Ciudades peligrosas
¬ Augusto Corro viernes 20, Jul 2018Punto por punto
Augusto Corro
En México tres cuartas partes de la población urbana consideran que vivir en su ciudad es inseguro o peligroso. El dato se obtuvo de la última “Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana” (ENSU).
¿Qué hacer para que regrese la seguridad perdida?
La solución se encuentra en las autoridades de los tres niveles: municipal, estatal y federal; pero poco hacen combatirla.
En algunos casos es la ineptitud de quienes gobiernan, en otros la negligencia de los mismos, y en unos más la asociación criminal funcionarios públicos y hampones.
Los delincuentes se sienten protegidos por una procuración de justicia laxa, con leyes que nadie aplica. Los responsables de los crímenes gozan de impunidad.
Un gran porcentaje de ciudades padece la delincuencia en mayor o menor grado, aunque son diferentes las causas que la originan.
En algunas poblaciones la policía y funcionarios públicos coludidos con la delincuencia organizada se encargan de mantener a la sociedad en zozobra permanente.
Los jóvenes encuestados señalaron a las ciudades con mayor percepción de inseguridad, entre otras las siguientes: Reynosa, Fresnillo, Cancún, norte y oriente de la Ciudad de México y Ecatepec.
Por cierto, es mayor la sensación de inseguridad en las mujeres. Con justa razón. Para confirmar este dato basta con ver el índice elevado de feminicidios.
¿Dónde se encuentra el peligro? Pues en las calles, donde es escasa o nula la vigilancia policiaca; en los cajeros automáticos cuando se va a retirar dinero; últimamente se incrementaron los asaltos en los restaurantes; en el transporte público los delincuentes saben que tienen seguro el botín. Tampoco hay que olvidar las extorsiones a los comerciantes.
En fin, nada se gana con conocer la peligrosidad a la que se encuentra expuesta la sociedad.
¿Cuándo regresará la seguridad? ¿Alguien tiene la respuesta?
Austeridad
Se dejó sentir como un huracán el proyecto de austeridad que aplicará el próximo gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Se trata de poner orden en el manejo de las finanzas públicas. Ningún funcionario público deberá ganar más que el primer mandatario mexicano. Es decir, no más de 108 mil pesos. Eso está bien, porque la clase política, que es la que ocupa los principales cargos públicos siempre resultaba beneficiada por “vivir del presupuesto”. Todos los privilegios eran para ella.
Y ya entrados en el problema, si de aplicar la austeridad se trata, les recomendamos echar un vistazo al gasto o derecho de recursos que practica el Instituto Nacional Electoral (INE).
Un elefante blanco, que en esta ocasión se dedicó a contar votos, algo que no requiere más que la aritmética elemental.
Son miles de millones de pesos los que se invierten cada año como combustible para que funcione el INE y el Tribunal Electoral. El dinero que gastan y reparten entre los partidos políticos hacen de la democracia en México, una d las más caras del mundo.
Por cierto, sí se deben revisar los sueldos de gente capacitada que rinde frutos en su desempeño laboral. No sería justo que por la indolencia de la “burocracia dorada” se afectara quien si tiene derecho a salarios altos.
El plan de austeridad también eliminará, quiero suponer, esos premios que reciben los legisladores por irse a sentar a mullidos sillones a levantar la mano, que consisten en salarios privilegiados, con vales para gasolina, boletos de avión, coche nuevo cada año, etc. Y como si lo anterior no fuera suficiente, los legisladores se encargan de asignarse sus aguinaldos y estímulos económicos millonarios. El dispendio total, pues.
Se pensó, pues, que algún día se acabarían los abusos de la “burocracia dorada” y parece que ese día ya llegó.
La oscura eleccion poblana
El 1 de julio también se eligió al nuevo gobernador poblano. Participaron en la contienda electoral estatal Miguel Barbosa Huerta, por la Coalición Juntos Haremos Historia; y Martha Erika Alonso, por el Partido Acción Nacional (PAN).
Se trató de una elección violenta, con participación de delincuentes, mapaches y de toda la fauna política que enrareció el ambiente.
Como si lo anterior no fuera suficiente, el desprestigiado INE aceptó el triunfo de Martha Erika Alonso, con las características de presunto fraude electoral.
El ex candidato de Morena, Barbosa Huerta, impugnó ese reconocimiento de la autoridad electoral y el caso se encuentra en el Tribunal Electoral.
Mientras, la lucha política empezó a definirse entre los seguidores de ambos partidos políticos. Por lo pronto, el dirigente estatal de Morena en Puebla, Gabriel Biestro, pidió a alcaldes, legisladores locales y federales, evitar reuniones con el gobernador panista, Antonio Gali Fayad, a quien consideran un participe del citado fraude.
El problema apenas empieza en Puebla, entidad considerada bastión de Rafael Moreno Valle, el controvertido político que soñó en ser candidato presidencial.
Feliz fin de semana.