La danza de la muerte
¬ Augusto Corro miércoles 1, Ago 2018Punto por punto
Augusto Corro
La sociedad mexicana está cada día con mayor preocupación sobre cómo crece el número de asesinatos en el país. El 2017 fue el año más violento de la década. Se registraron 31 mil 174 muertes violentas.
Y lo grave es que 4 de cada 10 homicidios, las víctimas tenían menos de 30 años de edad. Fueron múltiples las causas por las que los jóvenes perdieron la vida.
¿Qué sigue?
Una incertidumbre total. Se ve negro el futuro de la juventud mexicana. Hay desesperanza y temor.
Claro que es importante conocer las cifras de los crímenes que ocurren en México, pero sería mejor conocer las medidas preventivas para erradicar la violencia. O la estrategia para enfrentar la ola de crímenes.
No hay manera de combatir a la delincuencia. Así lo reflejó el informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
No hay manera de reducir el índice de asesinatos.
Por su inexperiencia o exigencias personales los jóvenes caen en las redes del crimen. Luego tienen que pagar con su vida sus malas decisiones.
¿Pero qué caminos le quedan a un muchacho que es rechazado en las escuelas de estudios superiores, que no tiene trabajo, y que es extorsionado cuando pretende vivir del comercio informal?
¿Qué opciones tiene el joven que terminó sus estudios universitarios pero que no consigue empleo y que su única manera de conseguir dinero es trabajar como taxista?
En esas condiciones de carencias económicas miles de jóvenes se encuentran expuestos a las tentaciones de conseguir dinero fácil como halcón, narcomenudista o sicario.
¿Qué hacer? Ni siquiera las autoridades tienen la receta para erradicar la violencia. El índice de criminalidad crecerá sin que nadie pueda evitarlo.
Gracias al Inegi por ofrecernos sus cifras de terror que nada ganamos con conocerlas.
En fin, ya sabemos que los jóvenes son las principales víctimas de la violencia en los dos últimos sexenios.
Por cierto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se refirió, ayer martes, a la necesidad de resguardar la seguridad en la frontera con México. “Una de las razones por las que necesitamos una gran seguridad fronteriza es que la tasa de asesinatos mexicanos en 2017 aumentó en un 27% a 31 mil 174 personas asesinadas, ¡un récord!”, en una parte de su tuit madrugador.
¿”Cuatismo” o “amiguismo”?
No importa esos calificativos. En el Senado de la República se recortarán 100 plazas de “altos mandos”, con lo cual se ahorrarán más de 149 millones de pesos en salarios. Así lo planteó en conferencia de prensa, el legislador electo por Morena, Martí Batres.
Dijo que su propuesta se encuentra encaminada no solo al mencionado recorte, sino también a reducir sueldos que hoy gozan esos funcionarios y eliminar sus privilegios.
Sin duda, las medidas de austeridad traerán ahorros significativos, pues en el Congreso de la Unión, tanto senadores como diputados se despachaban con “la cuchara grande” sueldos, bonos, aguinaldos, boletos de avión, etc.El senador electo, Martí Batres, pretende reducir a la mitad el presupuesto del Senado que es de más de 4 mil millones de pesos.
Como se vea el panorama, el “cuatismo” o “amiguismo” en la llamada Cámara Alta ya no serán privilegiados. Enhorabuena. Ojalá y ya no viajen tanto los senadores. Y si lo hacen que sus gastos salgan de sus propios bolsillos.
Las distintas pobrezas
El próximo gobierno tendrá que enfrentar las diferentes formas de pobreza que afectan a los mexicanos.
A grandes rasgos tenemos a los pobres que trabajan todo el día, en oficios varios, pero su salario o paga no les alcanza para nada. Son una especie de trabajadores resignados de que su situación económica no variará.
Los campesinos que prestan sus servicios, quizá de los peor pagados, tienen que laborar todo el día en condiciones difíciles con sueldos de hambre.
Pues con esos salarios raquíticos, la gente de campo se encuentra convencida de que ese será su destino.
Y nos quedan las personas de escasos recursos que no desempeñan ninguna labor, que viven de milagro en espera de la ayuda del gobierno.
En México se encuentran más de 56 millones de pobres. Se cuenta con la radiografía de la pobreza y de los lugares donde es más intensa.
Tienen la palabra las autoridades que están obligadas a incrementar los salarios, a cuidar los precios de la canasta básica, a ofrecer una mejor atención a la salud, etc.
Se trata, en términos generales, de ofrecer mejores condiciones de vida de las que tan necesitadas se encuentra más de la mitad de mexicanos.