Ahora sí, ¡que por fin impere la justicia!
Alberto Vieyra G. martes 31, Jul 2018De pe a pa
Alberto Vieyra G.
A la bestia trumpiana se le queman las habas por concretar el TLC con México en agosto. Sí, quiere hacer su agosto Donald Trump y tiene prisa por concretar el Acuerdo Comercial, entre México, E.U y Canadá, después de haber cerrado el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea.
Pero, ¿Cuál es la prisa de la bestia trumpiana? Muy fácil, en noviembre próximo hay en Estados Unidos elecciones para renovar el Congreso norteamericano y Donald Trump está urgido de allegarle votos y más votos al Partido Republicano, no sólo para evitar que el mundo se le venga encima por sus monumentales yerros, sino por el escándalo de la sombra rusa en las elecciones presidenciales norteamericanas, en las cuales el Putin Vladímir tuvo una decidida injerencia para evitar que ganara la demócrata Hillary Clinton, a quien Putin no puede ver ni en pintura por algunas traiciones de la familia Clinton en contra el número uno del kremlin, pero también, el güero loco quién ha metido a los Estados Unidos en sonoras guerras comerciales con Asia, Europa, Canadá y México por la imposición de aranceles al acero y aluminio, pretende quedar bien para endulzar los oídos de la recalcitrante raza aria para poder lograr la reelección presidencial para el 20 20.
Donald Trump, desde su campaña electoral agarró a México de su puerquito, utilizando a la migración azteca como una bandera de lucro político, haciéndoles creer a los norteamericanos que los indocumentados mexicanos son “la basura del mundo”, y no hace mucho equiparo a nuestros compatriotas mexicanos con los animales. Bueno, usted sabe que el león cree que todos son de su condición.
Además, el Hitler gringo tiene en su hueca cabeza el muro fronterizo, su principal promesa de campaña electoral, según él, para detener los flujos migratorios hacia EU y las toneladas y más toneladas de estupefacientes que consumen diariamente más de 40 millones de drogos norteamericanos. Sí, el problema está allá, pero los gringos lo combaten acá.
Ahora mismo, el pelos de elote apremia al Congreso norteamericano, que le aprueben la pachocha para la construcción de su maldito muro, con el cuál busca doblegar a los gobernantes aztecas en el asunto del TLC. Claro, que hay plan con maña. Los gringos no tienen ni un pelo de tontos. Son corruptos por naturaleza y siempre buscan gobiernos corruptos y que sean más lacayos que los anteriores.
Trump ha privilegiado el mercado interno norteamericano y es lo que debe de hacer el próximo gobierno de México, pero, sobre todo, evitar que el TLC sea como un gallinero al que se le meta una jauría de hambrientos coyotes.
A la bestia trumpiana se le queman las habas por concretar el TLCAN con México y Canadá. La única manera de que los republicanos no sufran una estrepitosa derrota electoral en noviembre próximo, dependerá de que el pelos de elote no siga haciendo más torpezas y concrete favorablemente para Estados Unidos la Renegociación del Tratado de Libre Comercio con México.
Donald Trump ha recibido fuertes presiones de los productores agrícolas norteamericanos pues saben que el mercado mexicano les garantiza amasar millones y millones de dólares, mientras México no resuelva el problema del abandono del campo mexicano por parte de los gobiernos tecnofondomonetaristas plegados a Washington.