¿Qué nos está pasando?
¬ Salvador Estrada jueves 21, Jun 2018Folclor urbano
Salvador Estrada
México está viviendo una etapa nunca vista en su historia y tal parece que la Guadalupana está abandonando a este país, porque las noticias del día, en todos los medios, son asaltos, robos, secuestros, enfrentamientos y asesinatos y ante estos hechos el temor permea a los ciudadanos, porque no hay seguridad por parte de la policía.
¿Qué está pasando en nuestro país? ¿Estamos viviendo una crisis de valores? ¿Las leyes y la justicia ya no valen? ¿La violencia ya se apoderó de la sociedad? ¿Dónde está la policía para acabar con los criminales?
Las preguntas pueden seguir, porque los hechos así lo piden y leemos que en las carreteras nacionales son robados los tráileres, luego de detenerlos con vallas y a punta de pistola bajar al conductor para abandonarlo en la carretera y llevarse el vehículo con productos electrodoméstico o alimentos no perecederos. La Cámara del Transporte informa que las pérdidas ya pasan de los 62 mil millones de pesos.
Los ferrocarriles también son asaltados en algunos poblados después de frenarlos con rocas en las vías. En otros, las vías son arrancadas para provocar el descarrilamiento y luego saquear los vagones.
Los productos que transportaban, trenes y camiones ¿a dónde son trasladados?, ¿dónde se venden?
La violencia criminal que se vive en el país lastima e irrita a la sociedad. Hasta ahora han sido asesinados entre candidatos y políticos más de cien. Y no hay información de los autores de esos hechos sangrientos. Todavía no hay detenidos ni culpables.
El crimen no respeta jerarquías. Han sido asesinados 27 sacerdotes en todo el país y las autoridades no informan, no investigan y no hay detenidos ni presuntos culpables. Reina la impunidad.
Ante esta situación la Iglesia católica ya “emitió su protocolo de seguridad”. Entre las recomendaciones que hace a sus ministros se encuentran medidas preventivas para la protección de los templos y para el cuidado de los sacerdotes. Pide a sus ministros no tener horario fijo, desplazarse de día y por rutas conocidas e informar a su familia de su ubicación.
Y los periodistas siguen cumpliendo su deber de informar a la sociedad, sin contar con apoyos de seguridad, pese a que han sido asesinados 24 en lo que va del sexenio.
Debido a estos antecedentes, el relator especial de la ONU sobre la promoción y protección del derecho a la libertad y de expresión, junto con el relator especial para la libertad de opinión de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos sobre su misión en México, dieron a conocer en su informe lo siguiente:
“México atraviesa una profunda crisis de seguridad que afecta gravemente los derechos humanos de su población. Uno de los aspectos centrales de la crisis es el debilitamiento del estado de Derecho y la gobernabilidad a nivel local que se ha extendido en el país, que facilita y, al mismo tiempo, se ve exacerbada por homicidios, desapariciones y torturas”.
“Aunque el padecimiento es extendido, los hechos de violencia se han dirigido a quienes son más indispensables para dar a conocer el conflicto e inseguridad: los periodistas”.