Adiós 2010
¬ Augusto Corro viernes 17, Dic 2010Punto x Punto
Augusto Corro
México vive una situación, compleja, difícil, incierta al cierre del 2010. Y lo más grave: no se vislumbran soluciones. Desempleo, inseguridad e impunidad forman parte de la vida diaria de millones de mexicanos.
La falta de fuentes de trabajo tiene a sectores de la población sumidos en la pobreza. Gente egresada de escuelas de educación superior tiene que conseguir dinero para su sustento en el comercio informal o subempleado como conductor de taxis.
Ejércitos de jóvenes desempleados esperan, sin esperanza alguna, encontrar alguna ocupación que les permita conseguir ingresos para subsistir y al no lograrlo se convierten en vendedores de mercancía “pirata”.
Y en caso que esos desempleados consigan un trabajo, los salarios de hambre poco le ayudarán para resolver sus problemas económicos. No en balde, autoridades internacionales informaron que la pobreza crece en México, incontenible.
El gobierno panista ya demostró su incapacidad en el manejo de la economía con una política que no toma en cuenta a los pobres. En materia económica vamos a la deriva. El alza en el precio de la tortilla fue un golpe muy duro a los bolsillos de los que menos tienen.
Y no se diga de los constantes incrementos a los precios de los combustibles. Las autoridades prefieren afectar la economía de los conductores de automóviles, que cobrarles impuestos a las empresas millonarias amparadas en leyes extrañas.
La economía mexicana se encuentra prendida de alfileres. Nadie puede asegurar que la crisis se alejó y que presente y futuro son alentadores. Solamente en los discursos, como estilan los panistas, México va viento en popa.
El problema de la inseguridad es el tema diario. La guerra contra el crimen organizado y las luchas entre los cárteles de la droga tienen a México aterrorizado. Más de 30 mil muertos lo confirman.
La violencia reina en varios estados y en ninguno de ellos se contempla una solución. En Chihuahua el número de víctimas aumenta constantemente y la sociedad civil resulta la más afectada. Ante la ineficacia de las autoridades, los sicarios son los dueños de vidas y haciendas. Las masacres de jóvenes son la muestra.
En Nuevo León el crimen organizado sentó sus reales. Las autoridades no encuentran el camino para abatir la delincuencia.
En Tamaulipas, los cárteles de las drogas arrasaron con todo. Las ciudades son abandonadas por gente temerosa que huye sin importarle dejar sus propiedades. En su interés por salvar la vida buscan refugio en Estados Unidos. En el campo tamaulipeco ocurre lo mismo. Los hacendados emigran. Los ranchos quedan en poder de los criminales.
En Michoacán la violencia creció de tal manera, que hasta el mismo gobierno estatal, encabezado por el perredista, Leonel Godoy, vive en la incertidumbre total. Las autoridades centrales sin respeto al pacto federal y sin coordinación alguna meten y sacan a la fuerza pública de esa entidad.
La guerra del gobierno federal contra “La Familia Michoacana” se empieza a teñir de intereses políticos. El embate de la fuerza pública, según se dice, buscaría limpiar el terreno para que Luisa María Calderón Hinojosa, hermana de Felipe Calderón Hinojosa, se convierta en la próxima gobernadora de Michoacán.
En el presente, el gobernador Leonel Godoy lleva perdida la partida. Ninguneado por el gobierno panista, solamente espera el desenlace de los acontecimientos.
Durante la entrega del Premio Nacional de Derechos Humanos a Isabel Miranda de Wallace, el presidente Felipe Calderón reconoció “que aún falta mucho por hacer” en las policías, las procuradurías y los tribunales de justicia, “porque es ahí donde se ha incubado, precisamente la impunidad de la delincuencia”.
El discurso de Calderón es un reflejo fiel de un gobierno que ve en los discursos el arma principal para combatir a los enemigos. Todo mundo sabe que la corrupción y la impunidad van de la mano en los sitios donde se juega a impartir justicia.
Si la máxima autoridad sabe que en los tribunales de justicia se incuba el mal, ¿qué espera para limpiarlos? Las arbitrariedades en todos sentidos, las sentencias injustas, la libertad de criminales y los sobornos a las autoridades son parte de las acciones que se atribuyen a funcionarios venales. Las cárceles se encuentran llenas de gente inocente. ¿Y los derechos humanos? Bien, gracias.
Si se tiene el conocimiento de esas irregularidades terribles en la impartición de la justicia y en otras actividades públicas, la obligación de los gobernantes es la de actuar sin demora contra aquellos que agreden a la sociedad.
La sociedad exige acciones que le devuelvan la paz perdida. Ya se encuentra harta de tanta palabrería hueca, sin sentido.
PUNTOS SUSPENSIVOS… El delegado en Gustavo A. Madero, Víctor Hugo Lobo Román, rindió su segundo informe de gobierno. Destacó la importancia en la atención a la gente de escasos recursos económicos con la creación de fuentes de trabajo. También destacó la labor que realiza la policía para brindar mayor seguridad a los maderenses… Sigue sin resolverse la desaparición de los ocho cazadores guanajuatenses, que según uno de los jóvenes que viajana en el grupo, fueron asesinados y quemados. Se trata de una historia parecida a la tragedia de los 18 michoacanos levantados en Acapulco, cuyos cadáveres fueron inhumados en una narcofosa… Esperamos que el próximo año los legisladores se pongan de acuerdo para elegir al ministro o ministra de la Suprema Corte y los funcionarios del Instituto Federal Electoral… Santiago Creel continúa como el panista con mayor mérito como precandidato en la justa electoral del 2012… Marcelo Ebrard, jefe de gobierno capitalino, pintó su raya y retó a Andrés Manuel López Obrador a un debate para saber cómo irán sus proyectos con vías a la candidatura de la izquierda a la sucesión presidencial del 2012… Aprovecho el espacio para desearles feliz Navidad y progreso, bienestar, salud y felicidad para el próximo 2011, en compañía de sus seres queridos. Pásenla bien. Nos leemos en enero.