaban a los artistas favoritos.
El Marraquech, el Jacarandas, el Cancán, lugares inolvidables, que eran la vida nocturna de la zona, junto con el Señorial y la presencia de Cuco Sánchez, durante muchos años, en el bar de un hotel, le daban el toque especial a esa parte de la colonia Juárez.
Se recuerdan las actuaciones de Bibi Hernández, declamador y roquero, que tenía público cautivo y cada noche lo aplaudía con entusiasmo y a Flavio, gran humorista, que silbaba como pajarito y contaba todos los chistes del momento, y al gran artista Luis de Alba, el chavo de la Ibero, que hacía reír con sus criticas a los “nacos”. Otro gran artista fue Raúl Vale, que era consentido de los noctámbulos, y quien se vcasó con Angélica María.
Eran noches inolvidables en esos centros nocturnos que tenían “diversos escenarios” para la farra y la alegría. Eran como los cines actuales que tienen varias salas y seleccionas donde divertirte y pasarla bien.
Y para bailar, se recuerda a la orquesta del Chamaco Domínguez, en el Jacarandas, único cabaret o night club, con “fuentes bailadoras”, donde los capitanes Arturo Chávez y Jesús Olivarri, tenían don de gentes y trataban al cliente con guantes de seda.
Esas variedades que se presentaban en los centros nocturnos, hoy llamados antros, se acabaron con la llegada del Metro a la glorieta de Insurgentes, que transportaba a otro tipo de público no apto para la Zona Rosa, que la empezaron a llamar zona roja.
Y ese lugar empezó a caer. Los clientes asiduos “hicieron fuchi” a los nuevos visitantes y se fueron a la Condesa y ahí se establecieron nuevos negocios para recordar lo que fue la Zona Rosa.
Precisamente, para que la zona, de atractivo turístico y comercial, vuelva a ser lo que antes fue, los comerciantes se han organizado para presentar “una agenda cultural” que comprende música en las calles y un recorrido “de amor y poesía”. Esto se llevará a cabo en recuerdo de la poetisa Pita Amor, que fue huésped permanente en la Zona Rosa. Tocarán los mariachis y la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de México, para alegría de los visitantes.
Y para ”darle sabor al caldo” los restaurantes y los “changarritos de lujo” venderán sus productos a mitad de precio en lo que han llamado la” Feria de la Gastronomía. “Y para que te dé hambre, se ha organizado un recorrido “surrealista”, con la visita a la columna de la Independencia, a las casas porfirianas y a la iglesia del Sagrado Corazón y conocer el edificio de Paseo de la Reforma 222.
Los eventos se llevarán a cabo a partir del 29 de septiembre y terminarán en diciembre, donde habrá villancicos, nacimientos y ponche. Lo que fue la Zona Rosa cambió de ser sucia y roja para ser Zona rosada.
<span style=»color: #005497;»><strong>Salvador Estrada</strong></span>