Los sí, pero no, y los no, pero sí
Alberto Vieyra G. jueves 12, Jul 2018De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¡Que desilusión!… El oso ya comenzó con actos circenses ridículos.
El dios número 88 de México, está dado a la tarea de hacer el oso un día si y el otro día también.
Pero usted se preguntará,
¿De qué oso se trata? Primero voy por lo primero:
Durante la Edad Media, Europa estaba atestada de feroces osos pardos, pero algún inteligentillo desde chiquillo se le ocurrió la idiota de domesticar desde recién nacidos a los ositos para que crecieran con la cultura de cariñositos, e incluso se le amaestraba para que en los circos bailaran, aplaudieran, tocarán algún instrumento y realizaran actos de magia o número histriónicos cada vez más ridículos.
En la vida cotidiana actual, se le denomina hacer el “oso” a las personas que hacen el ridículo emulando a la Chimoltrufia o divirtiendo a sus adictos como si se tratase de actos circenses.
Y claro que la política es circo maroma y teatro, y desde luego que sus actores protagónicos suelen hacerla de todo con tal de divertir al respetable.
Así que los llamados Pejezombies se divertían e irán de desilusión en desilusión. Todavía no se sienta en la silla envenenada Andrés Manuel Lopez Obrador y ya va de ridículo en ridículo.
De hecho, ya gobierna de facto pues el equipo lopezobradorista tomo prácticamente por asalto la mayoría de las instituciones públicas y aunque legalmente, sus actos de gobierno contarán a partir del próximo 1 de diciembre, en las reglas de oro no escritas del sistema político mexicano el dios número 88, ya quita y pone.
Muy pronto, el señor Lopez Obrador salió con que “dijo mi a`ma que siempre no pero mi a` pa dijo que siempre si”.
Más temprano que tarde los mexicanos hemos sido testigos y la historia registrara puntualmente los osos
“Los sí, pero no y los no, pero si prometidos por él en la campaña” Bueno, el prometer no empobrece. Ya electo, la noche del 1 de julio prometió que en México “No habrá más gasolinazos”, pero más temprano que tarde, el virtual secretario de Hacienda Carlos Urzúa salió con que, “sí porque los precios de las gasolinas seguirán flotando” como el dólar.
Pues, ¿En qué quedamos pelona, me llevas o no me llevas?
AMLO anunció que venderá a Donald Trump el avión presidencial, pero en la Casa Blanca están por comprarle a la Bestia Trompiana un Aeroforce one que vale más de 8 mil millones de dólares, así que el avioncito azteca no lo quiere el güero loco ni como avioncito de papel.
Pero además el señor Peje dice que ya no lo venderá porque esta bonito y seguramente porque sabe que cuando vaya de gira artística por el extranjero lo llenará de combustible y de amigos poderosos y uno que otro deslenguado.
Que tampoco mandara a volar el Nuevo Aeropuerto (NAIM) y que adiós al repuesto de Santa Lucia porque seguramente ya vio que poderosos intereses están detrás del negocio, y ´él no, quedará en un sí.
Y que también mandará a volar al siniestro Estado Mayor Presidencial que en 1994 fue incapaz de evitar que asesinaran a Luis Donaldo Colosio a quien hoy ensalza en sus discursos, pero el no, terminara en un sí, porque el Presidente de la República es el jefe de las instituciones nacionales y no cualquier hijo de vecino como este átomo de la comunicación.
Así que la institución presidencial es la institución presidencial y sea el Estado Mayor o el Estado Menor, pero alguien tiene que cuidar al presidente, sobre todo para que siga haciendo más desilusionantes osos de risa loca.
Ni hablar, como dice la filosofía ranchera “de lengua me acabo un plato y de chile un molcajete”.