Peña Nieto y la partera
Alberto Vieyra G. viernes 24, Ago 2018De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Enrique Peña Nieto le saca al bulto. Su monumental orgullo no le permite reconocer que los desastrosos niveles de aprobación de su aberrante gobierno fueron la causa de la debacle electoral del PRI. El que podría ser el último inquilino de Los Pinos, atribuye la derrota del PRI a un clima antisistémico global y a que Meade “no funcionó”.
¿Qué quiere decir semejante aberración política?
Pues que Peña Nieto nos sale como las parteras cuando son malas y el parto sale mal, siempre le echan la culpa a todo.
No, qué mejor nos cuente una de vaqueros. La derrota electoral del PRI se debe en primerísimo lugar al maldito modelo económico neoliberal, del que él y los gobernantes tecnofondomonetaristas que le antecedieron, han sido jilgueros o falsos profetas de ese criminal modelo económico neoliberal que el papa Francisco califica como “La economía de la muerte”.
Ese perverso modelo económico neoliberal fue diseñado para ser ejércitos y más ejércitos de miseria y unas cuantas comaleadas de zánganos ricos.
Sí, esos zánganos de la globalización imperial con ese criminal modelo económico neoliberal han convertido a las nuevas generaciones en los nuevos esclavos del imperio capitalista del mal. Y eso presagia malos tiempos.
En segundo lugar, la derrota del PRI, se debe justamente a las impopulares “Reformas Estructurales” realizadas por Peña Nieto y compañía, que son la peor mentira usada por los tiranos gobernantes para entregar en charola de plata las riquezas de los pueblos a los buitres capitalistas, que van desde el petróleo hasta el agua.
De ese desastre son coparticipes los panistas adoradores de ese capitalismo sin alma y de esos zánganos que convierten a los seres humanos en viles instrumentos sin derechos del poder económico… El ponzoñoso Prianismo.
Cuando la partera de Los Pinos atribuye la derrota del PRI a “un clima global antisistémico” que ha desgastado a los viejos partidos tradicionales no hierra pues ese infame modelo económico neoliberal es el causante de todos los males, no solo de México, sino a nivel global.
Ese sistema económico neoliberal ha contribuido de manera fundamental a las malformaciones sociales en gran parte del mundo, primordialmente en México, donde las mafias sentaron sus reales y han convertido a la nación azteca en escenarios macabros de interminables fosas comunes y una mortandad nunca vista en México, con excepción de La Revolución Mexicana de 1910, en la que murieron más de 1 millón de compatriotas.
A lo anterior, habrá que añadir la monumental corrupción protagonizada por los raterillos gobernantes emanados del PRI, el PAN y hasta el PRD, pero sin faltar a la familia presidencial, protagonista de escándalos inmorales como el asunto de La Casa Blanca de Las Lomas de Chapultepec, más el desgaste natural del gobierno, producto de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la matanza de Tlatlaya en el EdoMéx y la entrega del oro negro a los buitres del petróleo, entre otras muchas razones.
Quizá una de las razones más importantes por la impopularidad de hasta un 80 por ciento de los mexicanos que reprueban al régimen Peñista, figura su desmedido afán de ser un gobierno gallina, que cacarea todo cuando no hay nada que cacarear.
Hoy reconoce que el tren suburbano México-Toluca estará listo dentro de año y medio, pero ese gobierno gallina presumió en las elecciones de gobernador del EdoMéx que estaba casi concluido.
En una entrevista radiofónica Peña Nieto nos dice que se quedará en México después de que se acabe su sexenio, pero que por nada del mundo le entrará nuevamente a la polaca,
¿Dejarán vivir a la partera de Los Pinos en México o termina sus días en una cárcel acusado por crímenes de lesa humanidad?…