Ricky Riquín Canallín, en el tercer lugar de las preferencias electorales
José Luis Montañez Aguilar viernes 22, Jun 2018La Ley de Herodes
José Luis Montañez
La falta de tablas en la política y su desmedida ambición para ocupar el cargo de Presidente de México, han colocado al panista, Ricardo Anaya, hasta el tercer sitio de las preferencias electorales, con miras a las elecciones del próximo domingo 1 de julio, de acuerdo a la mayoría de la encuestas y sondeos serios sobre el tema.
Ricky Riquín Canallín salió del segundo debate televisivo entre los candidatos presidenciales: José Antonio Meade Kuribreña, Jaime Rodríguez Calderón, Andrés Manuel López Obrador y el propio Anaya Cortés, celebrado el pasado 20 de mayo, con tremendo bofetón en el rostro, que le propinó el abanderado de la alianza Juntos Haremos Historia, luego de aquella anecdótica escena, donde el candidato presidencial, López Obrador, puso a buen resguardo su cartera, diciendo que corría peligro frente a un ladrón, precisamente cuando Anaya Cortés se le acercó, en pleno encuentro televisivo, para refutarle algunas cifras de cuando el de Macuspana, Tabasco, ocupó el cargo de jefe de gobierno de la Ciudad de México.
A partir de ese momento, el blanquiazul Ricardo Anaya o Ricky Riquín Canallín para los cuates, como lo bautizó ese día AMLO, ya no se pudo levantar de la lona, y más bien, se ha estado arrastrando por todo el cuadrilátero político, desgarrándose las vestiduras y gritando a los cuatro vientos que si llega a ser Presidente del país (?), cosa que veo en chino, va a meter a la cárcel al presidente Enrique Peña Nieto, por corrupto y otras lindezas.
En el PAN se peleó con todos
Es bien sabido que para lograr la candidatura del Partido Acción Nacional (PAN), el queretano Anaya Cortés secuestró prácticamente al PAN, motivo por el cual la también aspirante presidencial, Margarita Zavala Gómez del Campo, esposa del borrachín ex presidente, Felipe Calderón Hinojosa, tiró la toalla en la contienda interna de Acción Nacional, para ver quién resultaba ganador de la candidatura presidencial para competir en las votaciones del primer domingo de julio.
Zavala Gómez del Campo no ha dejado de afirmar que Anaya es un político tramposo y corrupto y que practica todo aquello que critica, refiriéndose a los métodos que utilizan otros institutos políticos para seleccionar a sus candidatos a puestos de elección popular.
Y en ese sentido, Anaya Cortés no fue capaz de lograr la conciliación con Margarita, una vez que ésta se bajó de la contienda, debido a que las encuestas la marcaban hasta un lejano quinto lugar y sin ninguna posibilidad de poder siquiera llegar al cinco por ciento de las preferencias en este proceso electoral, donde por cierto ya parece no haber duda de que el próximo Presidente de México será el político de izquierda, Andrés Manuel López Obrador.
José Antonio Meade
Y bueno, quien ha logrado capitalizar los errores y la falta de experiencia política de Anaya Cortés, ha sido el candidato Meade Kuribreña, quien representa a la coalición integrada por los partidos Revolucionario Institucional, Verde Ecologista de México y Nueva Alianza. El ex secretario de Estado está ya firme en la segunda posición, aunque a mucha distancia del puntero en las preferencias electorales, que no es otro que el tabasqueño, a quien todas las encuestas dan hasta 50 puntos porcentuales, en cuanto las preferencias electorales se refiere.
Se estima que Pepe Toño Meade puede andar ahora entre unos 25 y 28 puntos de intención del voto, y bueno, su equipo de trabajo tiene mucha confianza de que pueda captar un gran porcentaje de votos de los indecisos, que en estos momentos pueden estimarse en un 15 a 18 por ciento del total de los posibles votantes.
Así pues, Anaya o Ricky Riquín Canallín tiene mucho que aprender de este proceso electoral, donde arrancó la contienda todo bañado de lodo, después de que se descubrieran actos de corrupción cometidos hace años con bienes inmobiliarios en el estado de Querétaro, en los que presuntamente participó y se benefició, mediante una maniobra turbia de más de cincuenta millones de pesos.
De ahí para acá nuestro personaje nunca dio pie con bola y su mejor papel lo alcanzó, contradictoriamente hablando, en el segundo debate televisivo, sin lograr penetrar, dicho sea de paso, realmente en el ánimo del electorado.
Lástima Margarito..!
Y como en aquel concurso televisivo de preguntas y respuestas donde el personaje principal era un despistado ciudadano que respondía al nombre de Margarito y que siempre salía raspado y sin ningún premio por su desatinada participación, ahora también habrá que decirle al joven panista, lástima Margarito..! y pedirle que se prepare bien para el 2024, tomando de experiencia todos los desaciertos y aciertos, si es que los hubo, en su actual campaña presidencial, que seguramente lo debe tener con un muy mal sabor de boca.
Pero antes tendrá que ser humilde, despojarse de su soberbia y aprender a ofrecer una disculpa a quien hizo a un lado o lastimó en su afán de ser primero candidato del PAN y después un aspirante fallido a la Presidencia de México.