Los templos del horror
Alberto Vieyra G. viernes 31, Ago 2018De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Otra vez y otra vez, la Iglesia católica se ha visto envuelta en el ojo del huracán de la pederastia, después de que hace un par de semanas la Corte Suprema de Pensilvania, en los Yunaites se reveló que más de mil niños fueron abusados sexualmente durante los últimos 70 años por más de 300 curas, en los templos del horror de la Iglesia católica, aunque las victimas sostienen que el número de abusos podría triplicarse.
Los pecados de las sotanas, las menganas y las perenganas cometidos por los curas de Pensilvania, obligarían al Papa Francisco a pedir perdón, tras reconocer el ‘mea culpa’ de la iglesia católica que como nunca vive una peligrosa crisis de desprestigio mundial que podría llevarla a la extinción.
El escándalo de abusos sexuales de curas contra niños cimbró a la iglesia católica primeramente en Boston allá por 1986, un asunto que le costó a la iglesia católica miles de dólares por la reparación de daños y luego vendrían casos similares en Irlanda, Inglaterra, España, Francia, Brasil, Argentina y México, donde los agravios cometidos por el cura michoacano Marcial Maciel contra niños y jóvenes mexicanos y españoles durante el pontificado de Juan Pablo II, no tienen precedente en la historia.
Y dicen allá en mi tierra que en todas partes se cuecen habas y quizá por ello, en nuestros días ha alcanzado también triste fama un cura pederasta de nombre Carlos López Valdez quien oficiaba en un templo del horror allá por el pueblo de Tlalpan, en la Cuidad de México, y sus fechorías serían primeramente en agravio del entonces niño acólito Jesús Romero Colín y de otras criaturas, quienes tardaron más de 12 años para que la justicia les hiciera justicia, porque al curita pecador lo protegía el entonces mandamás de la iglesia católica mexicana Norberto Rivera Carrera quien ya fue jubilado con más pena que gloria.
Bueno y usted se preguntará, ¿Por qué tantos brincos estando el suelo tan parejo? Total, un curita más que le dio duro y macizo a la pederastia.
No, mire usted, el curita pecador de Tlalpan Carlos López Valdez acaba de ser sentenciado a 63 años de prisión, con lo cual se convierte en el primer prelado que ha recibido todo el rigor de la ley, después de que sus víctimas ofrecieron fotografías con las cuales lo agarraron con las manos en la masa.
No tuvo escapatoria don Carlos López Valdez, quien por cierto le había pedido al Papa Francisco que lo perdonara. Sí el Papa lo perdonó, pero no se sabe si el Altísimo también y lo que sí sabemos es que la justicia terrenal le ha aplicado 63 años de cárcel.
Así que en lo sucesivo los curas pederastas tendrán que medirle el agua a los camotes porque aunque le pidan perdón al Papa, la justicia terrenal podría ser implacable contra ellos y terminar sus días pudriéndose en la cárcel, aunque como dicen allá en mi tierra “gallina que come huevos, aunque le quemen el pico”
Así que ya veremos con que otras historias escandalizan a México y al mundo los curas desde los templos del horror.