¡Fin a la violencia!
¬ Salvador Estrada martes 17, Jul 2018Folclor urbano
Salvador Estrada
Sexenios vienen y sexenios van, pero desde Felipe Calderón a Peña Nieto, la ola de criminalidad no cesa, sino que se incrementa año con año y los mexicanos viven con el Jesús en la boca y la intranquilidad los está llevando al estrés.
Los informes de los asesinatos en este primer semestre incluyen la muerte de más de cien policías municipales, estatales y federales y de otros cien políticos y candidatos a puestos de elección popular y de casi treinta periodistas, lo cual da temor, y eso sin tomar en cuenta a los ciudadanos que fueron acribillados en restaurantes, bares o en plena calle.
La ola de violencia y criminalidad ya debe frenarse y ponerle fin de una vez por todas, para que nuestro país, que ha entrado en una nueva etapa de gobierno, empiece un sexenio de crecimiento económico, de desarrollo y paz social.
Los mexicanos tenemos fe y esperanza en el nuevo gobierno, que empezará el primero de diciembre, y por el cual votó casi la mitad de los electores registrados en el INE.
El combate al llamado crimen organizado lo han librado casi todas las policías con el apoyo del Ejército y la Marina, lo que ha permitido la aprehensión de los jefes de diversos cárteles, pero no ha sido suficiente, porque las bandas criminales se reorganizan y reaparecen para seguir matando impunemente.
El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, debe de meditar bien la labor de las fuerzas armadas y él que es, de acuerdo a la Constitución, su jefe supremo, sabrá arengarla para que soldados y marinos combatan sin tregua a “los hijos del demonio” que no tienen conciencia ni dignidad y lo mismo acribillan que decapitan.
La creación de la Agencia Nacional de Seguridad, que sustituirá a la CISEN, será clave para identificar qué policías o funcionarios están ligados a los cárteles, a fin de que la nueva Secretaría de Seguridad pueda hacer detenciones y acabar con los “barones de la droga”.
Alfonso Durazo, nombrado titular de esa secretaría, tiene en sus manos una labor titánica, porque como jefe de la policía federal, tendrá que rendir cuentas mañaneras, una vez que López Obrador, empiece a dar conferencias a las siete de la mañana en Palacio Nacional.
Los mexicanos, entre tanto “hacemos changuitos” y elevamos plegarias al Altísimo para que la violencia llegue a su fin y que nuestras familias no vivan en la angustia ni en el temor al salir a la calle.
López Obrador, que ha anunciado una “República de Amor” y ha proclamado “amor y paz” y que ha dicho que habrá “amnistía” y reconciliación, tendrá que cumplir con ellas, porque nuestro país lo merece y sus habitantes, que han sufrido, también han sabido esperar que llegue la hora de justicia y de la paz social.
Basta ya de violencia y de criminalidad y de vivir con políticos corruptos, que gozan de impunidad, y de transas y de “moches”, porque en un gobierno de izquierda, todo debe ser “derecho”.