El cambio en México
¬ Augusto Corro jueves 28, Jun 2018Punto por punto
Augusto Corro
El voto, todo mundo lo sabe, es el arma más importante para el cambio político, económico y social de un país. En México, el próximo domingo se presentará la oportunidad para que alrededor de 90 millones de electores se manifiesten en las urnas.
Claro, no todos votarán; pero se espera que un porcentaje considerable cumpla con ese deber.
Las elecciones son para la renovación de alcaldes, diputados, senadores, gobernadores, hasta presidente de México.
¿Qué esperamos los mexicanos de la contienda electoral que culminará el próximo domingo con la votación en las casillas?
Que quiénes lleguen al poder erradiquen los siguientes problemas que nos tienen hartos: violencia, impunidad, corrupción y pobreza.
Las soluciones no se darán de la noche a la mañana, sin embargo, sí será vital dedicarles una atención inmediata e ilimitada.
Por ejemplo, la pobreza que golpea a más de 56 millones de mexicanos crece sin nada ni nadie la detenga. Los gobiernos de todos los colores solo tocan esa problemática social en sus discursos. Poseedores de la demagogia, los políticos raras veces voltean a ver a los desvalidos. Ni siquiera saben en qué consiste el fenómeno de la pobreza extrema.
También que los nuevos gobernantes se encarguen de abatir la violencia desbordada que un día sí y otro también asalta, secuestra y asesina.
De la lucha contra la corrupción vamos a exigir que se combate ese cáncer social que nos agobia. En las mismas condiciones se encuentra la impunidad incontrolable. Nadie persigue a los delincuentes. Vivimos en la barbarie. En fin, las nuevas autoridades tendrán que empezar de cero para reconstruir una sociedad que perdió el rumbo y quizás sus valores morales “que nos permiten diferenciar entre lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto, lo justo y lo injusto”. El domingo tendremos, pues, la oportunidad de votar en busca de un futuro sin injusticias, inseguridad y barbarie.
AMENAZAS EN MUNICIPIOS
La vida tranquila de los municipios desapareció, quedó en el pasado. La presencia de la delincuencia organizada acabó con la tranquilidad y la seguridad. En el presente proceso electoral 132 políticos fueron asesinados y la violencia fue focalizada a nivel municipal.
Según Etellekt Consultores el 80 por ciento de los crímenes y agresiones registradas “son en contra de candidatos o autoridades que aspiran a cargos a nivel municipal”.
Era de esperarse esa reacción violenta en el escenario político, principalmente en regiones donde son fuertes las bandas criminales.
Hay comunidades donde la narcodelincuencia ejerce el poder. Ahí están por ejemplo los municipios de Guerrero o Puebla. En unos mandan los narcos, en otros los huachicoleros o ladrones de combustible.
El municipio es el eslabón más débil en la cadena del poder. Los gobiernos estatal y federal lo dejaron a su suerte en los últimos años.
El crimen organizado decidió infiltrarse en las policías locales y debilitaron el poder de las autoridades surgió el problema de la ingobernabilidad. Nadie quiso entender este fenómeno social.
Los gobernadores optaron por dejar que el gobierno federal resolviera los conflictos que surgían en los municipios, cuyas policías estaban coludidas con la delincuencia organizada en el negocio de las drogas.
Con la intervención del Ejército, Armada y Policía Federal, regresaba la calma en las regiones invadidas por la narcodelincuencia; pero en cuanto la fuerza pública abandonaba el lugar, la violencia resurgía.
En el presente, con el poder de las armas, los grupos delincuenciales, amparados en la impunidad, en algunos municipios decidieron asesinar a candidatos que no aceptaron sus órdenes. La ley de las balas estuvo en todo su apogeo.
LOS NIÑOS SEPARADOS
El presidente Donald Trump continúa con sus leyes discriminatorias, racistas e inhumanas. Ahora no sabe qué hacer con los niños separados de sus familias de indocumentados.
No aguantó la presión mundial que criticó la conducta salvaje de su gobierno contra los menores indocumentados, debido a que los mantenían en jaulas, como animales.
Ordenó el presidente anaranjado que se buscaran otras condiciones de vida para los niños y hasta donde se sabe serán repartidos en instalaciones militares, donde podrían recibir más atenciones.
Mientras diecisiete estados de Estados Unidos entablaron una demanda para obligar a Trump a reunificar a familias migrantes que fueron separadas en la frontera con México.