Anaya y Meade se verán las caras
¬ Augusto Corro martes 12, Jun 2018Punto por punto
Augusto Corro
Los escándalos de los políticos son el eje principal de la guerra sucia, que se encuentra en su apogeo.
Los insultos se usan ahora para sustituir los discursos de los candidatos presidenciales.
Ricardo Anaya de Por México al Frente y José Antonio Meade Kuribreña de Todos por México, decidieron irse por la vía de los insultos.
En los últimos días se lanzaron acusaciones y descalificaciones personales. Se intercambiaron epítetos como hipócrita y ladrón.
Lo anterior es reflejo de la presión que sienten Anaya y Meade Kuribreña en la lucha electoral que se les va de las manos.
Ambos candidatos presidenciales se encuentran lejos del puntero de la competencia, Andrés Manuel López Obrador, de Juntos Haremos Historia. Los insultos entre el panista y el priísta, de seguir en el mismo tono, terminarán, seguramente, ante el Ministerio Público.
No se puede lanzar una acusación de ladrón a alguien si no se cuentan con las pruebas suficientes para comprobarlo. Si Meade Kuribreña tiene la información verdadera de que el “chico maravilla” es un delincuente, ¿qué espera para solicitar la intervención de las autoridades?
En caso contrario, Anaya tendrá que recurrir al auxilio de la ley en caso de que contemple las acusaciones de Meade como falsas.
En la noche de hoy martes, los dos candidatos presidenciales tendrán la oportunidad de verse las caras en el tercer debate. Será muy interesante observar el desempeño de quienes se ofendieron mutuamente con adjetivos graves.
El aspirante morenista, López Obrador, estará pendiente del posible enfrentamiento entre Anaya y Meade Kuribreña. Seguramente, al tabasqueño sus asesores lo mandarán a llevarse muy tranquila la jornada.
POBREZA, EL DEDO DEL RENGLÓN
En otra ocasión señalamos que los problemas que ahogan a México son pobreza, corrupción, violencia, impunidad, inseguridad, etc.
Estos jinetes del Apocalipsis tienen presencia en todo el territorio nacional. En unos sitios más que en otros, pero muy pocos se escapan de sus efectos dañinos. ¿Y qué hacen las autoridades para erradicarlos? Nada o muy poco. Por ejemplo, la pobreza es alarmante. Cada año crece el número de pobres. En México suman más de 53 millones de gente sin recursos económicos para vivir dignamente.
Las ayudas oficiales llegan muy mermadas a sus destinatarios. En su origen, como es el caso de las oficinas encargadas de brindar recursos a los pobres, las desviaciones ilegales del dinero son mayúsculas.
De la corrupción, sería muy interesante saber qué político no se dejó tentar por la idea de saquear el tesoro público. Tendríamos que empezar por investigar a los exgobernadores, para quienes el delito de peculado no existió.
Fue tan gigantesco el robo al erario que por eso no hubo forma de perdonar a los ex mandatarios Javier Duarte, de Veracruz; Roberto Borge, de Quintana Roo, y Andrés Granier, de Tabasco. De la impunidad, las leyes laxas permiten la libertad de delincuentes. Por otra parte, es tan elevado el número de asesinatos que la las autoridades se ven rebasadas por la ola de violencia.
La ola de crímenes contra políticos quedará en la impunidad. Una vez que termine la campaña electoral, los representantes de la ley archivarán los expedientes de los homicidios. Sólo quedará el espíritu de venganza.
En inseguridad, sabemos que hay que extremar precauciones. Los delincuentes no tienen límites para sus acciones. En fin, hoy en la noche, los candidatos presidenciales asistirán al tercer y último debate. Uno de los temas a tratar será el de la pobreza. Ojalá y traten el asunto con seriedad y responsabilidad. El que llegue al poder podría resolver el problema de la pobreza, una maldición que México no puede sacudirse.
LA SELECCIÓN MEXICANA
Cada temporada de Campeonato Mundial de Futbol me permito exponer unos puntos de vista sobre los equipos y la competencia deportiva. Me gusta ese deporte, a pesar de los sinsabores de nuestra Selección Mexicana, la de los “ratoncitos verdes”.
Por años, sino es que desde siempre, mi selección favorita fue la de México, por obvias razones. Hasta que me cansé de apoyarla. Todas las veces se quedaba al inicio del camino. Me llenaba de frustraciones.
Tomé las medidas necesarias para no caer en el derrotismo de aquel que siempre pierde o que nunca gana. De seguir el ejemplo de la selección.
De las derrotas quedó el estribillo siguiente: la Selección Mexicana jugó como nunca y perdió como siempre. Era el mensaje tradicional tras los primeros cuatro juegos de México. Y ahí terminaba la historia Selección Mexicana.
En unos cuantos días empezará el campeonato en Rusia. El equipo mexicano, con su director técnico, el colombiano Juan Carlos Osorio, se preparó una buena temporada para perder. ¿O cómo explicar que nunca repitió la alineación de jugadores?
Fueron distintos seleccionados para cada partido. La locura. Lo ilógico. De plano, yo no le apuesto a México. Por salud mental. Los llamados “ratoncitos verdes” van con la idea de la derrota, en lo deportivo. Ya se acostumbraron a perder.
En lo anímico, seguramente se sienten muy bien. En la última fiesta en México, con el pretexto de festejar el cumpleaños de “Chicharito”, todos los seleccionados, menos “Chuy” Corona estuvieron en una fiesta, a la que asistieron 30 chicas escorts. Recibieron críticas negativas de propios y extraños.
Más de una de las esposas de los deportistas pegaron el grito en el cielo y más de una le reclamó a su marido la asistencia a esa pachanga.
En materia de disciplina, el problema no creció. Todos los seleccionados se cubrieron, pues podían hacer lo que les viniera en gana, ya que tenían su día de asueto, de no concentración.
En esa materia y en ese tipo de fiestas, la Selección Mexicana tiene experiencia. En ocasiones anteriores ya tuvieron sus escándalos por sus festejos con alta dosis de destrampe.
En fin, los “ratoncitos verdes” llegarán a Rusia en condición de darle brillo al nombre de México, pero en enredos sexuales, materia en que son expertos.
Por otra parte, la ilusión de México de llegar al quinto partido renacerá para el otro campeonato mundial que se llevará a cabo dentro de cuatro años. Paciencia.
De plano, el futbol no se nos dio.