Tecnofondomonetaristas
Alberto Vieyra G. lunes 30, Jul 2018De pe a pa
Alberto Vieyra G.
“Es la economía, estúpidos”. Con esa demoledora frase, ideada por el economista James Carville, Bill Clinton dio al traste en 1992 con la popularidad del 90 por ciento que tenía entre la población norteamericana George Bush padre y acatarró a los gringos, haciéndoles ver que el origen de todos sus males se encontraba en la economía neoliberal de avasallante libre mercado, calificada por el papa Francisco: “Como la economía de la muerte”. Bill Clinton ganó arrolladoramente esas elecciones presidenciales.
¿Por qué hago historia?
Mire usted: Hace poco más de una semana reapareció en la escena pública nacional el ex presidente mexicano, de triste recuerdo, Carlos Salinas de Gortari, uno de los principales tecnofondomonetaristas que acatarró a los mexicanos con la tiránica mentira de que el modelo económico neoliberal pondría a México en los cuernos de la luna y que la nación azteca tendría salarios de primer mundo.
Decía: “Hagamos política, mucha política neoliberal”. ¿Y qué cree? Que los priístas aplaudían a rabiar, sin saber que esa maldita economía neoliberal haría más ricos a los ricos empresarios y más pobres a los mexicanos de abajo. Esa economía de la muerte es la que sigue partiendo el queso en México y el mundo, está economía es la culpable de que en muchas naciones del planeta se esté gestando la vuelta al comunismo y al socialismo.
Bueno, ¿Y para qué demonios sacó la cabeza? Don Carlos Salinas reapareció para dar consejos a los priístas y refundar al PRI con otro nombre y hasta sugirió que el nuevo nombre de pila del partido tricolor podría ser solidaridad, con lo cual se acabaría por fin, con el monumental odio e impopularidad de esa lacra social.
El señor Salinas quiere que el PRI se llame como su hiprócrita programa social de gobierno solidaridad, sin embargo, Carlos Salinas no nos dijo a los mexicanos que el PRI apesta no sólo por la corrupción de los gobernantes raterillos emanados de sus filas, sino por esa maldita economía neoliberal que él hizo para que se sentara sus reales en México.
Así que Carlos Salinas no quiera dormir al velador
Él construyó el prianismo, tras el fraude electoral de 1988 y ese ponzoñoso binomio de derecha que produjo las reformas más antipopulares y ultrajantes contra la población mexicana, llevó al PRI y al PAN a convertirlos en perros rabiosos. No fue la corrupción de Ricardo Anaya y mucho menos la división que provocó en ese partido con su imposición como candidato presidencial y no fue solamente el descrédito priísta por la corrupción de Javier Duarte, raterillo de Veracruz, César Duarte en Chihuahua o Roberto Sandoval en Nayarit, No, no, la derrota del prianismo se debe fundamentalmente a la maldita macroeconomía neoliberal que sólo privilegia los grandes oligopolios nacionales y extranjeros, en detrimento de los derechos de los trabajadores y del pueblo mexicano.
Esa es la verdadera razón de la derrota del prianismo de derecha.
Carlos Salinas lo sabía y tan lo sabía que junto con un puñado de empresarios y politicastros de los principales grupos políticos del país decidieron acabar con el prianismo y crear el PRIMOR, dándole un giro al prianismo de la derecha a la izquierda con un socialdemócrata, llamado Andrés Manuel López Obrador. Aunque usted no lo crea…
Y PRIMOR tendremos para rato, porque en Morena y en el PRI se canta esa hermosa canción de José Alfredo Jiménez que dice: “Sin nos dejan, nos vamos a quedar toda vida… si nos dejan…”.