¿Finalmente quién abre el caso Odebrecht: Peña Nieto o AMLO?
Roberto Vizcaíno lunes 10, Sep 2018Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
A partir de hoy a Enrique Peña Nieto sólo le quedarán 81 días para entregar la Presidencia a Andrés Manuel López Obrador y uno de sus grandes pendientes es el de abrir finalmente en este lapso el caso Odebrecht, o dejárselo encarpetado al tabasqueño para que sea él quien lo ejecute.
La obviedad indica que en previsión de que ocurra esto último, el presidente electo ya designó a Santiago Nieto, ex titular de la Fepade como jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera del SAT-Hacienda.
Con esta designación López Obrador envió al menos 3 claros mensajes a Peña Nieto:
Si en lo que queda de su mandato la PGR no inicia usted el proceso de Odebrecht en México:
De eso se encargará el rencoroso de Santiago Nieto, quien afirma que Usted lo despidió de la Fepade porque estaba a punto de actuar en contra de Emilio Lozoya, ex director de Pemex, y quien habría recibido 12 o 16 millones de dólares de la empresa brasileña que luego fueron destinados a su campaña presidencial en 2012.
Designé a Nieto en la Unidad de Inteligencia Financiera porque el hilo del caso Odebrecht está en los flujos del dinero y no en los del crimen, es decir, en los terrenos de Hacienda y no en los de la PGR, y porque Santiago Nieto afirma que desde la Fepade él ya había detectado que el soborno de Odebrecht a Lozoya por 16 millones de dólares fue a cuentas en Antigua, Mónaco, Suiza donde se aplicó a empresas como Zecapan SA, Latín American Asia Capital Holding, Innovation R. E. y que debajo de ese entramado estaba Emilio Lozoya.
Pero sobre todo esta indagatoria recaerá en Santiago Nieto porque el fin último no es encarcelar a Emilio Lozoya, sino exhibirlo a usted, Enrique Peña Nieto, quien aplicó esos recursos en su campaña presidencial en 2012.
La alternativa no deja opciones. Si Peña Nieto no inicia de una vez el proceso y da una versión fundada al caso, entonces vendrá Santiago Nieto con el apoyo de AMLO a darle la narrativa que todos seguramente creerán: que el culpable es Lozoya y el beneficiario es Enrique Peña Nieto. Sea lo que sea lo que el mexiquense decida sobre este caso, sólo le quedan 81 días para hacerlo.
¿El Senado descalifica el triunfo de AMLO?
No es algo nuevo. El caso es que el Instituto Belisario Domínguez que se supone es un centro de estudios y análisis de apoyo para el Senado de la República, emite conclusiones que o son abiertamente partidistas o críticas del gobierno federal.
Uno de estos casos es su boletín emitido el pasado fin de semana en el que afirma que “diversas encuestas nacionales e internacionales, revelan que, en promedio, dos terceras partes de los ciudadanos de México están poco o nada interesados en la política y en los asuntos públicos, señala una investigación elaborada por la Dirección General de Análisis Legislativo del Instituto Belisario Domínguez”.
El texto indica que el estudio titulado “La desafección política en México: ¿Es factible incrementar el interés de los mexicanos en la política?” apunta que la antipatía, aversión política se refiere al sentimiento subjetivo de impotencia, cinismo y falta de confianza de los ciudadanos en el proceso político, los políticos y las instituciones democráticas que genera un distanciamiento y alienación respecto a éstos, y una falta de interés en la política y los asuntos públicos”.
Es así que la Dirección General de Análisis Legislativo del Instituto Belisario Domínguez concluye que México se ubica como uno de los países de América Latina en donde existe mayor desafección política.
Y al leer esto uno se pregunta: ¿y entonces cómo fue que, en la elección del 1 de julio pasado, de apenas hace 2 meses y días, haya habido una participación ciudadana del 63.45%, es decir de 56 millones 512 mil 557 ciudadanos que acudieron a las urnas lo que nos ubicó con una de las votaciones más altas si es que existe esta aversión de los ciudadanos a la política.
¿Cómo pudo ganar Andrés Manuel López Obrador con 53 % de esos sufragios y cómo es que en el Senado hoy hay una mayoría abrumadora de legisladores de Morena igual que en la Cámara de Diputados si no se hubiera dado esa gran afluencia electoral?.
¿Es en serio el Instituto Belisario Domínguez el centro de análisis serio que dice es?, ¿resulta que AMLO ganó en medio de una gran apatía ciudadana?
¿Qué opinan de él los nuevos senadores, sus coordinadores, empezando por el que representa a la mayoría, el zacatecano Ricardo Monreal?
El PAN, ¿emerge o se hunde?
Por más que negocian, ceden y conversan, los del grupo de Ricardo Anaya simplemente no logran acercarse al objetivo deseado: el de garantizar su permanencia en el poder.
Hacia el fin de la semana Marko Cortés ya se había reunido con varios de los gobernadores del grupo opuesto a su candidatura a la presidencia del PAN y había avanzado en un supuesto acuerdo de unidad donde él sería el presidente y el senador saliente Héctor Larios su secretario general.
Algo así como aplicar la fórmula de “la democracia perfecta… esa dónde sólo mando yo”
Como a pesar de todo eso persistían las voces discordantes, contrarias, Marko Cortes amplió el acuerdo e incluyó que Damian Zepeda dejara la coordinación de los senadores del PAN a Rafael Moreno Valle.
Pero en apenas unas horas de cerrar más a o menos ese proyecto de acuerdo “de unidad”,
Surgió otro frente: el ex senador y ex gobernador Ernesto Ruffo Appel anunció su candidatura a la presidencia del PAN.
Y lo hizo porque, dijo, para oponerse al acuerdo buscado por Cortés que no era más que una argucia insostenible de quienes “han manipulado al partido al punto de agotarlo políticamente”, es decir, de Ricardo Anaya, Marko Cortes, Damián Zepeda y demás del grupo.
Ruffo va acompañado por Ricardo García Cervantes y el aguerrido Juan José Rodríguez Pratts, también ex senador y ex diputado.
El ex senador Ruffo Appel negó que su participación fuese sólo testimonial porque, afirmó, buscaría remover consciencias dentro del panismo bajo el principio de que lo que requiere hoy su partido es volver a tener realmente el objetivo de ganar.
“Si ganamos o perdemos que lo decidan los panistas, no las cúpulas ni los gobernadores que compraron franquicias, que no son del partido y ahora quieren ponerle presidente”, indicó.
Estaba así la cosa, cuando surgió otro frente: varios de los gobernadores que se oponen a la permanencia del control de Anaya sobre el PAN a través de Marko Cortés, indicaron que ellos estarían dispuestos a la candidatura de Unidad siempre que Héctor Larios fuese el presidente y Marko Cortés el secretario general.
Es decir, volvieron a poner la negociación en el punto cero.
Y Batres lanza uios fuese el presidente y Marko Cortés el secretario general.
Es decir, volvieron a poner la negociación en el punto cero.
Y Batres lanza un llamado
Tan desastroso resultó el proceso de licencia de Manuel Velazco en la primera sesión encabezada por Martí Batres, que el presidente del Senado pidió a los nuevos senadores hacer una reflexión.
“Es necesario reconocer la posibilidad del mejoramiento de nuestras formas y decisiones”.