Trump y el padrino
Alberto Vieyra G. jueves 23, Ago 2018De pe a pa
Alberto Vieyra G.
La bestia trumpiana, Donald Trump, protagoniza una trama de taquillera película al estilo de la mafia gringa.
Si el llamado literario de la mafia, Mario Puzo viviese, tendría mucha tela de donde cortar para agregar a su carretada de exitosas películas como: El Padrino I, II y III, Terremoto, Superman I y II, Cotton club, El Siciliano, un episodio más de la mafia gringa, pues como bien él decía: “La política y el crimen son lo mismo”.
La trama rusa en las elecciones presidenciales de Estados Unidos ha desnudado la inmoralidad de sus protagonistas y a la sombra rusa se añaden episodios que están haciendo que el mundo se le venga encima a Donald Trump, quien para llegar a la Casa Blanca fue capaz de silenciar con 130 mil y 150 mil dólares a Stephanie Clifford y Karen McDougal para que no dieran al traste con sus aspiraciones presidencialistas, lo cual constituye un delito.
Habrá que añadir que para que el asunto no trascendiera, Donald Trump ordenó a su abogado, Michael Cohen, pagar dichos sobornos y meter los 280 mil dólares como gastos de campaña electoral, utilizando facturas falsas lo cual constituye otro delito de orden fiscal. Esta semana, Michel Cohen acudió al FBI para declararse culpable de esos ilícitos y con ello empinó a su jefe, Donald Trump, para que más temprano que tarde el fiscal especial en el caso de la trama rusa, Robert Mueller, lo llame al banquillo de los acusados para que suelte la sopa sobre esos graves delitos que podrían terminar con los días de Trunpo en la Casa Blanca.
Michel Cohen no sólo era el influyente abogado de Donald Trump y de la familia, sino uno de sus hombres de mayor confianza. Tanta era la lealtad de Cohen a Trump, que hasta se declaró hombre dispuesto “a recibir una bala”. Pero como también decía Mario Puzo “No es personal Tom, sólo es negocio” y salvar el pellejo diría este átomo de la comunicación.
Por su lado, Paul Manafort, jefe de la campaña electoral trumpiana fue declarado culpable de 8 de 18 delitos que se le imputan en la truculenta trama rusa, y junto con James Comey, ex titular de FBI serán piezas claves que habrán de declarar en contra del presidente norteamericano, quien al parecer no se ha dado cuenta de la gravedad del problema y sigue litigando el asunto a través de redes sociales, como si se tratara de un juego de niños. No, no se trata de un juego, se trata de una degradación política que erosiona a la institución presidencial de Estados Unidos. Y es que la degradación social y política que vive el país de las barras y las estrellas no tiene precedentes.
El fiscal Robert Mueller, sabe que en está tenebrosa trama rusa figuran también prominentes figuras, no sólo del Partido Republicano, sino también demócratas, particularmente la familia Clinton, que conformaron a través de la CIA el FBI y todas las Agencias de Inteligencia norteamericana toda una mafia ligada con ponzoñosas empresas rusas del uranio, que presumiblemente aportaron a la fundación Clinton miles y miles de dólares, a cambio de favores políticos.
Si, el mundo se le vino encima al güero loco. ¿Podrá salir de éste episodio de película como héroe o morirá como villano? ¿Cómo le titularía usted a esa cinta que retrataría la degradación social y política en el país más poderoso de la Tierra?