Enrique Peña Nieto sacará al PRI, nuevamente, a patadas de Los Pinos
José Luis Montañez Aguilar martes 26, Jun 2018La Ley de Herodes
José Luis Montañez
La sentencia que el panista Vicente Fox Quesada, hiciera en el año 2000, de sacar a patadas al PRI de Los Pinos y que, por cierto, cumplió el guanajuatense, está nuevamente por hacerse realidad este próximo domingo 1 de julio, día en que habrán de celebrarse en México elecciones presidenciales, con la victoria anunciada de ya sabes quién.
Sólo que esta vez el verdugo se llama Enrique Peña Nieto y que, a diferencia de las anteriores administraciones priístas, que tardaron 70 años en hartar al pueblo mexicano con tanta corrupción, este mexiquense, que responde a las siglas de EPN, sólo empleó cinco años y medio, para colmarle el plato, a una ciudadanía, a la que engañó con sus discursos de campaña en 2012, prometiéndole un cambio democrático verdadero y combatir la corrupción en todos sus niveles. Sociedad a la que no sólo menospreció, sino usó y jugó contra sus intereses, tantas y tantas veces.
Pero vamos por partes, el proyecto del que es oriundo del Estado de México, para que fuera Presidente del país, no se hizo en una semana, ni en un mes, ni mucho menos un año. Simplemente como gobernador de esa entidad, Peña Nieto estuvo bajo la lupa de millones y millones de ojos durante todo su periodo y para muchos su administración fue de buena a aceptable, a grado tal que organismos internacionales, como el Foro de Davos, Suiza, lo nombraron en 2008 uno de los 250 jóvenes talentos del mundo.
Carismático y aficionado al whisky
El periodo del joven Peña Nieto como mandatario mexiquense -2005/2011-, estuvo siempre marcado por actos espectaculares, con multitudes que lo aclamaban y lo vitoreaban a su paso por los 125 municipios de la entidad todo el tiempo. La prensa, la radio y la televisión daban cuenta todos los días de las actividades del brillante funcionario, que se tomaba fotos con todo mundo y condescendía con los actores políticos de todos colores y sabores en su territorio y fuera del mismo.
La carrera de EPN a la Presidencia del país nadie la podía parar, pues el que se le acercaba un poco por ser parte del gabinete gubernamental, era Juan Camilo Mouriño, secretario de Gobernación del borrachín presidente Felipe Calderón Hinojosa. El titular de Segob muere en condiciones muy extrañas en un accidente de aviación a pocos kilómetros de la residencia oficial de Los Pinos, cuando su jet se dirigía al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Las versiones que se dieron sobre el accidente aéreo, resultan infantiles hasta nuestros días.
Cabe hacer notar que en el caso del izquierdista Andrés Manuel López Obrador, quien ya había buscado la Presidencia del país en 2006, precisamente frente a Calderón Hinojosa, se asegura que se había sellado un pacto entre las cúpulas del PRI- PAN, teniendo como padrino principal, nada menos que al ex presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, quien siempre ha sentido temor de ir a la cárcel si el tabasqueño llega algún día a la grande.
Peña Nieto se monta en el cambio
Asesorado por los mejores expertos en imagen y medios de comunicación, a quienes en ese tiempo sí les hacía caso y obedecía al pie de la letra, Enrique Peña Neto se trepó en la cresta de la ola del cambio democrático, que por cierto, ha deseado el pueblo mexicano desde hace unos treinta años, precisamente cuando Carlos Salinas de Gortari le robó lo Presidencia del país al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Ya sabemos que al hijo del general Lázaro Cárdenas del Río le temblaron las piernas y se dejó despojar de la primera magistratura del país como un cobarde.
Echarse al pueblo mexicano a la bolsa no es cosa fácil, pero apoyado por su gran carisma y el aparato de medios que lo rodeaba, el mexiquense se hizo de fama nacional e internacional y pronto sintió las mieles de la gloria y supo que llegar a la Presidencia de México no era difícil.
Con el gobierno de Felipe Calderón, el paisano del profesor Carlos Hank González, fingió siempre estar peleado a muerte, pero quienes de esto saben mucho, dicen que Peña Nieto y Calderón pactaron ser presidentes del país, precisamente en el 2006, cuando el michoacano recibió la ayuda en las urnas de seis estados priístas -incluyendo el Edomex-, para no permitir que López Obrador ganara Los Pinos. De este pasaje hay un personaje que testifica lo que se hizo, tanto así, que un día lo declaró públicamente a la prensa. El nombre, se lo dejo de tarea…va.
Peña Nieto, traidor y mal amigo
Todo aquel equipo humano que trabajó durante más de 12 años en el Estado de México en el proyecto político para que Enrique Peña Nieto fuese algún día Presidente de la nación, celebró en todo lo alto la victoria del priísta el primer domingo de julio de 2012. Como Presidente electo, Peña Nieto fue recibido en muchos países por primeros ministros, presidentes, reyes e importantes hombres de negocios, como todo un mandatario, sin todavía ocupar el cargo.
Todo iba bien, hasta que se sentó en la silla del poder y fue rodeado por un grupo de incondicionales y oportunistas, entre los que ya sabemos se encuentran Luis Videgaray, Aurelio Nuño, Luis Miranda Nava, Gerardo Ruiz Esparza, y por supuesto su esposa, la ex actriz de Televisa, Angélica Rivera de Peña.
Ellos se encargaron de que el mexiquense corriera a viejos colaboradores, traicionara a muchos de sus amigos, atacara los intereses de hombres de la IP tan importantes, como Carlos Slim, Emilio Azcárraga Jean, Ricardo Salinas Pliego y súmele usted los nombres que desee, pues en su afán de beneficiarse del poder y beneficiar a conocidos, amigos o socios, el clan en el poder no midió consecuencias a futuro.
Bueno, el caso es que este domingo 1 de julio el PRI tendrá que pagar los platos rotos que lanzó a los cuatro vientos su flamante presidente Enrique Peña Nieto, quien actuó todo su mandato como griego en fiesta de cumpleaños.
Así es que el PRI y su candidato, José Antonio Meade, están en primer lugar, para que el pueblo de México les pase la factura, por permitir que un solo hombre y su grupito con sus acciones -gasolinazos, devaluaciones, inseguridad, desempleo, narcotráfico, etcétera-, lo hayan dañado, tanto moral, social y económicamente hablando.
El próximo, no hay duda en que el izquierdista Andrés Manuel López Obrador -candidato por tercera ocasión a la Presidencia del país y 50 por ciento arriba en las preferencia electorales-, habrá de ganar la primera magistratura de México.
Pero por favor, vamos a reconocer que Peña Nieto hizo lo que pudo y hasta de más, para lograr sacar nuevamente al PRI a patadas de Los Pinos…¿qué no?