Cárcel y corrupción
¬ Salvador Estrada jueves 14, Jun 2018Folclor urbano
Salvador Estrada
En el debate de los tres grandes y un “bronco” prevaleció la cárcel y la corrupción como los principales argumentos de su discusión, con la cual tenían la intención de ganar adeptos para alcanzar la Presidencia de la República.
Y de acuerdo a lo expresado en el debate no hubo ganadores ni perdedores. Los tres quedaron como corruptos, de acuerdo a las acusaciones que lanzaron.
Ricardo Anaya, “El Canallín”, ante los ataques, advirtió que “meterá a la cárcel a José Antonio Meade y a su jefe”. Y también le lanzó la advertencia a López Obrador y siempre que tenía la oportunidad insistía en que de llegar a la presidencia metería a la cárcel a los corruptos. “Deben enfrentar la justicia. Eso es lo correcto”, según dijo. Meade le expresó a Anaya “que es el único indiciado por un delito”. Y cuando López Obrador fue señalado por Anaya de tener “su propio constructor”, a quien le asignó obras por adjudicación directa por 170 millones de pesos, se escurrió. No contestó.
Para aclarar de dónde saldrían los fondos para cumplir sus promesas siempre recurría “a acabar con la corrupción”. Para solucionar problemas se amparó con su dicho una y otra vez “acabar con la corrupción”.
Andrés Manuel López Obrador está obsesionado en acabar con ese cáncer y la ve muy fácil, tan fácil que cree que “acabando con la corrupción le va a llegar el dinero, millones de pesos, para repartirlo como si fuera pan”.
Combatir la corrupción lleva tiempo y no es de la noche a la mañana, primero detectarla, investigar, tener pruebas y detener a los corruptos. Y dar con el destino del dinero para poder disponer de él. Todo dentro de un proceso apegado a derecho.
¿Cuántos políticos son corruptos?¿En dónde se les localiza? Estas incógnitas deben resolverse para empezar actuar. La Auditoría Superior de la Federación sería el gran aliado de López Obrador para saber de malos manejos, desvíos de fondos, peculados, etc., etc.
Y la ASF rindiéndole cuentas a López Obrador, podría empezarse a investigar a los corruptos, para luego de su detención llevarlos a juicio y recuperar el dinero mal habido y entonces saber cuánto se tiene dispuesto para repartirlo en sus obras de beneficio social.
Para doblar la ayuda a los adultos de la tercera edad, ¿cuántos corruptos necesita atrapar? Y para otras tareas de ayuda a la comunidad ¿cuántos más podrían caer?
Si llega a la Presidencia, López Obrador tendrá que dar cuentas a la ciudadanía de cuántos corruptos ha detenido y cuánto ha sido lo robado y en qué lo va a destinar. La tarea no es fácil y tendrá qué cumplir con lo prometido.
Y como él ha dicho que no va a traicionar al pueblo y para salir adelante en su lucha contra la corrupción, seguramente va a contratar los servicios del FBI, no el de Estados Unidos, sino el del candidato independiente a la presidencia de este país, Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, quien maneja su propio FBI, según lo afirmó en el debate, el “Facebook, Bronco, Investigation”.