No más estafas maestras
Freddy Sánchez jueves 26, Jul 2018Precios y desprecios
Freddy Sánchez
“Morena” llegó para quedarse. Tantos años como el PRI o por lo menos dos sexenios igual que el PAN. Eso dependerá de los electores que sí votan en las elecciones. Poco más de dos tercios, aproximadamente, de los que cuentan con registro en el Instituto Nacional Electoral.
Un electorado que en el curso de los últimos 18 años, aprendió a actuar con un ánimo quisquilloso, exigente y cambiante frente a un multipartidismo incorregiblemente demagógico.
Y por la misma razón, entre los electores de nuestra nación se volvió una constante en toda elección presidencial: la impredecible inclinación del voto de muchos conciudadanos que no fácilmente dan “su brazo a torcer” porque analizan antes de votar.
Algo que no entendieron los panistas y mucho menos los priístas, a fin de consolidarse en el mando presidencial, en vez de ser echados del poder tras muy corto plazo de gobierno.
Doce años de panismo, tras la primera gran debacle del PRI y en esta nueva etapa priísta en un plazo de sólo seis años. En ambos casos siendo dichos partidos corridos con “cajas destempladas”.
Los panistas por desilusión del electorado y los priísitas, a causa del enojo ciudadano y un rotundo rechazo a su continuidad en Los Pinos, incluso más notorio del que sucedió en el año 2000.
En estas circunstancias, “la mesa está puesta” para el Partido del Movimiento de Regeneración Nacional, “Morena”, frente a una oposición partidista desarticulada y en franco proceso de desaparición.
Bastará pues al partido creado por Andrés Manuel, conservar el apoyo de la mayoría electoral que le dio el triunfo presidencial, en julio pasado.
En ese sentido, sólo hay que hacer bien lo que hicieron mal, (en dos periodos presidenciales), el Partido Acción Nacional y el Partido Revolucionario Institucional, en el sexenio que está por concluir.
O sea satisfacer y no desalentar al electorado en dos rubros fundamentales para la tranquilidad social: El restablecimiento de la seguridad y el combate a la corrupción e impunidad.
Y es que nadie, ni siquiera todos los que actualmente festejan el triunfo de Andrés Manuel, podrían ver con resignación que poco o nada cambie en el país, dándose una mínima o cero reducción en esos males que a la mayoría electoral la llevó a decir tajantemente en las urnas: no más PRI o PAN en la primera magistratura de la nación.
Para que se entienda bien el mensaje de julio: Más que inadmisible será a futuro el terror familiar por tantas matanzas que hacen imposible deambular por las calles e incluso estar en casa con tranquilidad y la descarada e impune corrupción a todos los niveles, pero sobre todo entre fraternos y asociados de los que ejercen el poder en los tres niveles de gobierno.
Así que “Morena” podrá mantenerse en el mando presidencial por mucho tiempo, siempre que haga notar un cambio real en lo que indigna y mortifica a la sociedad.
Tal cosa no puede posponerse largo plazo.
El primer trienio del partido de Andrés Manuel será decisivo para el fortalecimiento o la debilitación del apoyo ciudadano que llegue a tener este instituto en las urnas en las elecciones intermedias. Más incluso del que hoy tiene y al que podrían sumarse millones de connacionales que no votaron por esa opción partidista.
Pero, de no manifestarse prontamente la trasformación que ofrece el siguiente gobierno y la sociedad demanda en beneficio de la mayoría, poco le durará el gusto a “Morena”.
La aprobación mayoritaria para su partido, y con el ello, el respaldo a futuros abanderados de Morena en nuevos cargos de elección popular, no serán gratuitos ni mucho menos de larga duración.
Mas bien dependerá del escrupuloso cumplimiento de un requisito ineludible en cuestiones de gobierno antes de las lecciones intermedias del 2021: no más estafas maestras.