Ludovico Einaudi conquista al Metropólitan con su virtuosismo
Espectáculos martes 10, Jul 2018- El pianista interpretó cada uno de sus éxitos, con los que lleva a la gente a un viaje sensitivo y emocional bastante intenso
Arturo Arellano
Ludovico Einaudi es un compositor y músico italiano, que destaca por la construcción y desarrollo de frases melodiosas en sus composiciones para piano, con los que es capaz de llevar a la gente a un viaje sensitivo a través de los sonidos, haciendo sentir al público gran cantidad de emociones, desde gozo y alegría, hasta tristeza y quizá miedo por la intensidad de los arreglos y la pasión, tanto de su parte en el piano como de sus músicos en diferentes instrumentos.
Así, Einaudi ofreció un magno concierto en el Teatro Metropólitan de la Ciudad de México, recinto que logró abarrotar hasta la última butaca. Todo comenzó poco después de las 21:00 horas cuando el lugar ya estaba a tono con una vista borrosa de entrada, gracias al humo que esparcieron por todo el lugar, buscando llevar a la gente a un ambiente de incertidumbre, que sería roto a la salida de Einaudi y sus músicos al escenario, arrancando con melodías intensas en ejecución sonora y hasta en la iluminación, que acompañaba cada nota salida ya sea del piano o del violoncello, violín, percusiones y demás elementos sobre el escenario.
“Petricor” fue una de las piezas iniciales con la que el compositor e intérprete envolvió la sala, partiendo de la melancolía y dando un brinco tajante a la paz, todo en complicidad con las luces y las imágenes en las pantallas, que iban desde el mar, pasando por el espacio, paisajes y flores, hasta siluetas humanas. Lo interesante de las presentaciones y música de este virtuoso artista es que cada escucha puede interpretar a su gusto las melodías, a algunos les evocarán tristeza, a otros paz, dependiendo del estado emocional de cada quien y de su capacidad para desmenuzar las exquisitas melodías.
Lo mismo hizo temas de su disco “Elements”, con los que justamente hace un recuento sonoro de los elementos que a su parecer conforman no sólo este planeta, sino los universos que crea a través de su música. Más tarde hizo temas de “Project taranta”, “Una mattina” e “Islands”, manteniendo una secuencia de sonidos que le permiten al público viajar de un lugar a otro, sin abandonar su asiento y simplemente cerrando los ojos, abandonándose a la música y la interpretación pasional de los artistas en el escenario.
“Eden roc” fue una de las piezas mayormente aplaudidas y fue seguida de “In a time lapse” y “Una mattina”, esta última que da nombre a uno de sus discos más exitosos. Sin conversación verbal con su público, se llevó a cabo este concierto, en el que a Einaudi no le hizo falta decir una palabra para conquistar a la gente, pues es de esos artistas a los que les basta con su música para hacer vibrar a todos.
Continuó entonces con “Elegy for the Artic”, “Tu sei”, “Stella del mattino”, “I giorni” y “Numbers”, llegando a la recta del final del show, que cerró con “Eros”, “Divenire”, “Fuori dal mondo” y “Choros”.