Una silenciosa reconquista
Alberto Vieyra G. viernes 20, Jul 2018De pe a pa
Alberto Vieyra G.
De acuerdo con estadísticas de la Oficina del Censo Estadunidense, en Norteamérica hay actualmente 33.6 millones de mexicanos.
Esta monumental cifra de compatriotas en tierra del Tío Sam, se ha convertido para los republicanos en un dolor de cabeza, pues ven en el imparable fenómeno migratorio, como una “silenciosa reconquista”, de los 2 millones 546 mil 242 km² de territorio que Estados Unidos arrebató a México de manera gandalla e inmisericorde con la guerra de 1847 y 1848, pero también, la preocupación de la fundamentalista raza aria, radica en que los demócratas norteamericanos han utilizado y tolerado hipócritamente los flujos migratorios mexicanos hacia Estados Unidos, como una salvación para aumentar su poder político, en el antidemocrático Colegio Electoral, que en la pasada elección presidencial quitó el triunfo a Hillary Clinton y se lo otorgó a Donald Trump, que obtuvo más de 2 millones de votos menos que la señora Clinton.
Con la migración mexicana, los demócratas han poblado estados con poca representación en el Colegio Electoral.
Quizá ello explique por qué la Bestia Trumpiana de origen republicano se ha convertido hoy, en azote de nuestros connacionales que cruzan la frontera, a los que ha tachado de animales o la basura del mundo y en todos los tonos exige “ya no vengan para acá”.
La migración mexicana y latina hacia el país de las barras y las estrellas se ha convertido en un mal necesario para esa nación que requiere y con urgencia la mano de obra barata de los mexicanos, que han sido pilares en la economía norteamericana y también en un mal necesario para los países expulsores de indocumentados.
Como ejemplo de ese mal necesario, habrá que apuntar que, en el 2017, los connacionales en Estados Unidos enviaron a México 28 mil 771 millones de dólares, 6.6 por ciento más respecto al 2016, cuando sumaron 26 mil 993.8 millones de dólares, informó el Banco de México.
Las remesas familiares se ubican entre las cinco fuentes de captación de divisas para el país, junto con exportaciones automotrices, la inversión extranjera directa, el turismo y las exportaciones petroleras.
La nación azteca esta entre las 5 principales receptoras de remesas, junto con India, China, Filipinas y Francia.
¿Qué pasaría si la economía de México no contará con ese monumental soporte de más de 28 mil millones de dólares por la captación de remesas?
Estaría en la lona, esa economía estaría además prendida con alfileres, pero llama poderosamente la atención, que, a pesar de ser un mal necesario, el gobierno azteca actual, es tibio, muy tibio en la defensa de los intereses de nuestros connacionales que son un pilar fundamental en la economía mexicana y norteamericana.
¿Hasta cuándo habrá un régimen que los defienda ante los feroces embates de los republicanos de los yunaites que ya sienten pasos por la “silenciosa reconquista de México en tierras del Tío Sam”?