En debate, AMLO, mesurado
Adriana Moreno Cordero jueves 14, Jun 2018La Retaguardia
Adriana Moreno Cordero
- Anaya, autovictimizado
- Hermano de Andy, ¿de lo más “cool”?
- Enojado por caso Rioboó
Después del debate entre los candidatos presidenciales, -los tres principales porque al “Bronco” nadie le “echó un lazo”-, ayer, en la sesión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión tuvo lugar un áspero intercambio en tribuna; en el centro estaban las acusaciones que uno y otro abanderado se han lanzado.
Sin embargo, hay que reconocer que el de la coalición “Juntos Haremos Historia”, Andrés Manuel López Obrador, tuvo un desenvolvimiento bastante mesurado en el Gran Museo del Mundo Maya; nada que ver con los enojos y berrinches que pasó en el primer debate, celebrado en la Ciudad de México, de donde se fue, como se recordará, sin despedirse ni tomarse la foto final.
En ese primer debate, el candidato de la coalición “Por México al Frente”, Ricardo Anaya, “con bombo y platillos” anunció que lo había ganado; se dijo seguro y confiado y que eso le reportaba importantes puntos de ventaja en la contienda.
Incluso, Jaime Rodríguez Calderón asistió más que nada, para provocar al tabasqueño.
No obstante, el lenguaje corporal y la actitud del “Joven Maravilla” en Mérida, fue diametralmente opuesto al primer debate. Al iniciar el ejercicio, intentó una sonrisa que se le congeló, era demasiado fingida para luego, darse a la tarea de autovictimizarse y, haciendo gala del sobre nombre que tiene también el compañero de Batman, indicó que lo atacan porque cuando se supone que gane la Presidencia de la República, hará justicia.
En suma, por más que hizo Anaya, no pudo concretar en su rostro la sonrisa de la confianza.
Eso sí, hay que aclarar que nada bien estuvo la campaña que se desató por las redes dando a conocer la segunda parte del video del hermano de Manuel Barreiro, justo cuando el exdirigente panista hacía uso de la palabra.
Otro dato importante es que muy probablemente López Obrador le “jaló las orejas” a su hijo José Ramón López Beltrán, que habría proferido insultos tanto al panista, como a sus acompañantes en el aeropuerto yucateco.
Aunque la dirigente de Morena, Yeidckol Polevnsky dijera que el hermano de “Andy” es de lo más “cool” que cualquiera podría imaginar, lo cierto es que presurosos, los morenistas hicieron todo para “tapar” la “travesura” del hijo de AMLO.
Ahora bien, la agresión de López Beltrán tuvo un motivo que tiene nombre y apellido: la acusación que hiciera Anaya sobre que José María Rioboó Martín, fue favorecido con contratos sin licitación de por medio, por la nada despreciable cantidad de 150 millones de pesos.
Como quiera que se le vea, esto representa un golpe al tabasqueño a unos cuantos días de las elecciones del 1 de julio, aunque diversos analistas estiman que el tema no logrará mermar mayormente la intención del voto para López Obrador. ¿Será?
Y para tratar de sortear este “pequeño” inconveniente, no pasaron muchas horas para que Grupo Rioboó, emitiera un comunicado en el que aclara que ninguna de las empresas que conforma dicho Grupo, es contratista, sino que son firmas de diseño de ingeniería especializada o de gerenciamiento, coordinación o supervisión.
De manera textual señalan: “Por convicción y compromiso con México, jamás ha aceptado, -ni aceptará-, participar en actos indebidos ni de corrupción; por tanto, cualquier afirmación en contrario es falsa, malintencionada que, de reiterarse, tendrá que acreditarse y probarse en juicio. O sea, ¿acaso Anaya Cortés se metió en otro “brete”? o bien, ¿AMLO ve un serio peligro en la información difundida?
Un detalle más, si Grupo Rioboo, como señala en su comunicado, no es contratista, es decir, no construye; ellos mismos lo dicen en su comunicado: “jamás han construido físicamente nada”, entonces ¿por qué López Obrador justifica las referidas adjudicaciones argumentando que “era el mejor estructuralista para construirlos”?
Municiones
*** El coordinador de los senadores PAN, Fernando Herrera, anunció que será después de las elecciones, cuando el proceso de expulsión en contra de Ernesto Cordero, que finiquitado, pues ahorita, los panistas están más ocupados y preocupados en apoyar a su candidato presidencial.
Agregó el senador Herrera que el casi expanista ya no tiene buena recepción en Acción Nacional porque “demostró que está vendido y su conducta lo está colocando en el lugar en el que él quiere estar”. Bueno, Anaya dice que las acusaciones de Cordero lo tienen sin cuidado y exactamente dice lo mismo el ex secretario de Hacienda sobre su inminente expulsión. ¡Qué tal!
*** Ha sido manifiesto el apoyo del sector empresarial potosino a la candidatura del perredista Ricardo Gallardo Juárez, a la alcaldía de San Luis Potosí, ya que en su primera gestión al frente de la comuna, se le dio un fuerte impulso a la modernización de la infraestructura urbana y al desarrollo económico. En un hecho sin precedentes, la cúpula económica estatal, se reunió con Gallardo Juárez. Constructores de vivienda, industriales, comerciantes y empresarios de otros giros hicieron patente su adhesión a su proyecto de gobierno. Posteriormente, Gallardo sostuvo encuentros con el Colegio de Notarios y la Canaco, en los que se le reconoció la serie de acciones que implementó para agilizar los diversos trámites municipales y propiciar la atracción de inversiones.
*** Familiares de las víctimas de la tragedia del “New’s Divine”, presentaron una denuncia penal por el delito de homicidio y lesiones ni más ni menos que en contra del candidato de Morena a la alcaldía de Gustavo A. Madero, Francisco Chiguil, así como a quien se desempeñara como Director de Gobierno de dicha demarcación, Rafael Bustamante Martínez. Los afectados demandaron a la Procuraduría capitalina que “se inicie la investigación correspondiente, ordenando las diligencias necesarias para que una vez integrada la carpeta de investigación, se determine la responsabilidad penal en contra de Chiguil Figueroa y Bustamante Martínez y se les condene a la reparación del daño”.
Esto lo declararon Martín Rocha, padre de una de las menores fallecidas y Claudia Martínez Alcalá, madre de Jenniffer Jiménez, quien sufrió de muy graves secuelas por estos hechos. Dicho sea de paso, la Procuraduría, cuyo titular es Edmundo Porfirio Garrido, de plano, se “ha dormido en sus laureles” y no ha sancionado a nadie.