Denuncian abusos en clínicas privadas de Chetumal
¬ Derecho de réplica lunes 27, Ago 2018Derecho de réplica
- Convencen a desesperada madre para que internara a su bebé con diarrea
Una afligida madre pide que las autoridades intervengan ante los casos de abuso, malos tratos, diagnósticos equivocados o a modo, que sólo incrementan el lucrativo negocio del pediatra Alfonso Rodríguez Jaramillo, con las clínicas privadas donde labora, como son la Londres y Campestre.
A la redacción de DIARIOIMAGEN llegó la queja vía redes sociales, de la señora A.I.S.M., al ser víctima su bebé de tratos inhumanos, diagnóstico equivocado y abuso del dolor y desesperación, al grado que por una simple diarrea (sin calentura), fue engañada por el Dr. Alfonso Rodríguez Jaramillo, para que internara a su hijo, pero con 8 mil pesos de depósito por adelantado.
La señora narra, que debido a que el pediatra de su bebé se encontraba fuera del país, tuvieron que llevarlo a la Clínica Londres, donde fueron atendidos por el médico Alfonso Rodríguez Jaramillo, quien luego de hacer una serie de preguntas por espacio de media hora, nada sobre los síntomas del pequeño (diarrea sin fiebre), sino un estudio socioeconómico, para ver si podían pagar los servicios y de apenas revisar con un estetoscopio el estómago del niño, dio la orden de internarlo, pero en otra clínica, la Campestre.
Diagnóstico devastador
Debido al nerviosismo de la madre ante un diagnóstico devastador -que el bebé podría morir- de inmediato se trasladaron a la Clínica Campestre, donde depositaron los 8 mil pesos, en tanto, las enfermeras y Rodríguez Jaramillo le pusieron suero y ampicilina, pero no sin antes “reventarle o poncharle” las venas de sus bracitos y muñecas, hasta que finalmente le pudieron canalizar, a través de una vena en su pie.
“Al ver el sufrimiento de mi bebé (quien además presentaba sangre en una de sus orejas) le pregunté al doctor Dr. Alfonso Rodríguez Jaramillo que viera los bracitos de mi bebé -todos picados-, a lo que me contesta que él ya sabía que no le encontrarían las venitas en sus brazos y que lo terminarían canalizando del pie, a lo que le dije, si usted sabía que no se las encontrarían, por qué no le dijo a la enfermera que lo canalizaran directo en el piecito, sin necesidad de lastimarlo como lo hicieron, a lo que no me dio una respuesta y sólo dijo, cuídenle el pie, si no hay que volver a canalizarlo”, narró la madre afligida.
Ya canalizado, Rodríguez Jaramillo pidió hacer análisis de sangre y copro (los cuales no estaban dentro de los 8 mil pesos que depositaron) ni la consulta original en la Clínica Londres, la cual tuvo que cubrir por la cantidad de 750 pesos a este mercenario de la medicina.
Asimismo, Rodríguez Jaramillo exigió que el bebé debería permanecer de 48 a 72 horas internado y sin tener los resultados de los análisis de laboratorio, sólo le suministraron ampicilina y solución salina (suero), aduciendo que el pequeño estaba grave y dando un panorama negativo y poco después se fue a su casa a dormir.
Exigían un segundo depósito de 8 mil pesos
Rodríguez Jaramillo regresó al día siguiente y sin antes revisar al bebé, pidió a los padres, a las 9:30 AM, que hicieran un segundo depósito de 8 mil pesos, ante lo cual los padres del menor se negaron, solicitando la receta para suministrar la ampicilina y dar el tratamiento en casa, ya que nunca valoró los análisis de sangre y copro y la diarrea ya había cesado durante la noche.
Enojado, Rodríguez Jaramillo dando las 10:00 AM, dio la orden de que fueran echados de la Clínica Campestre, cuando no se habían ni cumplido 12 horas que el bebé estuvo internado y se supone que el pago de hospitalización que se hizo es por 24 horas, negándose a hacer un desglose de todo lo que se le hizo al pequeño y sólo entregó un recibo simple.
La madre, afligida e indignada, al platicar con su pediatra de cabecera, señaló que para que un bebé sea ingresado y canalizado, hay que hacerle ciertas valoraciones, para saber el grado de deshidratación, cosa que el Dr. Alfonso Rodríguez Jaramillo no hizo y que tampoco debió medicarlo, sin antes tener los resultados del laboratorio y tener un diagnóstico, por lo que simplemente lucran con la medicina.
Seudoambientalistas mantienen encarnizada pelea por Tajamar
Como un asunto estrictamente personal, es para la que se denomina a sí misma ambientalista, Katerine Ender, del grupo “Guardianes del Manglar”, el mantener el área del Malecón Tajamar lo más restringido posible, mientras los asuntos legales sobre su explotación urbana se definen, por lo que ayer lanzó amenazas y demandas, a diestra y siniestra, contra otro grupo, que también se autodenominan ambientalistas, encabezados por Araceli Domínguez de “Salvemos Tajamar”, quienes abrieron el acceso vehicular al lugar e ingresaron con autos.
Desde que Katerine Ender inició la batalla legal contra el desmonte y construcción en el Malecón Tajamar, a inicios del 2016, ha roto relaciones con otros personajes que se unieron para buscar la restauración del daño ambiental, en un lugar que fue impactado desde su urbanización y construcción del malecón mencionado, proyecto que planeó y ejecutó Fonatur.
Los lotes en el Malecón Tajamar, costaron millones de dólares a diversos inversionistas que, al comprar una propiedad federal a una dependencia constituida y autorizada para ello, confiaron de manera plena en las seriedad de la transacción, sin embargo, los años pasan, litigios van y vienen, pero ni Fonatur, ni ninguna otra dependencia federal, ha dado solución a un conflicto, que ahora tiene tintes de ser un pleito placero entre “ambientalistas desinteresados”, que tratan de sobresalir uno, más que el otro.
¿Guerra civil?
Katerine Ender Córdova señaló como la responsable de que el grupo “Salvemos Tajamar”, tomara las calles del lugar, a la alcaldesa electa de Benito Juárez (Cancún) Mara Lezama, a quien amenazó, en Internet, de que le organizará una guerra civil.
Empero, las palabras de Ender Córdova se fueron al viento, pues Araceli Domínguez, de “Salvemos Tajamar” ingresó con sus autos al lugar que Katerine ha tenido cerrado por dos años.
Otros culpables
Ayer por la tarde trascendió que Katerine Ender Córdova denunció ante la Fiscalía General del Estado, al abogado Gerardo Solís Barreto y al empresario Miguel Ángel Lemus, a quienes acusa de estar detrás de la apertura del Malecón Tajamar a los autos…. ¿pues no que era Mara Lezama, los morenos y Araceli Domínguez de “Salvemos Tajamar”?…upsss, ¡ya, que se defina! La denuncia fue por daños y perjuicios ocasionado a la fauna de la zona.
Pero, en realidad ¿lo que mueve estos multiplicados grupos de salvadores del ambiente es el puro interés en la naturaleza? Por dimes y diretes, que entre ellos mismos se lanzan, se conoce que blandiendo la bandera de Tajamar, varios personajes de estos grupos han realizado negociaciones con los inversionistas, que tienen secuestrados sus proyectos, con el fin de dejarlos construir a cambio de grandes sumas de dinero, sin embargo, esto es lo que entre ellos mismos se gritan cada vez que se ven unos a los otros “¡ambientalistas corruptos!” , ¿será verdad?, naaaaa, no en México.