Ya viene la austeridad
¬ Salvador Estrada martes 28, Ago 2018Folclor urbano
Salvador Estrada
El gobierno del despilfarro va a cambiar a la República de la austeridad, a partir del primero de diciembre, cuando oficialmente Andrés Manuel López Obrador sea Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.
La reducción salarial de los titulares de las secretarías de Estado y subsecretarios y mandos medios será el reflejo de la política de austeridad que encabezará el presidente electo, López Obrador, quien se bajó el salario en cincuenta por ciento y con la aclaración que ningún funcionario ganará más que el primer mandatario.
Para mayor austeridad, se tendrán que reducir plazas laborales y se suspenderán los gastos onerosos de los diputados y senadores y de los altos funcionarios del Poder Ejecutivo.
Ese círculo del poder ya no tendrá celulares con pago del erario, sino que lo pagará de su salario, ni tampoco “harán relaciones públicas” con dinero ajeno. Y si quieren quedar bien “su dinero les costará”.
Los restaurantes de cinco estrellas verán reducida su clientela. Los funcionarios irán a comer a su casa y estarán más tiempo con la familia y quizá una vez a la semana, los viernes, podrían invitar para cumplir con su agenda de “relaciones públicas”.
La austeridad va a frenar los romances efímeros, porque si los funcionarios quieren enviar flores, serán de su jardín, porque ya no será posible de la florería por su alto costo que ellos tendrían que desembolsar.
Las dependencias federales, así como el Congreso de la Unión, gastan millones de pesos anuales en los pagos de “las relaciones públicas y regalos por onomásticos”.
El ahorro que dejará la austeridad, servirá para invertirlo en programas sociales y en el aumento a las pensiones, en las tarjetas de pensión alimentaria y en las becas a los estudiantes.
Donde también el gobierno federal se ahorrará un dineral será en suspender el blindaje en los autos, que para protección de los funcionarios de primer nivel se mandaban al taller, en el cual cada blindaje cuesta ¡dos millones de pesos!
El gobierno tendrá que apretarse el cinturón “a todo lo que dé”, a fin de que pueda ahorrar lo más posible y con ese dinero empezar a cumplir las promesas de campaña del entonces candidato López Obrador.
No obstante, la austeridad el salario mínimo debe subir, de 88 pesos con 36 centavos, a los que decida la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, que generalmente es de un cuatro por ciento.
Precisamente, el senador y diputado electo, Mario Delgado. ha dicho que el salario debe ser de 108 pesos. Y que esa Comisión con sus aumentos salariales ha contribuido a la pérdida del poder adquisitivo, además de que sus integrantes tienen salarios mayores a los del presidente electo López Obrador, por lo cual debe de desaparecer como parte del paquete de austeridad.
¿La austeridad llegó para quedarse o después del ajuste de dos o tres años, volverá el despilfarro?