¿Por qué nos gusta tanto el melodrama a los mexicanos?
* Especiales, Espectáculos viernes 17, Dic 2010- Jesús Calzada, autor de grandes éxitos como Alcanzar una estrella, Vivir un poco, entre otas asegura que es un prejuicio injusto e insultante, decir que el perfil cultural y educativo de México es malo por culpa de la televisión
Fernando Garcilita Herrera
De la respuesta ¿por qué nos gusta tanto el melodrama a los mexicanos?, depende que podamos ampliar nuestra visión y entendimiento, al respecto de que las telenovelas juegan un lugar muy importante en la vida cotidiana de los mexicanos y podamos entender nuestra molestia cuando vemos malos productos o refritos o nos enteramos que después de haber sido una potencia en el género, tenemos que comprar historias extranjeras; por otro lado la guerra por el rating hace que la barra programática sea más rigurosa a la hora de elegir los proyectos que saldrán al aire, dictámenes que llegan al extremo de querer saber el sabor del platillo, solamente mirando la receta.
El año próximo Televisa arrancará una telenovela original de María Zarattini que ahora hace equipo con Rosy Ocampo y preparan La fuerza del destino, Juan Osorio ya está grabando su versión de Una familia con suerte y por último La vida… ni contigo ni sin ti de Mapat y por si fuera poco en estos últimos hemos presenciado un intercambio de estrellas entre televisoras sin precedente.
Es por eso que Diario Imagen buscó a uno de los autores más reconocidos de la telenovela en nuestro país, cuyo trabajo ha sido objeto de admiración y envidia por guionistas nacionales y extranjeros, lo que ha marcado generaciones y revolucionó en su momento a la televisión, sin buscar el crédito por ello.
Jesús Calzada autor de Retrato de familia, Vivir un poco, Alcanzar una estrella, Al norte del corazón, Código postal, El Secreto y Palabra de mujer nos regala un poco de su tiempo para analizar el presente y tratar de descubrir el futuro de nuestra televisión mexicana.
“¿Por qué nos gusta tanto el melodrama a los mexicanos? Porque nuestra educación es melodramática, la educación del latino promedio y en este caso del latinoamericano es a base de impulsos y pasiones melodramáticas; vete a España, por ejemplo: El poema del Mio Cid, uno de los momentos más llorados, es cuando violan a las hijas del Cid y se burlan de ellas los infantes de Carrión, si eso no es un giro de telenovela, no sé qué lo sea y estamos hablando de uno de los poemas más antiguos y más respetados de la lengua castellana, en el Quijote, el momento más celebrado es cuando invoca a Dulcinea y la declara el asiento de todas las perfecciones. Estamos tan educados al estilo melodramático que el corazón de cada mexicano, tiene incrustado un bolero, tenemos un poquito de las canciones de José Alfredo Jiménez, obvio, cuando salen productos melodramáticos, nos duele ver que esté mal, que se desvíe la línea amorosa que hemos idealizado, nos duele ver que se traicionen nuestras expectativas respecto a nuestros personajes y nos duele ver que las televisoras jueguen malabarismos con un producto que debería de ser más que estable”.
Originario de Guanajuato, pasó toda su infancia en Monterrey, donde estudió hasta la preparatoria e inició una carrera en el Tec. de Monterrey, cuando era uno solamente y fue ahí donde una de las actividades extracurriculares cobraría una importante relevancia en su vida, incluso más que la ingeniería que estudiaba, el teatro.
“El teatro era una de las actividades extracurriculares que a mí siempre se me había antojado, primero escribir poesía y luego un desarrollo artístico que tuviera que ver con la literatura y se me antojó entrar a teatro y me volvió loco; estudiaba una carrera que según mi papá era de provecho, estudiaba ingeniera eléctrica y pues te podrás imaginar que mientras más me entusiasmaba el teatro, menos me interesaba la ingeniería”.
Terminó bien con el taller, mal con la ingeniería y a la hora de empezar a trabajar para mantenerse, el teatro empezó a ayudarlo y como una buena historia de encuentros fortuitos, una cosa llevó a la otra, la pasión por el teatro lo llevó a estudiar teoría del arte y la teoría del arte, lo trajo a la ciudad de México.
A su regreso se incorporó al Centro de Teatro Infantil de Bellas Artes, haciendo mancuerna con Tita Elizalde, fundaron Titiriglobo el único teatro en México dedicado exclusivamente a los títeres, en forma de globo, ofrecía una alternativa de diversión y cultura a las familias de la ciudad.
“A través de Tita conocí al gran mundo teatral de la Ciudad de México. Soy de los pocos que pueden decir que disfruté de la amistad de Emilio Carballido, siempre fue amable conmigo me enseñó a usar la precisión de la palabra, a escribir cantidades dramáticas correctas, ser riguroso con la palabra y un buen día, gracias a una sugerencia de Enrique Lizalde, el actor, fui a la oficina de Valentín Pimstein, que necesitaba editores literarios”.
Valentín Pimstein es considerado el padre de la “telenovela rosa”, estilo que prevaleció a lo largo de su trayectoria y junto a Ernesto Alonso es uno de los grandes en la cultura audiovisual mexicana.
Descubrió que era un prejuicio injusto e insultante, decir que el perfil cultural y educativo de México es malo por culpa de la televisión
“La televisión es el niño de azotes de la cultura y no, el culpable de la situación cultural en México, son los 80 años pasados, desde que se creó el sindicalismo a la fecha, un sindicalismo, que en vez de estimular al trabajador, estimula a las mafias y tiene a México en un lugar vergonzoso de comprensión de lectura y el perfil cultural defectuoso. También es producto de una mala administración de los bienes de la cultura, la televisión, no es ni la SEP, ni Conaculta, el perfil cultural de un pueblo lo captura el televisor, lo convierte en un reflejo y lo pone en un marco”.
Si bien sabemos que nuestro país ha perdido terreno en actividades políticas, económicas y de crecimiento, nuestra televisión seguía siendo referente para otros países, hoy en día, al encender el televisor vemos historias que ya se han transmitido o nos enteramos que las compramos a países latinoamericanos. Sobre esto el maestro Calzada responde.
“¿Por qué México en vez de exportar, empieza a importar? Porque desgraciadamente creo que las televisoras mexicanas y los autores nos engolosinamos con el éxito que estábamos teniendo y en vez de ir innovando y encontrando respuestas interesantes para la pantalla empezamos con el temor injustificado de arriesgarnos con nuevos formatos, nuevas propuestas; no hay peor censura que la autocensura, porque si te pones a temer sobre lo que dispones, no vas a acabar nunca, vas a temer que se te pierdan las ideas, no hay peor rigor paralizante que el que aplica sobre tus posibilidades de avanzar.”
“Luego, cuando el éxito empezó a decrecer, porque es natural, toda cresta de ola, se convierte en cima de ola, o sea la parte baja de la ola; eso quiere decir que viene otra cresta que va a volver a levantar la ola; le temimos al ciclo de “éxito, estabilidad, éxito, estabilidad” y empezamos a voltear los ojos hacia productos de otros países, que eran derivados de productos nuestros, la ironía es que no nos dimos cuenta que estábamos viendo una foto nuestra de hace algunos años, pero nada más que recoloreada y las televisoras hoy en día están empeñadas en producir lo que ellos llaman “éxitos probados”.
“La dramaturgia básica indica que un producto funciona cuando su temática responde a las interrogantes del grupo social del momento histórico y del perfil cultural, eso es dramaturgia, hay piezas del drama que funcionan ante determinado tiempo histórico y que después de ese momento ya no funciona tan bien; decidir lo que vamos a mostrar y en donde; es más uno mismo lo hace, en una reunión de amigos, sabes en que momento contar un chiste o en que momento sería una imprudencia. Acá no, acá supusimos que las mismas historias eran intercambiables sin importar la fecha, sin importar el grupo social y el pánico causó que las televisoras se lanzaran rumbo a los famosos “éxitos probados” y empezaron a anquilosarse porque bloquearon toda posible creatividad, que dentro de rangos muy estrechos, disponíamos los guionistas”.
Gracias a sus estudios y a la brillante lectura que realizó de su tiempo le dio a México una de las historias más apasionantes y a Televisa le dio un éxito en toda América Latina. Una historia muy nuestra que no la supimos reconocer cuando nos vendieron “Yo soy Betty, la fea” de Fernando Gaitán, como la revolución de las telenovelas creímos que la fórmula de la fea que aspira al amor del guapo, era una idea de los colombianos y no, el in-genio de Jesús Calzada las había revolucionado años antes con Alcanzar una estrella telenovela original de Jesús Calzada que escribió hacía 1987.
Alcanzar una estrella, tuvo un éxito que ni yo mismo me imaginaba, supuse que iba a funcionar porque era el espejo del perfil mío y de los cientos o miles de espectadores que se encontraban en situación, puedes proponer un modelo ejemplar: las princesitas de Disney pueden ser bellas, juveniles y desgraciadas. Sales a la calle y el espectador promedio de telenovela, no es ni tan joven, ni tan bello, ni tan desgraciado, no tenemos madrastras que nos digan Cenicienta, aunque no niego que es interesante el planteamiento, a partir del perfil melodramático más básico, pero a mí se me ocurrió generar a Lorena Gaitán, la protagonista de Alcanzar una estrella, como una chava aparentemente, sin gracia, incluso, fea; nada lucidora, ordinaria, no se sabía arreglar y era además el cerebrito de la clase por lo cual era detestada por sus compañeros y su mejor amiga, que era lo contrario, porque era extrovertida, gorda. En la época de la veneración de los cuerpos dorados y el gimnasio de Madonna, el ser gordo o feo es casi, casi un pecado, incluso la gente que ve a un gordo en la calle, automáticamente lo acusa de tragón, nadie se pone a pensar si responde a un problema de tipo psicológico o fisiológico y como condenamos a lo que no responde a la visión de la sociedad, por eso funcionó la historia porque en Lorena y en Aurora, que era la gorda, nos retratamos más de la mitad del país, a esto añádele una conflictiva cotidiana y el simple deseo de ¿por qué no he de aspirar yo al amor del gran ídolo del momento?, ahora que si fuera bonita, cual sería la gracia de que me pelara. Eso fue lo primero.”
“Lo único que Gaitán hizo fue, quitarle el elemento de inseguridad que tenía mi personaje –Lorena– y volvió a su fea, una mujer segura de si misma pero regodeándose en su imprudencia. Otra telenovela puesta en un nicho por revolucionaría, fue “Mirada de mujer” el mayor éxito que tuvo Tv Azteca y esa fórmula, de la mujer madura que se enamora del hombre joven, ya había nacido de la mente del maestro Calzada.
“Bernardo Romero me confesó que él había hecho Mirada de mujer, inspirado en mi telenovela “Retrato de familia”, todo mundo piensa que él fue el primero en inventar la fórmula, una mujer madura se enamora de un hombre joven, nunca le pregunté si había hablado con Fernando Gaitán sobre “Alcanzar una estrella”, pero estoy seguro que lo vio, porque tuvo un éxito impactante en toda Latinoamérica. No hablo de plagio, ni mucho menos, sino que sintieron que gracias al éxito de mis historias, ellos podían caminar con paso firme sobre la misma historia y hacerla propia”.
Para prueba de ello, aún conserva la hoja de raiting dónde alcanzó 75 puntos de raiting, superando incluso la transmisión de la visita del Papa a México.
En el transcurso de la entrevista, Calzada menciona los resultados de un estudio hecho por el Colegio de México, en el cual participó y resalta que la telenovela promedio tiene mucho mayor densidad léxica y complejidad en gramática y en sintaxis que el periódico promedio.
Es por esto que Televisa en unión con la Universidad Iberoamericana han creado la primer escuela para guionistas de telenovela en México, y Jesús Calzada destaca como uno de los profesores más prominentes pues gracias a su pasión y amor por el melodrama, le demuestra a su empresa lealtad y gratitud con ella y con la tarea de rescatar el melodrama mexicano, compartiendo sus conocimientos y experiencias con nuevos escritores.
Hola Jesus, soy sobrina de Francisco Estrada Valle queremos mi mamá Raque y yo felicitarte por tu novela eres por mucho el mejor escritor de México ojalá recibas nuestro saludo, hemos tratado de localizarte durante más de 20 años, recibí tu saludo después del funeral de mi querido tio, te queremos.