Ajustes políticos
¬ Augusto Corro lunes 20, Ago 2018Punto por punto
Augusto Corro
Mañana martes se elegirá al presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que concluirá el periodo 2015-19, para el que electo Manlio Fabio Beltrones.
El tricolor pasa por una de sus peores crisis, tras la derrota histórica en las elecciones presidenciales recientes.
De su relevancia en el escenario político de primera fuerza, ésta se redujo a ocupar un tercer lugar, con vías directas a la extinción.
De las organizaciones políticas que quedaron maltrechas y con pronósticos de vida nada halagüeños, el PRI será el primero en elegir a su líder.
En el ambiente político se presume que será la propia Claudia Ruiz Massieu, por ahora al frente del partido, quien siga como dirigente nacional. Una vez superado el primer obstáculo, el Revolucionario Institucional tendrá que revisar los errores que lo llevaron a hacer un papel ridículo en la lucha política.
Personajes del tricolor manifestaron su inconformidad con la política del partido que estuvo controlada por élites en el poder que lo dañaron, pues no atendieron los reclamos de los electores. Se olvidaron de las bases.
Corrupción, violencia, elevación en precios las gasolinas minaron la fortaleza del Revolucionario Institucional, partido que en el presente sólo ofrece incertidumbre.
ELIMINAR AL PRD
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) tiene un panorama político más complejo que el de las otras organizaciones políticas perdedoras en los últimos comicios.
La organización del sol azteca empezó a destruirse desde el mismo día que se fundó. Sus tribus se encargaron de dividirlo y llevarlo a su casi desaparición.
El divisionismo no permitió la consolidación del perredismo. Fue la ambición del poder de sus grupos que hicieron de la política un negocio redondo.
No lo pensaron dos veces en someterse a los designios del gobierno federal para aprobar el fracasado Pacto por México, que al final de cuentas ofreció más pena que gloria.
Las pugnas internas llevaron a renunciar a sus dirigentes como Cuauhtémoc Cárdenas, líder moral, Porfirio Muñoz Ledo, Andrés Manuel López Obrador, etc. “Los Chuchos” constituían un grupo dominante en la estructura del PRD que les permitió hacer posibles negocios turbios con candidatos a cargos de elección popular.
Esos casos se registraron en Guerrero: José Luis Abarca, de extracción perredista, alcalde de Iguala, se encuentra en la cárcel por su presunta participación en el secuestro y desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Así pues, los mismos grupos de perredistas se inclinan por la idea de eliminar al partido, para luego fundar otra organización con los restos del PRD. A algunos dirigentes amarillos les urge efectuar acciones concretas con la mayor rapidez posible, porque es mayúsculo el éxodo de militantes del sol azteca hacia otras instituciones políticas, principalmente a Morena.
El PRD se quedó sin líderes. Tuvo que aceptar a Miguel Ángel Mancera como su coordinador en la Cámara de Senadores. El ex jefe de gobierno fue beneficiado por el PAN como legislador plurinominal por Chiapas. Vaya enredo.
En las elecciones presidenciales, el partido del sol azteca participó en una coalición con Acción Nacional y el intento de mezclar el agua con el aceite, no funcionó. Los amarillos se quejaron de esa acción a la que calificaron de idea descabellada.
¿Resurgirá de sus cenizas el PRD? ¿Usted que piensa, amable lector?
EN EL PAN, LA LUCHA SORDA
El 21 de octubre los panistas elegirán a su nuevo líder. El saldo de las elecciones pasadas también fue raquítico.
La división interna panista desde las precampañas ofreció un panorama difícil, complejo, que se complicó con la salida de Margarita Zavala de esa organización política.
La esposa de Felipe Calderón Hinojosa, ex presidente de México, optó por una candidatura presidencial independiente, sin pensar en los efectos que provocaría en el partido.
Por un lado estaban los “anayistas”, seguidores de Ricardo Anaya el “joven maravilla”, que aprovechó su posición en el partido para ungirse como abanderado blanquiazul en la justa electoral presidencial. Por otro lado, quedaron los “calderonistas”, que se enfrentaron a Anaya.
Uno de los “antianayistas” fue Ernesto Cordero, delfín de Calderón y hombre fuerte de la cúpula blanquiazul, quien acusó, en la PGR, del delito de lavado de dinero a Anaya.
La lista de panistas que se mencionó para dirigir a Acción Nacional la encabezaban Marko Cortés. También aparecían los nombres de Rafael Moreno Valle, Roberto Gil Zuarth y Carlos Romero.