Donald Trump y el futbol
¬ Augusto Corro viernes 15, Jun 2018Punto por punto
Augusto Corro
Mientras los adversarios del presidente Donald Trump se empeñan en atacarlo y desprestigiarlo, él se dedica a reconfirmar el apoyo de sus seguidores.
Los asesores del mandatario son efectivos. No en todo. Aunque los dos últimos campanazos ponen al magnate de la construcción en una posición favorable.
No fue poca cosa que Trump y el dictador Kim Jong-un llegaran a un acuerdo para la desnuclearización de la península coreana. Desactivaron, por decirlo coloquialmente, las bombas nucleares que amenazaban al mundo.
Despues, el gobierno trumpista, junto con México y Canadá consiguieron la realización de la Copa
Mundial de futbol 2026 en sus territorios. De los tres países Estados Unidos tiene el mejor escenario para la competencia futbolera: aficionados estadounidenses y mexicanos, excelentes estadios y economía para echar la casa por la ventana.
Además, miles de “hinchas” mexicanos desde hace muchos años se sienten como en su casa en las instalaciones deportivas, no solo como apasionados del futbol americano, sino también del soccer.
México y las sedes que le correspondan para la competencia también estarán en condiciones de obtener beneficios.
En Canadá los encargados de la Copa del Mundo 2026 aún tienen ocho años para preparar el escenario propicio que exige el nivel de esa justa deportiva.
Así pues, Trump dio dos golpes importantes que mantiene su imagen positiva ante sus electores.
La reflexión obliga a pensar que Trump es un tipo convenenciero que no le importa que lo critiquen de abusivo.
En términos generales Norteamérica (México, Canadá y Estados Unidos) realizará el mencionado campeonato de un mundo globalizado al que le huye Trump, como ya lo demostró en un sinnúmero de ocasiones.
Sin embargo, en materia comercial, no cede en el proteccionismo a su país. Tiene paralizado el posible acuerdo del Tratado de Libre Comercio (EU-Canadá-México) cuya situación golpea al peso mexicano.
La imposición de aranceles al acero y aluminio de México (lo mismo hizo con Canadá y la Unión Europea) fue una puñalada que aplicó Trump sin misericordia alguna.
En la cumbre del G7, el mandatario estadounidense se peleó con los representantes que integran el grupo, cuyo peso político, económico y militar es relevante a escala global. Lo forman Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido.
Concretamente se negó a firmar el documento de los acuerdos de los participantes a la reunión, que entre otras definiciones se planteaba la necesidad de un “comercio libre, justo y mutuamente beneficioso” y la importancia de combatir el proteccionismo.
A cambio, Trump logró para su país, junto con México y Canadá, la realización de la Copa del Mundo en 2026, hecho que le ayudará en su carrera política.
La dura realidad
Se inició la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018. México participará una vez más en el campeonato. Cabe señalar que lleva seis mundiales sin jugar más de cuatro partidos.
La meta en el presente es que la Selección Mexicana llegue al quinto partido. En esta ronda preliminar jugará contra Alemania (el próximo domingo); después se enfrentará a Suecia y Corea.
De ganar y pasar el quinto partido, los mexicanos estarán satisfechos, pues se cumplirá el sueño de la mediocridad.
¿Por qué no aspirar a traernos la copa? Por una sencilla razón, nuestros jugadores no tienen la mentalidad ganadora. Son conformistas. No son los únicos males. También tienen a un director técnico, Juan Carlos Osorio, que no sirve para nada.
¿Es una maldición el quinto juego? Pues sí. Y continuará en nuestra historia deportiva, porque los jugadores no tienen el carácter necesario para alcanzar la victoria.
A raíz de esas conductas temerosas, los periodistas se encargaron de entrevistar a psicólogos, psiquiatras, etc., que opinaran sobre la imposibilidad de los jugadores de la Selección Mexicana y sus ambiciones mediocres, pobres.
Claro, no hay que cortar parejo. Hablamos de los futbolistas. En otros campos de la sociedad mexicana, los mexicanos son triunfadores.
Inclusive, uno de los especialistas hizo notar que en materia de futbol no existe una cultura de planteamiento a largo plazo.
Además en la liga mexicana de futbol, los jugadores extranjeros son mejor atendidos que los mexicanos. El desarrollo del talento de estos últimos no es el adecuado. A las canteras de los equipos de México nadie las atiende. Se les olvidó que en esos lugares se encuentran jóvenes, que con buenos maestros, podrían convertirse en los “cracks” que tanta falta le hacen a la Selección Mexicana.
Mientras, vamos a conformarnos con el equipo que nos representa en Rusia, con la idea de que el quinto juego seguirá como un sueño el ganarlo.
Feliz fin de semana.