Informe de la derrota azul
¬ Augusto Corro martes 7, Ago 2018Punto por punto
Augusto Corro
Los jerarcas panistas se reunirán en los próximos días (11 y 12 de agosto) para alistar la elección de su nuevo presidente.
Se espera que en la sesión del Consejo Nacional del CEN del PAN, Ricardo Anaya haga una valoración de los resultados electorales.
(En la citada reunión se integrará una comisión que organice la elección del dirigente nacional para octubre-noviembre).
Poco tendrá que explicar el ex aspirante presidencial, tras su estrepitosa derrota en una coalición con perredistas que le restó votos. No se le dio la fórmula de juntar el agua con el aceite.
Quizá Ricardo Anaya se refiera al bochornoso asunto de su presunto delito de lavado de dinero en la venta de bienes inmuebles, que le promovieron desde la Procuraduría General de la República (PGR).
Por cierto, ¿qué fin tuvo esa denuncia? ¿Borrón y cuenta nueva? No sería de extrañar de esa conducta de las autoridades que aplican la ley de acuerdo a sus intereses, muy personales.
En la información cotidiana se habla de que el queretano dejará la política para dedicarse a la cátedra. No todos creen que así ocurra.
Otros suponen que Ricardo Anaya tiene preparada la estrategia para continuar con el poder tras el trono en la próxima dirigencia blanquiazul.
Damián Zepeda, el actual presidente de Acción Nacional, tendrá, en la reunión mencionada que presentar un informe de la estrepitosa derrota panista; así como una defensa de los errores de su candidato presidencial y de su partido.
Por otra parte, la ausencia de Ricardo Anaya se notó más en los últimos días, una vez que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, se reunió con el ex candidato presidencial priísta, José Antonio Meade Kuribreña.
El ex candidato presidencial blanquiazul también deberá hablar de su fracaso como abanderado presidencial panista, así como de la situación real en que se encuentra Acción Nacional.
¿Se entrevistará el panista con AMLO? Pocos saben la respuesta.
HASTA QUIERE CAMBIAR SU NOMBRE
En medio del naufragio político, en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) los sobrevivientes buscan enfrentar la tormenta que los azota, tras su ridícula participación en la contienda electoral reciente.
Un número elevado de amarillos se opuso a una coalición del PRD con Acción Nacional, porque le traería problemas, como se confirmó posteriormente.
¿Qué ganaron los perredistas en esa alianza política, que fue calificada como antinatural? ¿La supuesta izquierda y la derecha unidas con que fines? ¿Y las ideologías y los principios?
En fin, ya sabemos que a ambos organizaciones políticas les fue muy mal. El PAN aún no encuentra el camino para superar su derrota y el PRD lo hace ya, pero con la idea de continuar con los mismos dirigentes y las mismas prácticas políticas que a ningún lado lo llevarán.
Para empezar, tiene que renovar su dirigencia nacional. ¿De dónde van a sacar a ese líder que ofrezca un retorno fructífero en las lucha políticas? Sin los personajes como Cuauhtémoc Cárdenas o AMLO se ve complejo que el partido del sol azteca alcance los triunfos del pasado.
En el PRD también tendrán que revisar su relación con Acción Nacional, que no le ayudó a conseguir triunfos. Ambas instituciones se quejaron de no contar con los apoyos suficientes durante la campaña electoral.
Los respaldos políticos se dieron entre las dirigencias panistas y perredistas, únicamente; pues los militantes de las respectivas instituciones políticas decidieron votar por otros partidos. Esto quedó muy claro.
El fin de semana, los impresentables Jesús Ortega y Jesús Zambrano (a) Los Chuchos y sus secuaces se reunieron en Oaxtepec para analizar las condiciones en que quedó el PRD, después de que la aplanadora morenista le pasó encima lo dejó en agonía.
Se trató de una reunión ligera de la aún cúpula del poder, que no analizó ni trató las causas fundamentales de su derrota. No se refirieron a la dañina alianza con los panistas, tampoco ni a sus decisiones equivocadas como aquella de apoyar el Pacto por México, del gobierno federal.
El senador electo perredista, Juan Zepeda, al referirse a la situación en que se encuentra su partido, dijo:
“La crisis no ha concluido, esta crisis puede ahondar una vez que entre el nuevo gobierno federal”. Reconoció que el problema no ha tocado fondo y que inclusive el partido podría desaparecer.
¿Qué futuro le espera a un partido político que se encuentra en condiciones tan deplorables que hasta quiere cambiar su nombre?