La guerra por las migajas
¬ Augusto Corro jueves 19, Jul 2018Punto por punto
Augusto Corro
Tras la derrota del 1 de julio, en los partidos políticos derrotados algo que les importa es la sobrevivencia.
A sus dirigentes les interesa, también, mantener sus cotos de poder.
En algunos casos ya se entendió qué sucedió en la contienda electoral reciente. En otros, tardará tiempo en asimilar la tragedia.
Mientras, en el interior de las organizaciones políticas se librarán luchas intestinas con sus respectivas consecuencias, no siempre positivas.
En Acción Nacional tendrán que revisar las razones de su derrota que tienen que ver con el divisionismo en sus filas. Todos contra todos en una ambición desmedida por el poder. Ricardo Anaya, con la inexperiencia de su juventud, quiso comerse el mundo a bocados.
Se sintió el “Superman” panista y retó a los dirigentes tradicionales. Echó del partido a Margarita Zavala, con mayores méritos para erigirse como candidata presidencial.
Anaya, en los resultados finales de las elecciones, obtuvo una raquítica votación. Ahora Acción Nacional se encuentra en condiciones de que lo dirijan nuevos líderes. Hay corrientes políticas internas que nada quieren saber de Anaya.
El gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez, una de las figuras blanquiazules con posibilidades de liderar al partido, dijo que por el momento no le interesaba el cargo. Se desvaneció así una posibilidad importante de Anaya de mantenerse en el poder, pues se dijo que el mencionado mandatario era uno de los incondicionales.
Otro panista que se menciona para dirigente del partido es Marko Cortés, su coordinador en San Lázaro. También del equipo del multicitado Anaya. El senador con licencia, Roberto Gil, es otro de los panistas con posibilidades de alcanzar el liderazgo. Otros aspirantes son Ernesto Ruffo y Jorge Luis Preciado.
En la lucha por el poder blanquiazul tiene una participación importante el grupo de los “calderonistas”, que incluye a Margarita Zavala.
El senador Ernesto Cordero, incondicional del ex presidente Felipe Calderón, es enemigo declarado de Anaya. En días previos a la elección del 1 de julio, fue a la PGR a denunciar al candidato presidencial panista del delito de lavado de dinero.
Además anunció el rebelde que daría su voto al aspirante priista, José Antonio Meade Kuribreña. En respuesta, Cordero fue expulsado del partido por la Comisión de Orden y Disciplina.
Entre otros grupos que también luchan por el poder blanquiazul se encuentran personajes como Alberto Cárdenas, Fernando Canales Clariond, Cecilia Romero, Juan Carlos Romero Hicks, José Guadalupe Osuna Millán, Luis Felipe Bravo Mena, Marco Antonio Adame y Josefina Vázquez Mota.
También hay una fracción panista representada por el ex gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, quien se empeñó en participar en la contienda electoral presidencial. No lo logró.
Lo que sí consiguió fue la candidatura de su esposa Martha Erika Alonso al gobierno de Puebla, que por cierto ganó, en unos comicios marcados por la violencia y el fraude electoral.
El grupo de Moreno Valle no representará ningún obstáculo para la marcha del PAN, pues consiguió su meta de llevar a su esposa a la gubernatura. Premio suficiente a los esfuerzos del político poblano.
De reciente formación, la Asamblea de Gobernadores del PAN (Goan) alzó la mano para manifestar que se encuentran presentes en el cambio de la dirigencia blanquiazul.
Los siete mandatarios de la Goan son Francisco Domínguez, de Querétaro; Carlos Mendoza Davis, de Baja California Sur: Martín Orozco, de Aguascalientes; y Francisco Javier Cabeza de Vaca, de Tamaulipas. El gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González no es militante blanquiazul y aunque no puede participar en el proceso interno con voto, pero sí con voz.
El presidente de Acción Nacional, Damián Zepeda, advirtió que no serán los gobernadores del PAN quienes impongan a su próximo dirigente. Agregó que serán los militantes los que elijan a su representante.
El hecho real es que en el interior de Acción Nacional el divisionismo se encuentra presente. El fracaso en las elecciones le traerá más conflictos. ¿Cuándo analizarán las causas de los errores que los llevaron a una derrota histórica? Desde antes de que se estableciera la coalición de partidos, los pronósticos eran desfavorables para el PAN y también para el Partido de Revolución Democrática (PRD) que es uno de sus aliados.
La coalición Por México al Frente (PAN, PRD y MC) fue un desastre para los partidos que la integraron. Acción Nacional tendrá que recoger los restos del naufragio y aplicarse en su refundación; el PRD agoniza y no falta quien quiera llevarle los santos óleos.
De todas maneras la lucha por las migajas continuará. No olvidar que la ambición es parte de la condición humana, con sus raras excepciones.