Historia sin fin
¬ Augusto Corro jueves 30, Ago 2018Punto por punto
Augusto Corro
El presidente Donald Trump volvió a manifestar su necedad de construir el muro fronterizo que “será pagado, muy fácil, por México. A fin de cuentas, México lo pagará”.
Ya se le dijo al mandatario, hasta el cansancio, que nuestro país no pagará esa barda y que además no funcionará como barrera para detener la migración ni el trasiego de drogas.
Todo mundo sabe que el presidente Trump tiene temas que son bien recibidos por sus seguidores.
Cuando se le atora algún problema, el conflictivo magnate saca a relucir su racismo contra los mexicanos.
Los migrantes de todo el mundo llegarán a Estados Unidos no importa las barreras que tengan que salvar. Los cárteles de la droga tienen un sinnúmero de formas para llevar su mercancía al mercado de viciosos del vecino país.
En el presente, Trump se encuentra agobiado por un sinnúmero de problemas personales y de política gubernamental. Cuando se siente acorralado lo que hace es desviar la atención con ataques a México.
El lunes en actitud pacífica el presidente celebró el convenio comercial México-Estados Unidos. El martes volvió a tratar el tema del muro que, según él, pagaremos los mexicanos.
Como respuesta, Luis Videgaray, titular de Relaciones Exteriores, advirtió que México jamás pagará el muro que Trump está empeñado en construir en la frontera.
Politicos extraviados
La aplanadora de Morena pulverizó a la partidocracia y dejó a los políticos huérfanos y extraviados. Fue dramático el caso de la coalición Por México al Frente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Partido Acción Nacional (PAN) y Movimiento Ciudadano (MC).
Morena le sacó 30 puntos de ventaja al PAN en las elecciones recientes; el PRD quedó en condición de moribundo. Del MC mejor ni hablamos. A las cúpulas del poder panista perredista se les hizo fácil mezclar el agua con el aceite en esa alianza partidista que fue calificada como antinatural.
De dicha coalición surgió un solo candidato presidencial panista, Ricardo Anaya, que a la hora de la votación, los perredistas no lo tomaron en cuenta. Tras los comicios los partidos decidieron volver a su estado original. El PRD ya no quiere saber nada de Acción Nacional; y el Verde se separó del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
De antemano se sabía que panistas y perredistas no iban a llegar a ningún lado. El único que obtuvo beneficios fue el ex jefe del gobierno Miguel Angel Mancera, quien gracias a Acción Nacional, que lo acogió, consiguió un escaño en el Senado.
El Partido Verde y el PRD tendrán que luchar, sin reposo alguno, para mantenerse en el escenario político. “Los Chuchos”, de Nueva Izquierda y ex dueños del PRD no saben qué hacer en su condición de damnificados políticos. Los perredistas podrían seguir el ejemplo de su expresidente, Agustín Basave, quien renunció al partido, luego de señalar que lo hizo porque en ese instituto político no hay “condiciones” para que este “se libere de sus desviaciones cupulares y lastres tribales”. En el PRI y PAN los “grillos” también se encuentran desorientados. La derrota los dejó en la orfandad total.
El gobernador Velasco y sus chambas
Los gobernadores se convirtieron en los verdaderos virreyes de México. Dueños del poder disfrutan de sus leyes personales. En materia de tesoro público, los mandatarios se despachan con la cuchara grande, pues endeudan los estados que gobiernan y nadie les exige cuentas.
Solo en casos extremos, donde es imposible protegerlos o encubrir sus fechorías, esos gobernantes nefastos son exhibidos y enviados a la cárcel.
No es común, pero en los últimos años, la justicia alcanzó a varios gobernadores saqueadores del erario.
Decía que los mandatarios estatales se encuentran, o se encontraban, en posibilidades de mandar a hacer las leyes a su medida, que les sirvieran a sus intereses.
Tal es el caso del senador y gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, quien cobra doble por la situación política en la que se encuentra.
Así pues, el mandatario chiapaneco fue electo senador de la República por la vía plurinominal y deberá tomar protesta de ley el 1 de septiembre.
Claro, el “gober” pidió licencia al Congreso Estatal para cumplir sus funciones como senador y mientras tanto, los diputados locales designarán a un sustituto de Manuel Velasco, para los próximos tres meses.
La diosa Fortuna le favorece a Manuel Velasco, pues su paso por el gobierno de Chiapas fue gris, sin nada extraordinario que recordar. Ni siquiera tuvo que esmerarse en el cambio de “hueso”. Es de aquellos políticos que no importa lo que suceda, siempre caen parados.