López Obrador: Sí o no
Freddy Sánchez jueves 21, Jun 2018Precios y desprecios
Freddy Sánchez
En esta elección presidencial no hay de dos sopas. Estamos o no estamos a favor de que Manuel López Obrador asuma la primera magistratura de la nación. Así de simple y sencillo.
En ese tenor es preciso manifestar que los fieles devotos de la “pejemanía”, están llamados a presentarse en las urnas y por ningún motivo faltar a ese compromiso.
Asumir que el tabasqueño al que las encuestas electorales ponen prácticamente como seguro ganador de la contienda, no basta para que esto se convierta en realidad, dando lugar a la apatía electoral entre sus seguidores, (pensando que “éste arroz ya se coció”) al tiempo de incurrir en la omisión de no ratificar en las urnas con su voto puntual lo que desean
Es decir que este primero de julio, (un sueño largamente acariciado), permita que Manuel López Obrador se convierta en el Presidente de México.
Y ya después, aclamado por su seguidores, el tabasqueño podrá pasearse en las calles ufano de su anunciada victoria y seguramente verá que miles, millones de simpatizantes festejarán su triunfo.
Será entonces el hombre al que la mayoría electoral haya decidido encomendarle estar al frente de un nuevo gobierno presidencial, como un “hércules” invencible al que todo el tiempo sus leales seguidores vieron en él, creyendo que llegaría a la primera magistratura para echar mano de todo su poder y realizar grandes cambios en el país.
Especialmente, si como el propio López Obrador lo ha anticipado su partido político “Morena” logra “carro completo” o sea victorias sonoras y aplastantes en todos los cargos de elección a disputarse en gubernaturas estatales, presidencias municipales, legislaturas locales, las cámaras federales de diputados y senadores, amén de la nueva estructura política electoral a estrenarse en la Ciudad de México.
De ser así, el tabasqueño y los suyos, simpatizantes y seguidores en uno y otro rincón del país, festejarán efusivamente el triunfo de “Juntos Haremos Historia”
Algo que vendría a dar vida a la expresión de una crónica largamente anunciada.
Cosa que, obviamente, aquellos que siguen más que dispuestos a evitar, sólo lo podrán lograr acudiendo a votar por una opción distinta. La que se constituya como una opción ciertamente capaz de vencer a López Obrador en las urnas.
Lo que, obviamente, no podrá estar en manos de un tercero, cuarto o quinto lugar en las preferencias electorales. El que esté más cerca del tabasqueño será el único que podrá ganarle. Ninguno otro.
Por eso los que no quieren ver a López Obrador a cargo de la nación, no se pueden dar el lujo de votar a favor de quien esté lejos de vencer al tabasqueño.
Los votos emitidos a favor de opciones diferentes al segundo lugar, serán votos que estaría favoreciendo al candidato de Morena, por la sencilla razón de que serían sufragios menos en su contra. A diferencia de aquellos votos que reciba el segundo lugar y no quienes de plano estén lejos de ganar la elección presidencial.
Ante esta panorámica la sucesión presidencial pone en perspectiva dos posibilidades. Estar con López Obrador o emitir un voto contra el tabasqueño haciendo que gane claramente el segundo lugar en las preferencias electorales. Decirle pues a López Obrador, simple y llanamente en las urnas: sí o no.