Sin recato alguno
Ramón Zurita Sahagún lunes 10, Ene 2011De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Como su antecesor en la Presidencia de la República, Felipe Calderón Hinojosa no encuentra los perfiles idóneos para sacar adelante sus promesas de campaña y llevar el bienestar ofrecido a los mexicanos.
La danza de nombres en las secretarías y la improvisación de una serie de personajes que no reúnen las cualidades para establecerse como titulares de las diferentes secretarías son una constante, sin que el resultado sea satisfactorio.
Y es que uno de los grandes problemas que tienen los gobiernos panistas es la carencia de políticos con probada capacidad o los conocimientos suficientes para sacar adelante el trabajo de las diferentes áreas de gobierno.
Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa han gobernado al mejor estilo priísta, sin el menor recato, buscando a sus cuates, cumpliendo con cuotas de amigos y recomendados y buscando la forma de cubrir los huecos restantes con desleales de otros partidos que los ayudaron en su fase de campaña por el voto.
De esa forma han llegado al gobierno priístas como Jesús Reyes Heroles, Francisco Gil Díaz, Enrique de la Madrid, Benjamín González Roaro, Alfredo Elías Ayub, ex priístas y aliancistas como Tomás Ruiz y los ahijados de la profesora Elba Esther Gordillo.
Pero algunos de los personajes mencionados arriba respondieron en sus cargos, o duraron, cuando menos, en los mismos, mientras que los reacomodos de personajes panistas son una locura.
Sirven para todos los cargos, sin importar el descontrol del recambio, especialmente en la administración presidencial de Calderón Hinojosa, donde el reúso de los políticos es un contento.
El nuevo secretario particular del Presidente es Roberto Gil Zuarth, quien a mediados de 2009 llegó como diputado federal a la LXI Legislatura del Congreso de la Unión, pasó a los pocos meses a una subsecretaría de Gobernación, lo renunciaron, regresó a la Cámara de Diputados, compitió por la presidencia nacional del PAN, perdió y ahora funge como secretario particular del presidente Calderón.
Precisamente esa secretaría particular ha sido sujeta de varios movimientos en el actual período sexenal. Por allí desfilaron César Nava Vázquez, Gerardo Ruiz Mateos, Luis Felipe Bravo Mena y ahora Gil Zuarth.
Al igual que al Secretaría de Gobernación es la que más movimientos registra. Francisco Ramírez Acuña fue el primer secretario, le siguió Juan Camilo Mouriño, aterrizó por ahí Fernando Gómez Mont y ahora despacha en esa oficina Francisco Blake Mora.
En la Secretaría de Comunicaciones y Transportes se da el tercer movimiento de titular, luego de que despachó ahí Luis Téllez, Juan Molinar Horcasitas y ahora Dionisio Pérez Jácome.
Aunque la Secretaría de Economía no sufrió alteración en esta ocasión, es otra con tres titulares, Eduardo Sojo, Gerardo Ruiz Mateos y Bruno Ferrari. Igual sucede con la Secretaría de Desarrollo Social, por la que han desfilado Beatriz Zavala, Ernesto Cordero Arroyo y Heriberto Félix Guerra.
De los ajustes realizados por el presidente Calderón Hinojosa hubo varios regalos de Reyes, como el que le tocó a Georgina Kessel que de la Secretaría de Energía, a pesar de su pobre papel en la dependencia, fue enviada como directora de Banobras, una posición por la que pasó en forma rápida el propio Presidente Calderón.
De este reajuste en el gabinete la víctima fue Alonso García Tamez, quien dejó la dirección de Banobras, luego de cuatro años de desempeño mediano.
Otros dos que se quedan, aparentemente, en el desempleo son Juan Molinar Horcasitas y Luis Felipe Bravo Mena, aunque ambos buscan tareas partidistas.
Molinar Horcasitas que fue severamente cuestionado en los dos cargos públicos del presente sexenio (director del IMSS y secretario de Comunicaciones y Transportes), tendrá que olvidarse de sus sueños por convertirse en el candidato presidencial del PAN y tendrá que dedicar su tiempo a construir la candidatura de uno de los prospectos tocados por el dedo presidencial.
El ahora ex secretario de Comunicaciones resultó, conjuntamente con el secretario del Trabajo y el de Seguridad Pública, la tercia de funcionarios más repudiados de la actual administración.
Luis Felipe Bravo Mena dejó la secretaría particular del Presidente con la consigna de buscar la nominación al gobierno del Estado de México, por el que compitió hace 18 años, con pobres resultados.
Y es que la nominación de Alejandro Encinas como candidato de la izquierda (PRD-PT-Convergencia) rompe con el esquema de posible alianza entre derecha e izquierda en esa entidad para la presentación de un candidato común.
Es más, si resulta ungido Bravo Mena por el PAN y Encinas por la izquierda, solamente faltaría que el PRI repitiera el esquema con Emilio Chuayffet Chemor (lo que resulta imposible), para darles una nueva revolcada como la de hace 18 años.
Dentro del tema de los cambios y nuevas asignaciones en el gabinete presidencial resultan llamativos los dos personajes que provenientes del sector financiero asumen cargos de secretarios del gabinete.
Se trata de José Antonio Meade y Dionisio Pérez Jácome, quienes asumen la titularidad de las secretarias de Energía y Comunicaciones, respectivamente. Ambos personajes, Meade y Pérez Jácome pertenecen a prominentes familias de filiación priísta.
CRISTINA DÍAZ
Lo adelantamos en este espacio hace algunas semanas que la diputada federal Cristina Díaz, seria la secretaria general del PRI, mientras que otros ubicaban en esa posición a la senadora María Elena Orantes.
Finalmente, la fórmula integrada por Humberto Moreira Valdés, presidente y Cristina Díaz, secretaria general, quedó registrada y el próximo cuatro de julio asumen los cargos, en sustitución de Beatriz Paredes Rangel y Jesús Murillo Karam.
De los dos se extrañará al senador Murillo Karam, quien desempeño un excelente papel.