Experiencia acumulada
¬ Salvador Estrada jueves 30, Ago 2018Folclor urbano
Salvador Estrada
Todos los días se festeja algo. Acaban de pasar el “Día del Abrazo” y el “Día del Abuelo” y esta fiesta no fue promovida por las grandes tiendas ni muy reconocida por las familias, porque en muchas de ellas sus abuelos partieron para siempre.
Sin embargo, en este México, parte de su población entrará en diez años a la carrera “de la tercera edad” y hay que estar en condiciones para llegar sanos y lúcidos.
Llegar a la senectud es el “éxito de tu vida”, porque muchos se quedan en la carrera y no alcanzan la meta. En México existen ya casi 13 millones de adultos mayores.
Convertirse en abuelo, en juventud, a los cuarenta, es una enorme satisfacción, aunque la vanidad de algunas mujeres no lo ven así. ¡No lo puedo creer. Ya soy abuela!
Ser abuelo es entrar al camino de la “experiencia acumulada” que te permite servir mejor para que quienes te escuchen “no se tropiecen con la misma piedra”.
Para muchos, la vida les cobra caro llegar a la senectud. Los males aparecen de pronto y se van acumulando. La diabetes, el colesterol, los triglicéridos se juntan para cobrarte “tus días festivos”, donde te excediste en la comida y la bebida y dejaste el ejercicio.
Pero, además de estos males, la vida te “mete el pie” y caes al suelo y te dañas la cadera o te rompes un hueso y empieza el sufrimiento para ti y tu familia.
Sin embargo, la vida “se arregla” si te cuidas y acudes al médico y ”queriéndote mucho” sales adelante con tu dieta y tu ejercicio y si además aprovechas tu tiempo libre, ya jubilado, e ingresas a la Universidad de la Tercera Edad, te sentirás mejor, porque en los libros tendrás nuevos amigos. La vejez es sabiduría.
A muchos adultos con “la juventud acumulada”, para no llamarlos viejos, que puede sonar despectivo, a veces se quedan solos. Sus familiares, por su trabajo, no los pueden cuidar y los llevan a vivir a los asilos. Ahí permanecen y los olvidan.
Urge que las nuevas autoridades del gobierno capitalino organicen “las caravanas del amor” y lleve diversión a los asilos cada semana para alegrarles la vida.
En nuestra cultura política, maduros y otoñales integran el Senado. Durante muchos años los senectos ocuparon los escaños, hasta que “el niño verde” fue impuesto como senador. El, obviamente, no tenía la “experiencia acumulada”, porque reconoció ¡que lo chamaquearon!
Bueno, ahora en el próximo gabinete del que pronto será Presidente constitucional, se contará con funcionarios de “experiencia acumulada”, lo que les permitirá entregarse a su trabajo, con pasión y deseos de servir al pueblo.
A ”estas alturas del partido” la ambición no se da en los secretarios de Estado que tienen “la juventud y la experiencia acumulada” y no les interesa porque su ”altura de miras” es servir al país y colaborar con su trabajo para hacer un país más democrático, que dé una vida mejor a sus habitantes. Amén.