Futbol y política
¬ Augusto Corro miércoles 13, Jun 2018Punto por punto
Augusto Corro
Mañana jueves empieza la Copa Mundial de Futbol, que desviará la atención de los mexicanos que viven una guerra electoral.
De esta fecha hasta el uno de julio miles de personas disfrutarán de los partidos de futbol que, dicho sea de paso, ayudarán a luchar contra el estrés.
Sin embargo, los políticos no tendrán descanso alguno y menos si se trata de los candidatos que ven cómo se van sus posibilidades de triunfo.
El aspirante presidencial, Ricardo Anaya, de Por México al Frente, es uno de los más agobiados. En los últimos días recibió la ola de ataques que lo pusieron a temblar.
Entre otros, se conoció un video donde el panista-perredista-emecista es señalado como lavador de dinero que apuntaló la acusación aquella de enriquecimiento ilícito en la compra-venta de un inmueble.
Y precisamente, el lunes, un día antes del tercer debate de los presidenciables, el líder panista del Senado, Ernesto Cordero, presentó una acusación contra su correligionario Anaya, por participar en negocios ilícitos, o sea lavado de dinero.
La imagen del frentista, haga lo que haga, ya no podrá quitarse la imagen de transa y corrupto.
En su desesperación de subir su puntuación en las preferencias del voto, el abanderado Anaya amenazó otra vez al presidente Enrique Peña Nieto, con meterlo a la cárcel.
Estrategia desesperada del “joven maravilla” que, supongo, ya quemó todos los cartuchos disponibles para vencer a sus adversarios políticos.
Tendrá que ocuparse más, en este cierre de campaña, cuidar que no lo alcance el priísta (¿?) José Antonio Meade Kuribreña y lo quite del segundo lugar. Los tricolores tienen la ilusión de que así sucederá.
En el mencionado Frente (PAN, PRD y MC) ya no guardan las apariencias y se encuentran, por otra parte, desesperados por frenar al candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador.
En una entrevista radiofónica, el “gurú” de los panistas, el impresentable Diego Fernández de Cevallos, dejó abierta la posibilidad de pactar con el gobierno de Peña Nieto, con el fin de no entregar el país a López Obrador a quien calificó de orate, enfermo y psicópata.
Algo falló en el “cuarto de guerra” de Anaya, que lo ancló en el segundo lugar en la lucha por llegar a Los Pinos. ¿Fueron los asesores los responsables? ¿O es el propio candidato que no comunica?
LO QUE SIGUE…
Tras el fragor de la campaña política, que terminará este mes, continuarán las luchas en los partidos políticos que buscarán la sobrevivencia. La denuncia del senador Ernesto Cordero contra Anaya debió entenderse como una declaración de guerra en la búsqueda de controlar Acción Nacional.
En uno de los momentos más difíciles de la campaña panista, uno de los más importantes personajes blanquiazules sale a ponerle una zancadilla al aspirante presidencial.
Gane o pierda, Anaya la lucha se recrudecerá inevitablemente.
El dolido ex presidente Felipe Calderón también le cobrará al abanderado panista el que Margarita Zavala abandonara su partido, al no tener posibilidades de representarlo como su abanderada en la contienda electoral.
La señora Calderón fue a causar penas ajenas como candidata presidencial independiente, donde no se cansó de falsificar firmas para su registro en la boleta electoral. Fueron más amables en el Instituto Nacional Electoral (INE) con ella, que en su antiguo partido. Las autoridades electorales se hicieron de la vista gorda y le perdonaron errores graves.
Alcanzó el registro, pero tras su fracaso como candidata optó por retirarse de la competencia.
¿Y el ex presidente Felipe Calderón? El ex mandatario seguro que no duerme por pensar en la estrategia para volver a manejar su partido en el que siguió como militante, a pesar de que ya no estaba su esposa. Remó en dos aguas: como asesor de Margarita y afiliado a su institución política.
El PAN sufrirá una sacudida interna que lo dejará en muy malas condiciones de sobrevivencia. El divisionismo de calderonistas y anayistas afectará la vida del partido. Ni como evitarlo.
Por supuesto, habrá militantes panistas que le exijan cuentas a su líder Anaya por la revoltura que hizo en la coalición Por México al Frente, que más bien pareció un bote con tamales verdes rojos y de dulce (panistas, perredistas y emecistas).
Veremos cuál será el resultado de ese experimento que la ambición les hizo creer a los políticos que funcionaría. Bueno, al ex jefe del gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera sí le fue bien. Estará en el Senado, protegido por el fuero, para lo que pudiera ofrecerse.
En fin, así está de movido el mundo de la política, mientras en Rusia, el entrenador de la Selección Mexicana, el colombiano Juan Carlos Osorio, seguramente aún no decide quiénes integrarán la alineación de jugadores que enfrentarán a Alemania, que ganó la última Copa del Mundo de Futbol.
¿Alguien sabe quiénes serán los once mexicanos que se cubrirán de gloria? Nadie lo sabe. Ni siquiera el entrenador que nunca quiso tener un equipo titular de planta. En todos los encuentros siempre presentó un cuadro diferente. Ni hablar.